A shore not suitable for desalination
Sat, 01/05/2004
Los residuos de salmuera que generan las plantas desaladoras y su elevado consumo energético no son las únicas razones que desaconsejan la desalación masiva de agua de mar que plantea Cristina Narbona. Una planta desaladora que funciona por el procedimiento de ósmosis inversa no puede tomar directamente el agua de la costa. La ósmosis inversa consiste en bombear caudales a gran presión a través de unas membranas plásticas que retienen la sal. El inconveniente reside en que tales membranas se deterioran rápidamente con la materia orgánica que contiene el agua de mar: plancton, algas, bacterias, residuos, pequeños peces, etcétera. Por esa razón, las desaladoras deben captar, mediante sondeos, los caudales de aquellos acuíferos costeros que sufran intrusión marina, ya que las rocas situadas entre el mar y el punto de sondeo actúan como un filtro. Es así como funcionan las plantas de Mazarrón y Águilas.
Si no queda otra opción, una desaladora puede tomar agua de la costa, pero debe purificarla previamente con una serie de tratamientos que encarecen el valor final del agua tratada. Este es el caso de las desaladoras de las Islas Canarias, cuyos caudales sólo son rentables para el abastecimiento urbano.
Desde este punto de vista, la Región no ofrece las condiciones para una desalación rentable. Según expertos en Geología, el 75% de litoral murciano se encuentra ocupado por terrenos impermeables que hacen de barrera entre el mar y los acuíferos. Esto es lo que ocurre desde Cabo Tiñoso hasta Cabo de Palos, donde afloran capas de pizarras. En el Mar Menor, dos fallas que convergen en la desembocadura del Albujón hacen el mismo efecto.
En la costa de Águilas, las rocas que están en contacto con los acuíferos de la zona y el Mediterráneo presentan una baja permeabilidad, ya que se tratan de arenas y gravas con arcillas, lo que impide extraer grandes volúmenes de agua. La única excepción reside en Mazarrón, en donde las rocas calizas allí presentes sí cumplen con la acción de filtrado de agua marina
Si no queda otra opción, una desaladora puede tomar agua de la costa, pero debe purificarla previamente con una serie de tratamientos que encarecen el valor final del agua tratada. Este es el caso de las desaladoras de las Islas Canarias, cuyos caudales sólo son rentables para el abastecimiento urbano.
Desde este punto de vista, la Región no ofrece las condiciones para una desalación rentable. Según expertos en Geología, el 75% de litoral murciano se encuentra ocupado por terrenos impermeables que hacen de barrera entre el mar y los acuíferos. Esto es lo que ocurre desde Cabo Tiñoso hasta Cabo de Palos, donde afloran capas de pizarras. En el Mar Menor, dos fallas que convergen en la desembocadura del Albujón hacen el mismo efecto.
En la costa de Águilas, las rocas que están en contacto con los acuíferos de la zona y el Mediterráneo presentan una baja permeabilidad, ya que se tratan de arenas y gravas con arcillas, lo que impide extraer grandes volúmenes de agua. La única excepción reside en Mazarrón, en donde las rocas calizas allí presentes sí cumplen con la acción de filtrado de agua marina