El Gobierno llevará a cabo a lo largo de la presente legislatura una "profunda reorientación política" del papel de las Confederaciones Hidrográficas para que sean instituciones "abiertas y transparentes y no se mantengan como reductos de una España preautonómica y predemocrática como hasta ahora".
Así lo manifestó en Segovia la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, que visitó las riberas de los ríos Eresma y Ciguiñuela que atraviesan la capital, donde se llevará a cabo en los próximos tres años un plan de recuperación en el que la Administración Central, la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Segovia invertirán cerca de 8,3 millones de euros.
En conferencia de prensa, Narbona manifestó que la política de aguas del Gobierno del PSOE "dará prioridad absoluta a la calidad, y queremos dar un salto cualitativo para propiciar que los ciudadanos puedan tener más agua y de mejor calidad." En este sentido, subrayó el papel que deben jugar las Confederaciones Hidrográficas como instituciones públicas de control y de gestión de agua, y señaló que el objetivo de su departamento es que sean "abiertas a los ciudadanos y capaces de escuchar a todos los sectores implicados en este problema".
Asimismo, señaló que el Ejecutivo socialista no es partidario de realizar grandes obras hidráulicas, y aseguró que los proyectos de presas y pantanos ya adjudicados o en fase de adjudicación "deberán ser revisados con criterios de sostenibilidad".
"No vamos a invertir dinero en grandes macropantanos porque creemos que no son necesarios -explicó- sino que queremos dar valor a otras actuaciones como la recuperación de cauces de ríos o estudios sobre aguas subterráneas, porque una gran obra no se puede llevar a cabo si no se adecúa a las necesidades que tiene que atender".
En cuanto al proyecto de recuperación de riberas de los ríos segovianos, la ministra aseguró que en el encuentro previsto para la próxima semana con la consejera de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, María Jesús Ruiz, se delimitará la fecha de la firma del convenio interinstitucional para el inicio de las obras, que deberán comenzar después del verano.
Con respecto al problema del vertido de residuos ganaderos procedentes del porcino en la región, Cristina Narbona manifestó que esta es una de las "asignaturas pendientes" de su departamento, y aseguró que la solución pasa por utilizar los purines como fuente de producción de energía.
Indicó que el anterior Gobierno "aprobó antes de las elecciones un decreto que hacía inviable el uso de estos residuos como potencial fuente de energía, y ahora el Ministerio de Industria está trabajando para modificar esta normativa, pero siempre desde el diálogo con los sectores productivos, que también deben implicarse en la gestión de sus residuos".
La ministra se refirió también a la declaración de la Sierra de Guadarrama como Parque Nacional, y expresó su preocupación por el creciente uso urbanístico de la vertiente madrileña que "puede acabar con zonas de enorme valor ecológico" y aseguró que en una próxima reunión con el responsable de medio ambiente del gobierno autonómico madrileño pedirá que "frene la injustificable expansión urbanística de este entorno".
Además, precisó que el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) del futuro parque "está por determinar y hay que hacer una gran labor de diálogo con los municipios afectados y con los sectores sociales y económicos que dependen del uso de los bosques"