La DGA se opone a recortar el regadío para poder ampliar el caudal del Delta
Wed, 15/09/2010
El Gobierno de Aragón se opone a ampliar el caudal ecológico del Delta del Ebro si eso supone tener que recortar los regadíos actuales o futuros de la Comunidad. La DGA apuesta por fijar los caudales de toda la cuenca con la participación de todas sus comunidades, pero pide fórmulas para que esos volúmenes de agua no se obtengan de los usos agrícolas.
El Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino va a desbloquear, por fin, el proceso de elaboración de los nuevos planes hidrológicos de cuenca, entre ellos el del Ebro. Lo hará con dos años de retraso, pero al menos esa decisión permitirá despejar una de las principales incógnitas planteadas: la postura del Gobierno central sobre el caudal ecológico del Delta.
Hasta ahora, el Ministerio y la CHE han mantenido un mutismo absoluto al respecto, lo que no significa que no estén trabajando en ello. No obstante, ese silencio contrasta con la propuesta defendida por Cataluña, que en función de si el año hidrológico es bueno o malo duplica, triplica e incluso cuadruplica los 100 metros cúbicos por segundo (m /s) fijados actualmente como referencia.
Los regantes y varias comunidades -entre ellas, Aragón- temen que Medio Ambiente ceda a las presiones de la Generalitat y apueste por un régimen de caudales ecológicos que condicione en gran medida las concesiones situadas aguas arriba del Delta. Por eso resulta preocupante que ayer el diario "El País" publicase, citando fuentes próximas al proceso de planificación, que el Ministerio planea duplicar el caudal mínimo actual dejándolo en una media de 200 m /s -la cifra oscilará en función de la época del año-.
El secretario de Estado de Agua y Medio Rural ni confirmó ni desmintió esa información. "No se queden con el titular, estamos trabajando en la planificación de las cuencas pero no hay más agua que la disponible en los cauces", dijo Josep Puxeu, enigmático. Por su parte, fuentes de la CHE aseguraron que el organismo de cuenca todavía no tiene cerrada su propuesta de caudales ambientales para el Delta del Ebro. "Lo que se puede decir es que todavía no hay ninguna cifra y que la Confederación no está trabajando con la cifra publicada hoy ", insistieron las mismas fuentes.
Hay que recordar que la decisión sobre los caudales ambientales del Delta la tomará el Consejo del Agua de la demarcación, órgano en el que están representados a partes iguales el Estado, las comunidades autónomas y los usuarios. Eso significa que el Gobierno central no puede sacarla adelante solo, pero al mismo tiempo a nadie se le escapa que el PSOE puede forzar a las autonomías de su mismo color político a apoyar lo que el Ministerio decida -sobre todo si previamente lo ha pactado con Cataluña-.
En el plan de cuenca vigente los caudales mínimos son una referencia provisional que no afecta a las concesiones preexistentes. Sin embargo, la Directiva Marco del Agua obliga a fijar un régimen de caudales ecológicos para cada tramo de río que se considerará una restricción previa al resto de usos a excepción del abastecimiento. A falta de que se concreten las cifras, todos los estudios que se han ido realizando coinciden en que los nuevos caudales ambientales serán superiores a los actuales. Si se confirma que Medio Ambiente apuesta por duplicar los 100 m /s del Delta y esa propuesta se aprueba en el Consejo del Agua de la demarcación, las concesiones de toda la cuenca se verán condicionadas.
Como contrapartida, será todavía más difícil justificar un trasvase a otras cuencas, porque el agua no utilizada estará reservada para conservar los ríos. Por eso el vicepresidente tercero del Gobierno valenciano, Juan Cotino, criticó ayer que se eleve el caudal del Delta.
Las afecciones sobre los usos actuales del agua se conocerán cuando se haga público el planteamiento del Ministerio. Como puede obSI finalmente se cumplen los cálculos de Medio Ambiente para el caudal ecológico del Delta, los aragoneses veríamos comprometido el uso del agua del Ebro, sobre todo, en períodos de sequía y/o estiaje. Duplicar el caudal que baja por el azud de Xerta supone vaciar muchos pantanos, dejar en el aire regadíos ya previstos y poner en solfa la reserva estratégica para usos futuros en Aragón que contempla nuestro Estatuto de Autonomía. Y todo esto, sin que grandes obras hidráulicas como el recrecimiento de Yesa o Biscarrués hayan avanzado gran cosa -se acaba de aprobar la declaración de impacto ambiental del primero y la del segundo lleva ya o año de retraso-. En situación económica tan adversa no se vislumbra el día en que esos proyectos se conviertan en realidad.
