Fountains closed in Alcoy due to a failure in sanitation system

Tue, 29/06/2004

Información

El Ayuntamiento prepara la reapertura de las instalaciones con los requisitos de Medio Ambiente para la prevención de la legionella

M. CANDELA

La ausencia de dispositivos para regular permanentemente la cloración, de cara a la prevención de la legionella, está manteniendo cerradas las fuentes públicas de Alcoy desde el último brote, a excepción de la de La Rosaleda, que está en funcionamiento desde el pasado abril. El concejal de Medio Ambiente, Javier Castañer, indicó ayer que el Ayuntamiento está preparando un calendario para la reapertura de las fuentes, que se empezará a materializar a corto plazo.

La declaración del último brote de legionella en Alcoy, el pasado mes de noviembre, obligó a la inmediata clausura de las fuentes y estanques públicos de la ciudad, como una de las medidas obligatorias para el control de la situación epidémica. Una vez superada la crisis sanitaria, el Ayuntamiento mantuvo la clausura de las fuentes a la espera de que la Conselleria de Medio Ambiente facilitara un programa de mantenimiento, con el fin de evitar riesgos.
En abril, en vísperas de las Fiestas de Moros y Cristianos, este programa de control fue introducido y aplicado en la nueva fuente del monumento a San Jorge de La Rosaleda, que desde entonces está operativa y sometida a rigurosos trabajos de mantenimiento y limpieza.
Sin embargo, la falta de dispositivos de cloración, según ha sabido este diario, está manteniendo clausuradas las restantes fuentes y estanques públicos de la ciudad, lo que ha originado algunas quejas vecinales ante la época estival.
El concejal de Medio Ambiente, Javier Castañer, explicó ayer que el gobierno municipal está ultimando un programa para la puesta en servicio de todas las fuentes, que se materializará de forma progresiva y a partir de un plazo muy breve, que se concretará de forma inmediata.
El cierre inmediato de las fuentes es una de las medidas contempladas en el protocolo de prevención de la legionella, y se viene aplicando de forma continuada desde la declaración del primer brote, en septiembre de 1999.
En estos momentos, los controles en torno a las fuentes e instalaciones públicas de agua en general son exhaustivos