La Agencia Catalana del Agua ha calculado que el déficit hídrico de Cataluña en 2012 será de 304 hectómetros cúbicos anuales. El Ródano podría aportar hasta 450
MADRID. Mucho se ha hablado en los últimos días de las compensaciones en forma de agua para Murcia y la Comunidad Valenciana tras el anuncio del presidente del Gobierno de que en pocas semanas aprobará un decreto ley a través del que se derogará el capítulo de la Ley de Plan Hidrológico Nacional relativo al trasvase del Ebro. La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, incluso se ha ofrecido a exponer en primer lugar a estas Comunidades su plan alternativo al trasvase. Pero dentro de las Comunidades del arco mediterráneo receptoras del trasvase del Ebro están también Andalucía y Cataluña. En la primera ha sido el propio secretario provincial del PSOE en Almería, Martín Soler, el que ha explicado que se duplicará la cantidad de agua prometida por el trasvase principalmente a través de desaladoras y, en menor parte, del reciclado de aguas residuales. Se pasará de los 95 hectómetros cúbicos que iban a llegar a la provincia, vía transferencia del Ebro, a 160 hectómetros cúbicos procedentes de la desalación y otros 20 de la reutilización de aguas depuradas, según recoge la alternativa socialista.Pero qué pasa con Cataluña. El trasvase del Ebro iba a dejar en las Cuencas Internas de Cataluña 190 hectómetros cúbicos, pero la alternativa socialista sólo plantea 150, obtenidos a partes iguales del ahorro por modernización de infraestructuras y mejora de la gestión, de la reutilización de aguas residuales y de la desalación. Sin embargo, esto es lo que sustituye al trasvase, pero incluso sumando el agua obtenida de las otras actuaciones contenidas en el Plan Hidrológico Nacional y que el Gobierno actual se ha comprometido a poner en marcha, la Agencia Catalana del Agua calculó que el déficit hídrico de Cataluña en 2012 será de 304 hectómetros cúbicos anuales.Complementario al del EbroPor este motivo desde Cataluña se ha demandado un trasvase complementario al del Ebro, el del Ródano, cuyo proyecto la Generalitat llegó a presentar al Ministerio de Medio Ambiente. Una vez conformado el nuevo Gobierno de la Generalitat, las primeras voces demandando de nuevo la transferencia desde el Ródano han venido desde CiU. Durán i Lleida se refirió expresamente a esta infraestructura durante el debate de investidura de Rodríguez Zapatero cuando reclamaba una mayor inversión pública en Cataluña.Por el momento, la ministra de Medio Ambiente, preguntada por si tras la derogación del capítulo de la transferencia desde el Ebro se mantendrá la disposición que garantiza el estudio del trasvase desde otras cuencas -en alusión clara al Ródano pues el texto se incluyó en el PHN como contrapartida al apoyo prestado por CiU al PP para su aprobación en el Congreso- contestó que «hoy por hoy sólo está previsto derogar el capítulo relativo al trasvase del Ebro». Es más, aseguró que hay muchas medidas recogidas en el Plan Hidrológico que es necesario llevar adelante, pues el anterior Gobierno se centró sólo en «preparar la ejecución del trasvase del Ebro».Este proyecto permitiría llevar un caudal de 10 a 15 metros cúbicos por segundo (300-450 hectómetros cúbicos anuales) a través de un acueducto subterráneo de unos 316 kilómetros de longitud -195 discurrirían por Francia y 121 en España- desde Montpellier hasta la planta potabilizadora de Cardedeu. En este proyecto llevan trabajando desde hace años el consorcio frances BRL (Bajo Ródano Languedoc), que explota una concesión del agua del Ródano, y la empresa pública Aguas del Ter-Llobregat (ATLL), que suministra agua a unos 4,4 millones de habitantes en las comarcas del Barcelonés, el Maresme, el Bajo Llobregat, Alto Penedés, El Garraf, Vallés Oriental y la Anoia. Esto es, el área metropolitana de Barcelona y su cinturón.Las principales bondades de esta infraestructura es que eliminaría la presión sobre el Ter y el Llobregat, ríos que junto a los acuíferos aportan los recursos para el abastecimiento de esta área. Y es que el problema del área metropolitana de Barcelona a corto plazo no es tanto de cantidad sino de calidad, aunque también hay que tener en cuenta la garantía de suministro. Diversos estudios realizados por ATLL han llegado a la conclusión de que uno de cada diez años no se puede satisfacer la demanda. Esta falta de garantía se reproduce cíclicamente, por lo que el trasvase del Ródano haría que el área de Barcelona no se viera afectada por las sequías. No obstante, los inconvenientes radican en su coste, más de 900 millones de euros para un caudal de 300 hectómetros y algo más de 1.200 millones para un caudal de 450, según cálculos de BRL, y que en ningún caso el agua podrá ir para regadío, sólo abastecimiento y uso industrial