Trouts are hazardous in USA due to mercury
Mon, 30/08/2004
NUEVA YORK.- Un tercio de los ríos y de los lagos en Estados Unidos presentan una alta o muy alta contaminación de mercurio, según un reciente informe de la Agencia de Protección Ambiental (EPA). En tan sólo dos años, el nivel de contaminación detectado ha crecido un 65% y ha forzado a 23 estados a emitir alertas públicas sobre el consumo de pescados de agua dulce.
De acuerdo con la EPA, el espectacular aumento detectado no se debe tanto al deterioro de la situación ambiental como a «la política mucho más rigurosa en la medición de mercurio emprendida por los estados».
«Más del 50% de la contaminación de mercurio en nuestras aguas tienen su origen fuera del país», declaró el director de la EPA, Michael Leavitt, en la presentación del informe.
«China, el este de Asia y Europa Occidental son también algunas de nuestras fuentes contaminantes... Estamos ante un problema global».
«Pero debemos de tener en cuenta que el 85% de las veces que hacemos una análisis de agua, se encuentran trazas de mercurio», añadió Leavitt. «Casi todas las fuentes de agua dulce en el mundo se hallan en mayor o menor medida contaminadas por mercurio».
Los niveles altos de mercurio afectan ya a nada menos que 1,2 millones de kilómetros de los ríos norteamericanos.
Según Leavitt, el riesgo más directo para la salud es el consumo del pescado de agua dulce, que supone un aporte mínimo en la dieta de los americanos.
En los ríos de 18 estados americanos y en los lagos de Michigan y Minnesota, las autoridades recomiendan a las madres gestantes y a los niños que no consuman pescados de agua dulce. En los ríos de otros 23 estados, sobre todo el norte y el noreste del país, son ya habituales los carteles advirtiendo a los pescadores sobre la alta contaminación en mercurio de las aguas.
La presencia de mercurio en la atmósfera se produce por la combustión del carbón en las centrales térmicas y de las basuras en las plantas incineradoras. El mercurio viaja por la atmósfera en forma de partículas y puede permanecer en suspensión durante meses hasta que la lluvia lo hace caer de nuevo al suelo.
De acuerdo con la EPA, el espectacular aumento detectado no se debe tanto al deterioro de la situación ambiental como a «la política mucho más rigurosa en la medición de mercurio emprendida por los estados».
«Más del 50% de la contaminación de mercurio en nuestras aguas tienen su origen fuera del país», declaró el director de la EPA, Michael Leavitt, en la presentación del informe.
«China, el este de Asia y Europa Occidental son también algunas de nuestras fuentes contaminantes... Estamos ante un problema global».
«Pero debemos de tener en cuenta que el 85% de las veces que hacemos una análisis de agua, se encuentran trazas de mercurio», añadió Leavitt. «Casi todas las fuentes de agua dulce en el mundo se hallan en mayor o menor medida contaminadas por mercurio».
Los niveles altos de mercurio afectan ya a nada menos que 1,2 millones de kilómetros de los ríos norteamericanos.
Según Leavitt, el riesgo más directo para la salud es el consumo del pescado de agua dulce, que supone un aporte mínimo en la dieta de los americanos.
En los ríos de 18 estados americanos y en los lagos de Michigan y Minnesota, las autoridades recomiendan a las madres gestantes y a los niños que no consuman pescados de agua dulce. En los ríos de otros 23 estados, sobre todo el norte y el noreste del país, son ya habituales los carteles advirtiendo a los pescadores sobre la alta contaminación en mercurio de las aguas.
La presencia de mercurio en la atmósfera se produce por la combustión del carbón en las centrales térmicas y de las basuras en las plantas incineradoras. El mercurio viaja por la atmósfera en forma de partículas y puede permanecer en suspensión durante meses hasta que la lluvia lo hace caer de nuevo al suelo.