A new Worl Water Agreement

Wed, 02/06/2004

La Vanguardia

La lucha por un reparto equitativo y un uso sostenible del agua no ha hecho más que comenzar, según reconoció ayer tarde en el Fòrum Mijail Gorbachev, ex presidente soviético reconvertido en defensor del medio ambiente.
El Fòrum completó ayer el diálogo que ha reunido al Comité de Sabios del Agua, un órgano que surgió hace dos años en Johannesburgo, impulsado por Green Cross, la organización medioambiental que dirige Gorbachev, así como por la Alianza Zagreb-Machrek para el agua.El agua empezó a ser tema de debate internacional hace 15 años en Oriente Medio, cuando quedó claro que era un elemento esencial en la pugna entre israelíes y palestinos. La Haya acogió, en marzo del 2000, la primera gran reunión sobre este elemento. Allí se acordó que su gestión ha de ser solidaria.
El año pasado Kioto organizó el tercer foro mundial sobre la idea de que sin agua no hay futuro y tampoco lo hay sin participación de la ciudadanía. Estos principios son los que han guiado los debates de ayer y anteayer en el Fòrum, que concluyeron con un primer borrador para la convención global del agua.
Gorbachev reconoció que estamos todavía muy lejos de conseguir un tratado global. Citó la oposición de EE.UU como principal obstáculo. También falta lograr una red internacional de control que proteja a las comunidades más pobres y denuncie los abusos de las grandes corporaciones. Entre los objetivos que se han planteado los Sabios del Agua, un equipo de 60 expertos de todo el mundo también figura la constitución de un defensor del agua en cada país.
El documento Principios Fundamentales para un Convenio Global sobre el Derecho al Agua proclama que toda persona debe disponer de la cantidad de suministro suficiente para satisfacer las necesidades básicas: beber, higiene, agricultura y ganadería de subsistencia y saneamiento. Los estados, abunda el texto, no deben 'causar daños a los recursos hídricos, ni poner en peligro el derecho al agua para la vida de los habitantes de otros estados'.
El derecho al agua implica tarifas asequibles y priorizar los recursos en función 'de un equilibrio armonioso entre el acceso al agua, los imperativos de salud, la protección del medio ambiente, en particular de los ecosistemas acuáticos'. Sobre la financiación del sector hídrico, la declaración señala que los subsidios públicos se otorgarán para proteger los derechos de comunidades desfavorecidas, 'de manera transparente y con metas precisas'. 'Las infraestructuras hídricas deben ser propiedad de las autoridades locales o nacionales'. El texto manifiesta que el agua 'no puede tratarse como una mercancía cualquiera ni como simple objeto de comercio'.
Mijail Gorbachev recibió ayer en Reus el primer Premi Internacional Gresol en reconocimiento por la labor que lleva a cabo en el desarrollo sostenible