Problems in water supply in Jaén
Mon, 28/06/2004
Jaén. El agua no es un bien al alcance de todos los ciudadanos de Jaén. En muchas comarcas más bien parece un artículo de lujo. Así se desprende de los continuos cortes en el abastecimiento a los domicilios, unas veces por la rotura de unas conducciones obsoletas y en otros casos por la contaminación derivada del uso indebido de los herbicidas en las prácticas agrícolas. Según un informe del Consejo Económico y Social (CES) de la provincia, casi la mitad de los habitantes de la provincia, en concreto 314.000 habitantes (el 48% de la población) sufre algún tipo de restricción en el consumo.
Solamente en este mes de junio, 70.000 vecinos de las comarcas de La Campiña y El Condado han sufrido restricciones, los primeros por la avería en la red en alta que gestiona la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y los segundos por la contaminación detectada en las aguas del pantano de El Dañador.
- Agua contaminada. Un vecino de Santisteban del Puerto, uno de los siete municipios de la comarca de El Condado que llevan una semana abasteciéndose con camiones cisterna por la contaminación del agua del pantano del Dañador, comparaba en días pasados la situación que viven con la de Namibia, un país en plena faja desértica del Trópico de Capricornio. 'Estamos igual que ellos, sólo nos diferencia el color', dijo a una emisora local. Para el alcalde de Santisteban del Puerto, el socialista José Álvarez Molino, es una opinión demasiado exagerada: 'La situación es preocupante, pero no apremiante, al menos tenemos agua para las tareas domésticas', decía, para recordar que el verano pasado el escenario fue aún peor, pues una avería los dejó sin suministro alguno en sus domicilios.
Sin embargo, en el caso del agua contaminada por el mal uso de herbicidas en las tareas agrícolas ya llueve sobre mojado. En diciembre de 2002, 84.000 vecinos de la comarca de Andújar estuvieron todas las Navidades sin agua potable en sus casas por la contaminación del pantano del Rumblar a consecuencia de la presencia de niveles altos de los plaguicidas simazina y terbutilazina.
¿Pero qué es lo que ocurre para que se llegue a esta situación? El secretario provincial de Comisiones Obreras en Jaén, Miguel Ángel Soto, lo justifica en 'las negativas prácticas agrícolas en el olivar, con el uso masivo y sin control de herbicidas y pesticidas', al tiempo que denuncia 'la escasa vigilancia y control sobre estas prácticas, la insuficiente información y formación de los agricultores y una generalizada insensibilidad medioambiental que nos llevan a estos desmanes'.
Soto cree que el perjuicio por estas prácticas alcanza al conjunto del olivar jiennense, 'alimentando la sospecha y la preocupación sobre los efectos que pueden tener sobre nuestros aceites, cuestión que afecta a la credibilidad sobre los beneficios para la salud y a la propia imagen de nuestra principal riqueza'.
En la misma línea se pronuncia José Domingo Sánchez, de Los Verdes de Jaén, que achaca este problema a 'un modelo agrícola que se ha empeñado en trabajar en dirección contraria a las fuerzas naturales'. Sánchez añade que el monocultivo del olivar en muchas zonas de Andalucía está causando pérdidas de suelo, deterioro de la calidad de las aguas y reducción acelerada de la biodiversidad.
Y es que la situación no es exclusiva de Jaén. La Asociación de Abastecimientos de Agua y Saneamientos de Andalucía (ASA), que representa a un centenar de empresas con un volumen de negocio anual de 2.000 millones de euros y 8.000 empleos directos, señaló el pasado viernes que la mayoría de los pantanos andaluces están afectados por pesticidas, algunos de los cuales se siguen utilizando a pesar de que fueron prohibidos hace dos años por la Unión Europea por su fácil filtración al agua y su alta persistencia.
Esta asociación pedía a la Junta de Andalucía que tome cartas en el asunto, un reto que asumía el pasado jueves el consejero de Agricultura, Isaías Pérez Saldaña, al anunciar para mañana una reunión entre los titulares de las Consejerías de Agricultura, Salud y Medio Ambiente para reforzar los controles y las campañas de inspección y, si es preciso, incrementar las sanciones para quienes infrinjan la normativa.
- Conducciones obsoletas. Cuando no es la contaminación del agua, los reiterados cortes en el abastecimiento se derivan de las conducciones obsoletas que presentan muchos municipios. Sirva como ejemplo que en Torredonjimeno, la empresa municipal de aguas ha reconocido que las fugas eran de 500.000 litros al día.
La situación más grave se da en una docena de pueblos de La Campiña, especialmente los que quedaron excluidos de la renovación de las tuberías de la red en alta del sistema Víboras-Quiebrajano. En 1999 el Ministerio de Medio Ambiente se comprometió en un protocolo a que esas conducciones llegaran a todos los municipios que formaban parte del consorcio, pero el compromiso sigue esperando.
Los ayuntamientos afectados, a través de una proposición no de ley presentada por el PSOE en junio del año pasado en el Congreso, exigían soluciones urgentes para acabar con un problema que califican de 'estructural'. Sin embargo, desde entonces han padecido varios cortes en la red, el último de ellos durante tres días a mediados de este mes.
El PP ha denunciado que la mayoría de los ayuntamientos gobernados por el PSOE han aparcado ahora sus reivindicaciones al Gobierno de la nación por el cambio de signo político. Sin embargo, el diputado socialista y secretario de la Comisión de Medio Ambiente del Congreso, Sebastián Quirós, rechaza esas acusaciones y anuncia que en dos semanas el Ejecutivo central y la Junta de Andalucía darán a conocer una 'actuación global' que permitirá 'solucionar definitivamente en 2005' el suministro de agua a una decena de municipios de Jaén y otros dos de Córdoba incluidos en el sistema Víboras-Quiebrajano, así como a otra decena de localidades de la comarca de El Condado.
