Atomic and hydroelectric plants could pay for water usage

Wed, 23/06/2004

La Vanguardia

Barcelona. - El trasvase del Ebro ha sido derogado y las reservas de agua de los embalses en Catalunya están a tope. Sin embargo, el debate del agua no está cerrado. El conseller de Medi Ambient, Salvador Milà, dejó claro que no piensa instalarse en la idea de que todo ha vuelto a la normalidad, sino que planteó en el Parlament -aunque con un enfoque entre filosófico e intelectual- numerosas propuestas destinadas a concretar la gestión del Govern con criterios de la nueva cultura del agua.
Milà reiteró que es partidario de extender la fiscalidad ambiental relacionada con el agua para incorporar de manera gradual a nuevos sectores industriales que hasta ahora no han participado en la financiación de las obras a través del tributo. Así, habló de una 'introducción gradual' del régimen fiscal por 'la utilización de agua para refrigeración en circuito abierto', lo que afectaría a las centrales nucleares, entre otras muchas industrias. Una situación similar fue enunciada por el conseller en relación con los usos hidroeléctricos, pues las compañías eléctricas están también exentas de pagar el canon del agua. Aun así, el conseller fue muy prudente e insistió en que la extensión del actual sistema tributario se debería abordar 'de forma progresiva'.
Milà quiere además dar una nueva vuelta de tuerca para penalizar los consumos excesivos de agua en usos domésticos, aunque, a cambio, estudia crear un nuevo primer tramo de consumo mínimo doméstico a precio asequible, a partir de la constatación de que, de media, cada casa la ocupan menos de tres personas (mientras que ahora este volumen está calculado con cuatro personas por vivienda y cifrado en 12 m3 al mes por vivienda). Otro objetivo es incorporar un tercer tramo de consumo (uno más que ahora) para gravar los gastos considerados 'suntuarios o injustificados'.
Asimismo, por primera vez, un miembro del Govern planteó 'una eventual aplicación del canon del agua en los usos ganaderos', de manera que la tarifa individualizada se establecería 'según la carga contaminante vertida'. Aun así, el conseller -en su línea habitual- introdujo diversas matizaciones y acotaciones referidas a las 'especiales circunstancias socio-económicas que rodean esta actividad', lo que aconseja una implantación del tributo 'muy cuidadosa'. Como es sabido, los vertidos industriales desde las granjas son un grave foco de contaminación en Catalunya.
El conseller lanzó estas propuestas después de detallar la dura situación económica de la Agència Catalana de l'Aigua -encargada de acometer las obras de abastecimiento y saneamiento de los ríos-, que tiene una deuda de 874 millones de euros, entre otras razones por la ' incapacidad' de su actual modelo de financiación, pues la Agència se nutre en gran medida del tributo o canon que pagan los usuarios doméstico e industriales del recibo del agua.
Milà también dijo que el Govern está redactando un plan nacional de gestión del agua, que incluirá, entre otros, planes para combatir las posible sequías, recuperar los acuíferos y dar un caudal mínimo ecológico a todos los ríos.
En su réplica, Ramon Espadaler (CiU) dijo que acepta el diálogo con el Govern, aunque pronosticó que el consenso será difícil, pues el objetivo de la comparecencia del titular de Medi Ambient era 'presionar al conseller de Economia para obtener más recursos para su departamento'. 'Usted ha venido aquí a decir que los ganaderos pagarán el tributo, que los usuarios pagarán más con un tercer bloque de consumo y que habrá nuevas figuras impositivas', resumió Espadaler.


Por primera vez se habla, aunque sin concreciones, de que las granjas
paguen por sus vertidos contaminantes