El Programa Propio de Cooperación al Desarrollo de la Universidad de Extremadura (UEx) financió en su convocatoria 2003 un proyecto, realizado desde el Departamento de Ingeniería Química y Energética, y encabezado por el catedrático de Ingeniería Química, Jesús Beltrán de Heredia, y por el ingeniero químico, Jesús Sánchez Martín.
Bajo el título Tratamiento de recursos hídricos en cinco centros poblados rurales al norte de Lima, Perú, este proyecto trata de estudiar y dar respuesta tecnológica al abastecimiento de aguas en una zona deprimida del departamento peruano de Lima, según informa la UEX en nota de prensa.
“Esta iniciativa utiliza las tecnologías y los saberes científicos para el bien de los pueblos más desfavorecidos, adaptando las soluciones a las necesidades reales de los receptores y haciéndolos protagonistas de su propio desarrollo”, explica Jesús Sánchez.
Uno de los aspectos más relevantes de la Ingeniería Química es el tratamiento de aguas, tanto residuales como las destinadas al consumo humano y, por tanto, con características de potabilidad.
Tras el contacto mantenido durante dos años con el Centro de Investigaciones y Proyectos Urbanos y Regionales (CIPUR), los autores del estudio han podido obtener datos significativos de la propia problemática hídrica para elaborar y construir una alternativa viable de tratamiento, potabilización y entubado de agua para el abastecimiento de las cinco poblaciones receptoras.
CINCO PUEBLOS BENEFICIADOS
Los Centros Poblados Rurales (CPR) son asentamientos con un número variable de habitantes, que va desde los 400 a los 3.000. En total, las personas beneficiarias de este estudio son unas 8.000, repartidas en cinco CPRs: Huatocay, Huarangal, Olfa, El Trapiche y El Olivar, que se encuentran ubicados al norte de Lima, en la derecha del río Chillón.
Se indica que el margen izquierda ya ha sido objeto de un plan de adecuación y distribución de aguas, con lo que este proyecto, si se lleva a cabo, vendría a complementar la habitabilidad de la zona”, añade Jesús Sánchez.
Actualmente, los CPR están privados de abastecimiento de aguas potables, de electrificación y de infraestructura de saneamiento de aguas sucias. Por ello, el proyecto de cooperación de la UEx ha diseñado una estación potabilizadora consistente en dos filtros y dos prefiltros, una tubería de distribución de aguas tratadas y una bomba de impulsión hidráulica cuyo suministro energético se lleva a cabo empleando energías renovables solar fotovoltaica o eólica, aunque también contempla la implementación de un motor diésel.
La solución de filtración propuesta en el proyecto asume la utilización de la Filtración Lenta en Arena modificada, una variante de la filtración tradicional que reduce gastos. En cuanto a la red de distribución, consiste en una tubería con válvulas de control de la presión, y un depósito de cincuenta metros cúbicos que garantice el abastecimiento incluso en ausencia de impulsión.
El proyecto "no ha descuidado, según se señala, la vertiente social y de viabilidad, "admitiendo en todo momento el papel protagonista de los beneficiarios, que deberán elegir, promover, construir y mantener toda instalación que pueda llevarse a cabo".
Para ello contempla un programa local de capacitación, que asegure la sostenibilidad del proyecto; un estudio de viabilidad social, que proponga un modelo de gestión democrático y participativo; y un estudio económico que tenga como eje vertebral la capacidad adquisitiva y de sostenimiento de la comunidad receptora y beneficiaria.
Este proyecto está coordinado por la Oficina de Cooperación al Desarrollo, que dirige Adrián Llerena, y que depende del Vicerrectorado de Coordinación y Relaciones Institucionales