El caudal de los ríos está entre el 55% y el 65% del valor normal para esta época Los efectos de la sequía empiezan a manifestarse en la red hidrográfica de Galicia. Las lluvias en mayo fueron inferiores a la media climática por quinto mes consecutivo y, según los datos del Ministerio de Medio Ambiente, el déficit hídrico acumulado hasta esta semana ya ha precipitado el nivel de los embalses gallegos por debajo de la media nacional, cifrada en el 74%. En las presas de la costa las reservas rondan el 72% y en la Galicia interior se mantienen al 73,6% de su capacidad. El caudal de los ríos también sigue bajando. Según el hidrólogo Fernando Millares, el nivel de los embalses puede fluctuar en función de la explotación hidroeléctrica, por lo que «el indicador más fiel de cómo ha ido el año hidrológico -señala- es la situación de los caudales naturales». Y los datos que maneja en este sentido abundan en la sequía: los ríos del norte y noroeste de Galicia bajan estos días al 55% del nivel normal para esta época y, según sus previsiones, en el mes de septiembre el estiaje no superará el 40%. Estiaje en septiembre Las cuencas del sur y suroeste de la comunidad, en cambio, presentan un caudal del 65%, favorecido por el mayor volumen de precipitación anual registrado en la vertiente atlántica respecto al resto de Galicia. Estos cauces fluviales llegarán a septiembre con un nivel inferior al 50%, de acuerdo con los cálculos del hidrólogo. En todo caso, Millares asegura que, aún cumpliéndose los pronósticos más pesimistas, el balance de esta temporada no alcanzará el extraordinario déficit registrado al término del año hidrológico 2001-2002, que batió mínimos históricos. Distribución de la lluvia En cuanto al agua embalsada, la posición de inferioridad que presentan las presas gallegas respecto a la media estatal tiene que ver con la anómala distribución de las lluvias en otoño e invierno. De ahí que Galicia haga frente al verano con un nivel muy por debajo de los de las tres regiones del norte peninsular con mayores reservas: Asturias y Cantabria, con el 88% de su capacidad total; las cuencas internas del País Vasco, con 90,5%, y las de Cataluña, con el 90,3%