An expert thinks the environmental impact of Ebro transfer is not so great
Fri, 14/05/2004
Murcia, 14 may (EFE).- El director del Instituto Universitario de Geografía de la Universidad de Alicante, Antonio Gil Olcina, ha minimizado hoy los problemas medioambientales del trasvase de agua desde el Ebro a Levante previsto en el Plan Hidrológico Nacional (PHN) que se dispone a derogar el ministerio de Medio Ambiente.
Tras la presentación de una exposición sobre la cultura del agua en Murcia, Gil Olcina ha señalado que las obras del trasvase del Ebro representan sólo el 25% de la inversión prevista en el PHN y que hay una "simplificación sesgada e intencionada que pretende reducir el plan al trasvase del Ebro".
"Contra lo que se dice -ha añadido-, el trasvase del Ebro no implica serios problemas medioambientales, pues supone sólo la vigésima parte del volumen del agua de ese río en su desembocadura.
Además, la cantidad que el PHN vigente prevé trasvasar (1.050 hectómetros cúbicos anuales) es la más modesta realizada hasta el momento".
Gil Olcina ha recordado que el primer planteamiento de un trasvase de agua excedentaria desde el Ebro hacia Levante se hizo desde Aragón en 1937, cuando se propuso enviar 1.260 hectómetros cúbicos anuales; en 1972, ha precisado, se hablaba de un trasvase de 3.700, y en el anteproyecto del PHN de 1993, de 1.855 hectómetros cúbicos.
"Entiendo el problema de Aragón, pero entiendo igualmente que debe resolverse el de Levante y que las compensaciones a Aragón no tienen por qué plantearse necesariamente en términos hidrológicos, puesto que la creación de nuevos regadíos en esa zona no es tan rentable como en el siglo pasado", y porque la rentabilidad de los cultivos en una región como la de Murcia, con 3.000 horas de sol al año, es notablemente superior.
Además, ha subrayado, Aragón tiene desequilibrios intrarregionales e interregionales "muy serios", y el hecho de que del millón de habitantes de esa comunidad, la mitad viva en Zaragoza, ejemplifica mejor que ninguna otra región el problema de la desertificación.
Tras considerar que el agua es una cuestión de Estado, ha afirmado que "cuanto más amplia sea la diversificación de la procedencia de los recursos hídricos, mejor".
Por último, respecto a las declaraciones del director general del Agua, Juan López Martos, quien dijo que los regantes murcianos deberían adaptarse a los recursos hídricos existentes, ha comentado que "la agricultura murciana ha sabido hacerlo muy pronto, en cuanto ha sido posible por razones técnicas y de mercado, con una agricultura de vanguardia que dosifica el agua, primero por iniciativa privada y luego rápidamente respaldada de manera oficial".
La cuenca del Segura, ha concluido, "viene reciclando agua desde hace siglos transformando en aguas vivas las muertas y turbias y tiene localizado, fundamentalmente por goteo, más la mitad de su riego; si el resto no está aún sometido a procesos de microirrigación es por las dificultades que lleva consigo la pulverización parcelaria del regadío tradicional".
Tras la presentación de una exposición sobre la cultura del agua en Murcia, Gil Olcina ha señalado que las obras del trasvase del Ebro representan sólo el 25% de la inversión prevista en el PHN y que hay una "simplificación sesgada e intencionada que pretende reducir el plan al trasvase del Ebro".
"Contra lo que se dice -ha añadido-, el trasvase del Ebro no implica serios problemas medioambientales, pues supone sólo la vigésima parte del volumen del agua de ese río en su desembocadura.
Además, la cantidad que el PHN vigente prevé trasvasar (1.050 hectómetros cúbicos anuales) es la más modesta realizada hasta el momento".
Gil Olcina ha recordado que el primer planteamiento de un trasvase de agua excedentaria desde el Ebro hacia Levante se hizo desde Aragón en 1937, cuando se propuso enviar 1.260 hectómetros cúbicos anuales; en 1972, ha precisado, se hablaba de un trasvase de 3.700, y en el anteproyecto del PHN de 1993, de 1.855 hectómetros cúbicos.
"Entiendo el problema de Aragón, pero entiendo igualmente que debe resolverse el de Levante y que las compensaciones a Aragón no tienen por qué plantearse necesariamente en términos hidrológicos, puesto que la creación de nuevos regadíos en esa zona no es tan rentable como en el siglo pasado", y porque la rentabilidad de los cultivos en una región como la de Murcia, con 3.000 horas de sol al año, es notablemente superior.
Además, ha subrayado, Aragón tiene desequilibrios intrarregionales e interregionales "muy serios", y el hecho de que del millón de habitantes de esa comunidad, la mitad viva en Zaragoza, ejemplifica mejor que ninguna otra región el problema de la desertificación.
Tras considerar que el agua es una cuestión de Estado, ha afirmado que "cuanto más amplia sea la diversificación de la procedencia de los recursos hídricos, mejor".
Por último, respecto a las declaraciones del director general del Agua, Juan López Martos, quien dijo que los regantes murcianos deberían adaptarse a los recursos hídricos existentes, ha comentado que "la agricultura murciana ha sabido hacerlo muy pronto, en cuanto ha sido posible por razones técnicas y de mercado, con una agricultura de vanguardia que dosifica el agua, primero por iniciativa privada y luego rápidamente respaldada de manera oficial".
La cuenca del Segura, ha concluido, "viene reciclando agua desde hace siglos transformando en aguas vivas las muertas y turbias y tiene localizado, fundamentalmente por goteo, más la mitad de su riego; si el resto no está aún sometido a procesos de microirrigación es por las dificultades que lleva consigo la pulverización parcelaria del regadío tradicional".