Spain and sea water desalination

Mon, 26/04/2004

ABC

Últimamente se ha puesto de moda hablar de la desalación del agua de mar, pero este tipo de plantas lleva instalándose desde los años 60 en España y en el resto del mundo. Concretamente algunas islas del archipiélago canario se suministran exclusivamente de agua desalada desde hace más de veinte años, al carecer de recursos naturales. En las islas es completamente natural hablar de «la potabilizadora», el agua desalada forma parte de su vida cotidiana y las plantas desaladoras son vistas con toda naturalidad, pues llevan años dependiendo de ellas. Si comparamos la primera planta instalada en la isla de Lanzarote en el año 1966, con las que se están construyendo hoy, la tecnología de desalación ha cambiado de forma radical.Las mejoras se pueden concretar en aspectos tales como la reducción de los costos de las instalaciones, que ha pasado a ser la mitad en moneda constante, de forma que, la planta desaladora con tecnología de los años 70, costaría hoy más del doble de lo que cuesta la misma planta con la tecnología actual. Otra mejora importante es la reducción del consumo energético. Las plantas actuales consumen la décima parte de lo que consumían en los años 70, esto gracias a las medidas de ahorro energético, a los cambios en la tecnología de desalación y a la mejora de rendimientos de los equipos que la componen. Las plantas desaladoras, como toda actividad humana, consumen energía. Esta energía es eléctrica, por lo cual están conectadas a la red eléctrica nacional.En la actualidad, el consumo energético es muy bajo. Obtener un litro de agua desalada necesita la misma energía que una bombilla de 60 vatios encendida durante tres minutos. ¿Es posible reducir aún más este consumo? Como se puede comprender es tan bajo que ya hay poco margen, no obstante con los nuevos recuperadores de energía y las nuevas generaciones de membranas de desalación, es posible alguna reducción más aunque pequeña, equivalente a que la bombilla esté encendida dos minutos y medio en vez de tres aproximadamente.Otra mejora es la minimización de los impactos ambientales propios de la desaladoras. Me refiero al impacto visual y de ruidos, han pasado de ser «fábricas» por el aspecto que presentaban y los ruidos que hacían, a estar integradas en el entorno, urbano en ocasiones e incluso en zonas de alto nivel turístico, sin que los que viven en sus alrededores sufran molestias, de manera que ni saben que ese edificio alberga una planta desaladora. Otro impacto que se ha minimizado es la descarga de salmuera. Gracias a estudios llevados a cabo durante varios años en colaboración entre Universidades, centros oficiales del Ministerio de Medio Ambiente, empresas instaladoras y empresas explotadoras, se ha llegado a soluciones técnicas que han minimizado el impacto en el mar de las descargas hasta valores que hacen prácticamente indetectable su efecto. En este campo España es pionera, siendo una referencia para otros países. Concretamente desde EE.UU. y Países Árabes se ha consultado a empresas españolas y al Ministerio sobre la forma de minimizar estos impactos y nuestros avances están siendo tomados como modelos en otras partes.Otro aspecto importante, y como consecuencia de los anteriores, es la reducción en el costo de producción del agua desalada. En la actualidad el precio de producción de un metro cúbico de agua desalada está entre 0,5 y 0,6. Es decir, lo que cuesta comprar un litro de agua embotellada en la tienda, es lo que cuesta producir mil litros de agua desalada. Este precio incluye todos los costos incluso el de amortización de la inversión (capital más intereses).Finalmente decir que las plantas desaladoras son fiables, seguras, económicas y con un reducido impacto ambiental. Lo que sería muy positivo es que la energía eléctrica que van a consumir estas plantas, se produjese mediante energías alternativas, pues de esta forma, el incremento de consumo energético sobre el total nacional, no significaría ningún impacto medioambiental, al contrario vendría a mejorar la media nacional de la producción eléctrica por energías alternativas.Finalmente señalar algo que no es conocido por la mayoría de las personas y es que la tecnología española en desalación es sin duda puntera en el mundo, estando presente en países tales como EE.UU., Israel, Argelia, Marruecos, Túnez, Chile, México y países del Golfo Pérsico, entre otros