City Council say water quality is better than that marked by the laws
Thu, 22/04/2004
La Concejalía de Medio Ambiente aseguró ayer que las aguas del Manzanares bajan limpias, “con una calidad por encima de lo que exige la ley”, que por ellas nadan 10.000 peces y viven 4.000 aves, y discrepa frontalmente de un informe que asegura que el río está contaminado. Este informe, encargado por responsables municipales de Urbanismo, no sólo consideraba que el río estaba polucionado, sino que su estado se podía calificar como de “catástrofe medioambiental”. Ante tal disparidad, la oposición exigió ayer que el Consistorio aclare “si el río está bien o mal”.
La concejal de Medio Ambiente, Paz González, del PP, discrepó ayer en la comisión municipal de su área de ese informe, elaborado por la empresa Ginprosa. La edil manifestó que las aguas fecales del río no se mezclan con las otras, tal y como mantenía el estudio.
González manifestó que el Manzanares está sujeto a estudios analíticos diarios y que la calidad del agua que viaja por su cauce “está por encima de los parámetros que exige la ley”. A pesar de esto, la edil añadió que las obras de reforma de la M-30, que prevén soterrar más de 10 kilómetros de esta vía, son “fundamentales” porque con ello se va a “conseguir reforzar las infraestructuras de saneamiento necesarias para tratar todas las aguas pluviales”. La edil de Medio Ambiente añadió que esta reforma permitirá controlar las avenidas y que una vez acabadas, ni siquiera una “tromba de agua” será capaz de variar la calidad de las aguas del Manzanares.
El informe hecho público a mediados del presente mes afirmaba que el Manzanares se encontraba en una situación que calificaba de “catástrofe medioambiental”. El estudio añadía que, dado el nivel de embotamiento de determinados aliviaderos, las aguas fecales, en algunas ocasiones, se mezclaban con las aguas normales.
Dada esta disparidad de criterios, los grupos de la oposición municipal, PSOE e IU, pidieron ayer al gobierno municipal, al término de la comisión informativa, que aclare de una vez si las aguas del Manzanares están en perfectas condiciones o no.
El concejal socialista Pedro Zerolo, portavoz de su grupo en la comisión informativa de Medio Ambiente, señaló ayer que las afirmaciones de González “contradicen de forma evidente el informe de Ginprosa”. Y exigió que “se diga la verdad a los ciudadanos” sobre el estado definitivo del río. El edil socialista solicitó la comparecencia conjunta del gerente de Ginprosa y de la concejal Paz González para que aclaren la situación.
“Bajo sospecha”
“Lo que está claro”, añadió, “es que si la concejal tiene razón y el río está bien, ha habido una filtración interesada del informe sobre la situación catastrófica del río para eludir la declaración de impacto ambiental en las obras de la M-30”, y si esa catástrofe es cierta “los técnicos y responsables de Medio Ambiente quedan bajo sospecha”.
Por su parte, la portavoz de IU en la comisión, Concha Denche, aseguró que se ha generado “alarma entre la ciudadanía con un informe sin rigor alguno que sólo busca excusas para ejecutar una reforma de la M-30 insostenible desde el punto de vista social, medioambiental y económico”.
Denche sospecha que el documento entregado ayer en la comisión por Paz González es “incompleto”, ya que en él no figura el diagnóstico según el cual la situación del río es de catástrofe ambiental.
Dentro de la comisión municipal, González aseguró que el Manzanares cuenta con cinco puntos de control a lo largo de la calidad. “Y estos puntos transmiten datos de la calidad del agua a través de fibra óptica al centro de control de Viveros”, explicó González. Aparte de estos informes y análisis hechos permanentemente por el Ayuntamiento, la Confederación Hidrográfica del Tajo hace controles semanales, añadió la edil de Medio Ambiente.
Ante las críticas de la oposición, González explicó su apoyo a la reforma de la M-30 prevista por el alcalde: “Esta reforma nos va a permitir acometer la instalación de nuevos colectores. Los actuales pueden asumir hasta cuatro veces más de las aguas pluviales que caen de una temporada normal, pero Madrid debe estar preparada para todo”.
