Camps will be the voice of 500000 farmers before Zapatero

Thu, 13/05/2004

ABC

Acusa al Gobierno de que la derogación del trasvase «es un capricho político lastrado por acuerdos inconfensables en el debate de investidura y en otros momentos»

VALENCIA. El presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, se reunió ayer con los representantes de la Federación de Comunidades de Regantes de la Comunidad Valenciana para analizar la situación del trasvase de agua del Ebro. Camps indicó que «hemos llegado a acuerdos rápidos para la defensa del trasvase, y en la reunión que tendré con el presidente del Gobierno le trasladaré la voz de los regantes de la Comunidad reclamando lo que es justo, el agua del Ebro para nuestros campos y regadíos».

La Federación representa a unas 500.000 personas que directa o indirectamente riegan sus campos y cultivos. Camps indicó que «no vamos a cruzarnos de brazos, ni a bajarlos. Igual que fuimos solidarios en inversiones para toda España, esperamos que lo sean ahora con nosotros».

El jefe del Gobierno valenciano considera que la derogación del trasvase «es un capricho político lastrado por acuerdos inconfesables, en el debate de investidura y en otros momentos». «Pedimos la solidaridad de toda España y en especial de aquellos regantes que nos dieron su voto en el Consejo Nacional del Agua y que tienen inversiones multimillonarias», manifestó.

«Se han modernizado 150.000 hectáreas y 145.000 más están ya previstas para que sigan el mismo proceso. Nadie puede contarnos eso de la «nueva cultura del agua» porque en esta Comunidad ya se ha puesto en marcha eso», recordó Camps.

En cuanto a la actitud del Gobierno, Camps criticó que «el PSOE sólo pretende dividir a nuestra sociedad y no lo va a conseguir. Pretenden abrir viejas batallas del agua y aunque este es un pueblo dialogante y pacífico, su turno ya llegó y hacernos esperar más es injustificado».

Por su parte, el presidente de la Federación de Comunidades de Regantes de la Comunidad Valenciana, José Pascual Gil, indicó que «mostramos nuestro total apoyo a esta reivindicación histórica del campo valenciano. El trasvase tendrá muchos beneficios y lo necesita también España, que no puede permitirse el lujo de desperdiciar el progreso esta Comunidad».

Respuesta a Narbona

El presidente de la Generalitat, nada más conocer los datos expuestos por la ministra de Medio Ambiente, rechazó los mismos y la teoría socialista de la «alternativa» al trasvase, dado que «siguen siendo las obras complementarias del PHN», lo que, en su opinión, «demuestra que no tienen alternativa».

Camps destacó la «gran paradoja» que puede suponer «verter el agua del Ebro al mar para después, kilómetros más abajo, tener que volver a cogerla para desalarla». «Dejémonos de líos», rogó el presidente de la Generalitat, quien hizo hincapié en la «contradicción, paradoja y absurdo» que suponen las cifras facilitadas por Cristina Narbona que, según fuentes del Gobierno autonómico, no coinciden con las que les expuso en la última reunión.