The University requests a law to recover the areas prone to floods

Tue, 27/04/2004

Levante

Los geógrafos advierten de que el desarollo urbanístico desordenado ha disparado el riesgo
F. La Universidad de Alacant ha reclamado en la última publicación dirigida por los catedráticos Antonio Gil Olcina, Antonio Rico y Jorge Olcina la necesidad de que el Gobierno elabore con urgencia una Ley Marco de Riesgos Naturales que permita recuperar los terrenos urbanizados que presentan alto riesgo de inundación, o de sufrir un desastre natural.
El feroz desarrollo urbano de la provincia en los últimos 20 años ha provocado que la amenaza se haya disparado y en estos momentos el 7% del territorio provincial -42.000 hectáreas- presenta un riesgo altísimo de sufrir un desastre natural, principalmente una inundación, según recoge el libro «Aguaceros, aguaduchos e inundaciones en áreas urbanas alicantinas», que acaba de editar el servicio de publicaciones de la Universidad. El texto presenta el trabajo de una serie de profesores del Campus desarrollado en los últimos tres años «en los que la ocupación del suelo ha sido alarmante», según denunciaron ayer Jorge Olcina y Antonio Rico, coordinadores del libro donde que ofrece informes y cartografía de todo tipo sobre la situación de la provincia.
Estos geógrafos abogan por la aplicación a rajatabla del Patricova -un plan contra las inundaciones en vigor mediante decreto desde enero de 2003- que recoge actuaciones legislativas y de infraestructuras. En su punto de mira los ayuntamientos «que son los auténticos responsables de la ocupación de los suelos que hoy presentan riesgo de sufrir un desastre natural», subrayaron los catedráticos.
En este sentido, Jorge Olcina recordó ayer que «prueba del aumento del riesgo de inundación en la provincia la encontramos en la gota fría que sacudió la Vega Baja hace un par semanas con inundaciones en la zona de Campoamor y La Zenia -Orihuela- Torrevieja, Almoradí. Precisamente áreas que junto a Benidorm y el norte del litoral de El Campello han sufrido un gran proceso de ocupación de suelos con riesgo», aseveró Jorge Olcina. Lo cierto es que la amenaza de inundación no es imputable a un aumento de los episodios de lluvias, sino al incremento de las acciones del hombre que han dejado vulnerable el terreno. Según los coordinadores del libro, «se actúa desde la ignorancia a la hora de urbanizar ya que los fenómenos naturales deben ser inventariados, cartografiados y valorados. Es necesario también mejorar la educación ambiental y territorial de la población».
Para la Universidad, urge la necesidad de que «el Gobierno, a través del Ministerio de Medio Ambiente, se plantee con seriedad la redacción de una Ley Marco de Riesgos Naturales que subordine las actuaciones territoriales a las condiciones del medio donde vayan a tener lugar, que obligue a realizar evaluaciones de riesgo en estos casos y que contemple la posibilidad de recuperar los terrenos ocupados indebidamente por la acción del hombre», apuntan los profesores Olcina, Rico y Giménez Ferrer, que denuncian que el anterior Gobierno no actuó de esta forma en la propuesta de Estrategia de Desarrollo Sostenible presentada a comienzos de 2002.