Por el Manzanares fluyen hoy tres partes de aguas pluviales y una de aguas negras previamente depuradas. Es la proporción que la ley exige para zonas naturales de especial sensibilidad, aunque este río no tiene tal consideración. A pesar de eso “el objetivo municipal es que esta proporción sea de siete a uno”, dijo González.
La concejal de Medio Ambiente, Paz González, del PP, discrepó ayer en la comisión municipal de su área de ese informe, elaborado por la empresa Ginprosa. La edil manifestó que las aguas fecales del río no se mezclan con las otras, tal y como mantenía el estudio.
González manifestó que el Manzanares está sujeto a estudios analíticos diarios y que la calidad del agua que viaja por su cauce “está por encima de los parámetros que exige la ley”. A pesar de esto, la edil añadió que las obras de reforma de la M-30, que prevén soterrar más de 10 kilómetros de esta vía, son “fundamentales” porque con ello se va a “conseguir reforzar las infraestructuras de saneamiento necesarias para tratar todas las aguas pluviales”. La edil de Medio Ambiente añadió que esta reforma permitirá controlar las avenidas y que una vez acabadas, ni siquiera una “tromba de agua” será capaz de variar la calidad de las aguas del Manzanares.
El informe hecho público a mediados del presente mes afirmaba que el Manzanares se encontraba en una situación que calificaba de “catástrofe medioambiental”. El estudio añadía que, dado el nivel de embotamiento de determinados aliviaderos, las aguas fecales, en algunas ocasiones, se mezclaban con las aguas normales.
Dada esta disparidad de criterios, los grupos de la oposición municipal, PSOE e IU, pidieron ayer al gobierno municipal, al término de la comisión informativa, que aclare de una vez si las aguas del Manzanares están en perfectas condiciones o no.
El concejal socialista Pedro Zerolo, portavoz de su grupo en la comisión informativa de Medio Ambiente, señaló ayer que las afirmaciones de González “contradicen de forma evidente el informe de Ginprosa”. Y exigió que “se diga la verdad a los ciudadanos” sobre el estado definitivo del río. El edil socialista solicitó la comparecencia conjunta del gerente de Ginprosa y de la concejal Paz González para que aclaren la situación.
“Bajo sospecha”
“Lo que está claro”, añadió, “es que si la concejal tiene razón y el río está bien, ha habido una filtración interesada del informe sobre la situación catastrófica del río para eludir la declaración de impacto ambiental en las obras de la M-30”, y si esa catástrofe es cierta “los técnicos y responsables de Medio Ambiente quedan bajo sospecha”.
Por su parte, la portavoz de IU en la comisión, Concha Denche, aseguró que se ha generado “alarma entre la ciudadanía con un informe sin rigor alguno que sólo busca excusas para ejecutar una reforma de la M-30 insostenible desde el punto de vista social, medioambiental y económico”.
Denche sospecha que el documento entregado ayer en la comisión por Paz González es “incompleto”, ya que en él no figura el diagnóstico según el cual la situación del río es de catástrofe ambiental.
Dentro de la comisión municipal, González aseguró que el Manzanares cuenta con cinco puntos de control a lo largo de la calidad. “Y estos puntos transmiten datos de la calidad del agua a través de fibra óptica al centro de control de Viveros”, explicó González. Aparte de estos informes y análisis hechos permanentemente por el Ayuntamiento, la Confederación Hidrográfica del Tajo hace controles semanales, añadió la edil de Medio Ambiente.
Ante las críticas de la oposición, González explicó su apoyo a la reforma de la M-30 prevista por el alcalde: “Esta reforma nos va a permitir acometer la instalación de nuevos colectores. Los actuales pueden asumir hasta cuatro veces más de las aguas pluviales que caen de una temporada normal, pero Madrid debe estar preparada para todo”.
Por el Manzanares fluyen hoy tres partes de aguas pluviales y una de aguas negras previamente depuradas. Es la proporción que la ley exige para zonas naturales de especial sensibilidad, aunque este río no tiene tal consideración. A pesar de eso “el objetivo municipal es que esta proporción sea de siete a uno”, dijo González.