Aunque no existe consignación presupuestaria para este año, Quirós dijo que se están estudiando las vías de financiación y estimó su coste global en unos 12 millones de euros, principalmente en la renovación de las conducciones de la red en alta.
Solamente en este mes de junio, 70.000 vecinos de las comarcas de La Campiña y El Condado han sufrido restricciones, los primeros por la avería en la red en alta que gestiona la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y los segundos por la contaminación detectada en las aguas del pantano de El Dañador.
- Agua contaminada. Un vecino de Santisteban del Puerto, uno de los siete municipios de la comarca de El Condado que llevan una semana abasteciéndose con camiones cisterna por la contaminación del agua del pantano del Dañador, comparaba en días pasados la situación que viven con la de Namibia, un país en plena faja desértica del Trópico de Capricornio. 'Estamos igual que ellos, sólo nos diferencia el color', dijo a una emisora local. Para el alcalde de Santisteban del Puerto, el socialista José Álvarez Molino, es una opinión demasiado exagerada: 'La situación es preocupante, pero no apremiante, al menos tenemos agua para las tareas domésticas', decía, para recordar que el verano pasado el escenario fue aún peor, pues una avería los dejó sin suministro alguno en sus domicilios.
Sin embargo, en el caso del agua contaminada por el mal uso de herbicidas en las tareas agrícolas ya llueve sobre mojado. En diciembre de 2002, 84.000 vecinos de la comarca de Andújar estuvieron todas las Navidades sin agua potable en sus casas por la contaminación del pantano del Rumblar a consecuencia de la presencia de niveles altos de los plaguicidas simazina y terbutilazina.
¿Pero qué es lo que ocurre para que se llegue a esta situación? El secretario provincial de Comisiones Obreras en Jaén, Miguel Ángel Soto, lo justifica en 'las negativas prácticas agrícolas en el olivar, con el uso masivo y sin control de herbicidas y pesticidas', al tiempo que denuncia 'la escasa vigilancia y control sobre estas prácticas, la insuficiente información y formación de los agricultores y una generalizada insensibilidad medioambiental que nos llevan a estos desmanes'.
Soto cree que el perjuicio por estas prácticas alcanza al conjunto del olivar jiennense, 'alimentando la sospecha y la preocupación sobre los efectos que pueden tener sobre nuestros aceites, cuestión que afecta a la credibilidad sobre los beneficios para la salud y a la propia imagen de nuestra principal riqueza'.
En la misma línea se pronuncia José Domingo Sánchez, de Los Verdes de Jaén, que achaca este problema a 'un modelo agrícola que se ha empeñado en trabajar en dirección contraria a las fuerzas naturales'. Sánchez añade que el monocultivo del olivar en muchas zonas de Andalucía está causando pérdidas de suelo, deterioro de la calidad de las aguas y reducción acelerada de la biodiversidad.
Y es que la situación no es exclusiva de Jaén. La Asociación de Abastecimientos de Agua y Saneamientos de Andalucía (ASA), que representa a un centenar de empresas con un volumen de negocio anual de 2.000 millones de euros y 8.000 empleos directos, señaló el pasado viernes que la mayoría de los pantanos andaluces están afectados por pesticidas, algunos de los cuales se siguen utilizando a pesar de que fueron prohibidos hace dos años por la Unión Europea por su fácil filtración al agua y su alta persistencia.
Esta asociación pedía a la Junta de Andalucía que tome cartas en el asunto, un reto que asumía el pasado jueves el consejero de Agricultura, Isaías Pérez Saldaña, al anunciar para mañana una reunión entre los titulares de las Consejerías de Agricultura, Salud y Medio Ambiente para reforzar los controles y las campañas de inspección y, si es preciso, incrementar las sanciones para quienes infrinjan la normativa.
- Conducciones obsoletas. Cuando no es la contaminación del agua, los reiterados cortes en el abastecimiento se derivan de las conducciones obsoletas que presentan muchos municipios. Sirva como ejemplo que en Torredonjimeno, la empresa municipal de aguas ha reconocido que las fugas eran de 500.000 litros al día.
La situación más grave se da en una docena de pueblos de La Campiña, especialmente los que quedaron excluidos de la renovación de las tuberías de la red en alta del sistema Víboras-Quiebrajano. En 1999 el Ministerio de Medio Ambiente se comprometió en un protocolo a que esas conducciones llegaran a todos los municipios que formaban parte del consorcio, pero el compromiso sigue esperando.
Los ayuntamientos afectados, a través de una proposición no de ley presentada por el PSOE en junio del año pasado en el Congreso, exigían soluciones urgentes para acabar con un problema que califican de 'estructural'. Sin embargo, desde entonces han padecido varios cortes en la red, el último de ellos durante tres días a mediados de este mes.
El PP ha denunciado que la mayoría de los ayuntamientos gobernados por el PSOE han aparcado ahora sus reivindicaciones al Gobierno de la nación por el cambio de signo político. Sin embargo, el diputado socialista y secretario de la Comisión de Medio Ambiente del Congreso, Sebastián Quirós, rechaza esas acusaciones y anuncia que en dos semanas el Ejecutivo central y la Junta de Andalucía darán a conocer una 'actuación global' que permitirá 'solucionar definitivamente en 2005' el suministro de agua a una decena de municipios de Jaén y otros dos de Córdoba incluidos en el sistema Víboras-Quiebrajano, así como a otra decena de localidades de la comarca de El Condado.
Aunque no existe consignación presupuestaria para este año, Quirós dijo que se están estudiando las vías de financiación y estimó su coste global en unos 12 millones de euros, principalmente en la renovación de las conducciones de la red en alta.