The UN remembers that 2,600 million people follow without having latrines
Fri, 19/11/2010
La ONU ha denunciado que 2.600 millones de personas siguen sin tener acceso a letrinas pese a que el derecho al saneamiento es uno de los derechos humanos fundamentales.
"El saneamiento es fundamental para la supervivencia humana y para poder llevar una vida digna", señaló el Comité de la ONU soe Derechos Económicos, Sociales y Culturales coincidiendo con el Día Mundial de la Letrina, que se celea mañana.
"Todas las personas, sin discriminación, deben tener acceso físico y poder permitirse económicamente contar con algún tipo de saneamiento que sea seguro, higiénico, social y culturalmente aceptable y que proporcione privacidad y dignidad", señalaron los expertos del Comité en un comunicado.
Sin embargo, denuncian que el saneamiento "es un asunto ampliamente ignorado a pesar de que 2.600 millones de personas no tienen acceso y que más de un millón no tienen otra opción que defecar a cielo abierto".
El impacto de esta carencia afecta de forma desproporcionada a los países pobres, y dentro de ellos a las personas más desfavorecidas.
"En los países en desarrollo, hasta el 80 por ciento de las aguas fecales quedan sin tratar y van directamente a lagos, ríos y océanos. Como consecuencia directa de ello, la diarrea es la segunda causa de muerte entre los niños menores de cinco años", señalaron.
La falta de saneamiento también tiene un impacto negativo en la educación, especialmente de las niñas, ya que los menores no van al colegio porque allí son presa fácil de enfermedades debido al saneamiento inadecuado.
"Y, soe todo, las niñas no van al colegio en muchas partes del mundo por falta de letrinas o porque no las hay separadas de las de chicos", agregó el Comité.
La relatora de la ONU para el Derecho al Agua y al Saneamiento, Catarina de Alburquerque, también se sumó a esta denuncia al señalar que "la crisis de saneamiento es uno de los desafíos más directos de nuestros tiempos".
"El saneamiento ya no es una cuestión de caridad. Al entenderlo como un derecho humano, lo situamos entre las obligaciones legales que comprometen a los Estados", añadió.
La experta lamentó, sin embargo, que a pesar de ello "el saneamiento es uno de los Objetivos del Desarrollo del Milenio establecidos por la ONU que van más retrasados, y las recientes estimaciones calculan que entre 2006 y 2008, 100 millones de personas adicionales quedaron sin acceso a un mejor saneamiento".
"El saneamiento es fundamental para la supervivencia humana y para poder llevar una vida digna", señaló el Comité de la ONU soe Derechos Económicos, Sociales y Culturales coincidiendo con el Día Mundial de la Letrina, que se celea mañana.
"Todas las personas, sin discriminación, deben tener acceso físico y poder permitirse económicamente contar con algún tipo de saneamiento que sea seguro, higiénico, social y culturalmente aceptable y que proporcione privacidad y dignidad", señalaron los expertos del Comité en un comunicado.
Sin embargo, denuncian que el saneamiento "es un asunto ampliamente ignorado a pesar de que 2.600 millones de personas no tienen acceso y que más de un millón no tienen otra opción que defecar a cielo abierto".
El impacto de esta carencia afecta de forma desproporcionada a los países pobres, y dentro de ellos a las personas más desfavorecidas.
"En los países en desarrollo, hasta el 80 por ciento de las aguas fecales quedan sin tratar y van directamente a lagos, ríos y océanos. Como consecuencia directa de ello, la diarrea es la segunda causa de muerte entre los niños menores de cinco años", señalaron.
La falta de saneamiento también tiene un impacto negativo en la educación, especialmente de las niñas, ya que los menores no van al colegio porque allí son presa fácil de enfermedades debido al saneamiento inadecuado.
"Y, soe todo, las niñas no van al colegio en muchas partes del mundo por falta de letrinas o porque no las hay separadas de las de chicos", agregó el Comité.
La relatora de la ONU para el Derecho al Agua y al Saneamiento, Catarina de Alburquerque, también se sumó a esta denuncia al señalar que "la crisis de saneamiento es uno de los desafíos más directos de nuestros tiempos".
"El saneamiento ya no es una cuestión de caridad. Al entenderlo como un derecho humano, lo situamos entre las obligaciones legales que comprometen a los Estados", añadió.
La experta lamentó, sin embargo, que a pesar de ello "el saneamiento es uno de los Objetivos del Desarrollo del Milenio establecidos por la ONU que van más retrasados, y las recientes estimaciones calculan que entre 2006 y 2008, 100 millones de personas adicionales quedaron sin acceso a un mejor saneamiento".