Rains refill aquifers

Tue, 04/05/2004

SUR

Imagen de un pozo abierto en la finca de Los Tomillares, en el municipio de Alhaurín de la Torre. / ARCHIVO
La provincia de Málaga vive uno de los años más lluviosos de la última década. Desde octubre, cuando comenzó el año hidrológico, se ha recogido en la provincia una media de 767 litros por metro cuadrado, un registro que ya supera en un tercio la lluvia habitual en todo un año cuando aún faltan cinco meses para el cierre de ese periodo estadístico. Las precipitaciones han llenado los acuíferos de Málaga, que en estos momentos tienen tanta agua como la que embalsan los seis grandes pantanos malagueños.

Los datos del servicio de Hidrología de la Confederación Hidrográfica del Sur (CHS) confirman la espectacular recuperación de las bolsas de agua subterránea. A comienzos de año, las 11 grandes unidades acuíferas de la provincia se encontraban a apenas el 40% de su capacidad total. En estos momentos rondan el 70%, y albergan 416 hectómetros cúbicos (hm3). Las presas contienen 444 hectómetros, si bien el registro es ficticio y se corregirá en pocas semanas por el desembalse del pantano del Guadalhorce, obligado por la salinización del agua que almacena. De hecho, en los últimos siete días esta presa ha arrojado al mar 46 hectómetros cúbicos.

Sumando las reservas superficiales (pantanos) y las subterráneas, el suministro de agua está garantizado durante los dos próximos años. Los embalses abastecen a toda la franja costera, mientras que los acuíferos surten mediante pozos sobre todo al interior de la provincia, aunque poblaciones como Mijas, Torremolinos, Benalmádena e incluso Marbella también tienen las captaciones subterráneas como suministro principal.

Fuentes del citado servicio, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, explicaron que la capacidad máxima de infiltración de los 11 acuíferos, que ocupan una superficie de casi 2.000 kilómetros cuadrados, es de 606 hectómetros al año. Se trata de formaciones geológicas permeables, pero en ningún caso se pueden considerar del mismo modo que los pantanos. «Las aguas subterráneas son algo vivo, que fluye. Bien de forma espontánea a través de los manantiales, bien de forma controlada, siendo disponible para su extracción mediante pozos y otros aprovechamientos», explicó el portavoz.

Mayor capacidad

Destacan por su mayor capacidad los acuíferos de la Serranía de Ronda, que, en estos momentos, se encuentran al 75%. Pueden albergar hasta 257 hectómetros cúbicos, un volumen que supera con creces los 170 hm3 de la mayor presa de la provincia (La Viñuela). A continuación se encuentran los de Sierra Blanca-Sierra de Mijas y los de Sierra Tejeda-Almijara, cada uno de ellos con una infiltración anual máxima de 60 hectómetros.

En la zona de Antequera hay dos unidades con una capacidad conjunta superior a los 100 hectómetros, agua suficiente para abastecer a la población de la capital durante dos años, y en las proximidades de Málaga se encuentra el acuífero del Bajo Guadalhorce, que en estos momentos contiene casi 37 hectómetros.

Este último es buen ejemplo de las potencialidades de las aguas subterráneas, y del papel de las administraciones públicas no sólo en su aprovechamiento, sino en una gestión racional de los recursos para evitar su sobreexplotación y su contaminación, fundamentalmente por residuos de la actividad agrícola, pero también por la intrusión marina. En el caso de los pozos del Bajo Guadalhorce, su utilización será posible este mismo año, cuando culmine el periodo de pruebas de la desalobradora de El Atabal.

Esta planta desalinizadora, en la que se han invertido casi 60 millones de euros, ha sido la única gran infraestructura del llamado `Plan Málaga` de obras hidráulicas que el Gobierno central ha construido desde su presentación hace cuatro años, y convertirá las aguas salinizadas del citado acuífero en reservas de máxima calidad para el consumo humano.

Tras el cambio de Gobierno y el anunciado traspaso de las competencias por parte del Ejecutivo de Madrid, la gestión de las aguas subterráneas recaerá antes del verano en la Junta de Andalucía, en concreto, en la Consejería de Medio Ambiente. La Junta, por tanto, aún no ha concretado sus prioridades en esta y otras áreas que asumirá, como el saneamiento de aguas residuales, la reforestación o la construcción de embalses y desaladoras. Sin embargo, un portavoz de la administración autonómica valoró en declaraciones a SUR la situación actual de las reservas subterráneas. Consideró que existen claros casos de sobreexplotación, como los de las sierras Blanca y de Mijas, y otros de contaminación, como los pozos de Vélez, pero por encima de todo lanzó un mensaje contundente: «Los acuíferos, también los pantanos, están muy recuperados, pero no se nos debe olvidar nunca que estamos en una zona muy seca. Hay que evitar la euforia, controlar el grifo y mantener al máximo los hábitos de ahorro en el consumo».