La cercanía de las elecciones catalanas puede ser la explicación de la postura del Ministerio, un cálculo que, desde luego, resulta negativo para los intereses de Aragón y muy positivo para nuestros vecinos del Este. A mi entender, tales magnitudes solo pueden tener una interpretación positiva: desde luego, cerrarían la puerta a cualquier nuevo proyecto de trasvase con destino a Levante. No habría agua suficiente.
En el gráfico adjunto, los 200 m /s de caudal mínimo para el Delta se habrían podido atender en 20 de los últimos 25 años. No obstante, hay que tener en cuenta que tanto el cambio climático como las regulaciones y los regadíos pendientes harán que la aportación del Ebro se reduzca todavía más.
El borrador del plan de cuenca que ultima la CHE recoge explícitamente la reserva estratégica de 850 hm prevista en el Pacto del Agua y en el Estatuto de Autonomía de Aragón, por lo que a priori esa garantía no sufrirá cambios. Sin embargo, si hay que recortar concesiones es muy probable que la Comunidad sea la más afectada por tener más regadíos y embalses.
En este sentido, el director del Instituto Aragonés del Agua, Rafael Izquierdo, avisó ayer de que la DGA se opondrá "frontalmente" a que la ampliación del caudal ecológico del Delta se haga "a costa de los regadíos presentes o futuros de Aragón". Izquierdo no entró a valorar la posibilidad de que se eleve a 200 m /s "porque habría que ver cómo encajaría con los caudales ecológicos del resto de la cuenca", pero adelantó que se va a dirigir por carta a la CHE y a Medio Ambiente para pedir información sobre lo publicado. Por su parte, el portavoz del PP en las Cortes, Eloy Suárez, anunció que pedirá la comparecencia del presidente aragonés. "Cataluña le está robando el agua a Aragón y Marcelino Iglesias ni se entera, pero lo peor es que aunque se enterara no haría nada -criticó-. Una vez más Iglesias se va a rendir ante Madrid y Cataluña porque lo único que le preocupa es su sillón". El presidente de la Federación de Comunidades de Regantes del Ebro (Ferebro), César Trillo, sostuvo ayer que duplicar el caudal mínimo del Delta "es una barbaridad". "Pasar de 100 a 110 m ya crearía problemas, y superar esa cifra es imposible sin romperlo todo, la cuenca no aguanta más", aseguró el también presidente de Riegos del Alto Aragón. Ferebro ya comunicó en julio al Ministerio de Medio Ambiente que no apoyará el nuevo plan de cuenca, y ayer Trillo se ratificó en esta postura. "Cada vez estoy más convencido de que el Gobierno va a aprobarlo sin el apoyo de los usuarios y con la disciplina de voto de sus comunidades autónomas, pero sacarlo adelante así será como hacerlo por decreto", criticó. 3 /s
El Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino va a desbloquear, por fin, el proceso de elaboración de los nuevos planes hidrológicos de cuenca, entre ellos el del Ebro. Lo hará con dos años de retraso, pero al menos esa decisión permitirá despejar una de las principales incógnitas planteadas: la postura del Gobierno central sobre el caudal ecológico del Delta.
Hasta ahora, el Ministerio y la CHE han mantenido un mutismo absoluto al respecto, lo que no significa que no estén trabajando en ello. No obstante, ese silencio contrasta con la propuesta defendida por Cataluña, que en función de si el año hidrológico es bueno o malo duplica, triplica e incluso cuadruplica los 100 metros cúbicos por segundo (m /s) fijados actualmente como referencia.
Los regantes y varias comunidades -entre ellas, Aragón- temen que Medio Ambiente ceda a las presiones de la Generalitat y apueste por un régimen de caudales ecológicos que condicione en gran medida las concesiones situadas aguas arriba del Delta. Por eso resulta preocupante que ayer el diario "El País" publicase, citando fuentes próximas al proceso de planificación, que el Ministerio planea duplicar el caudal mínimo actual dejándolo en una media de 200 m /s -la cifra oscilará en función de la época del año-.
El secretario de Estado de Agua y Medio Rural ni confirmó ni desmintió esa información. "No se queden con el titular, estamos trabajando en la planificación de las cuencas pero no hay más agua que la disponible en los cauces", dijo Josep Puxeu, enigmático. Por su parte, fuentes de la CHE aseguraron que el organismo de cuenca todavía no tiene cerrada su propuesta de caudales ambientales para el Delta del Ebro. "Lo que se puede decir es que todavía no hay ninguna cifra y que la Confederación no está trabajando con la cifra publicada hoy ", insistieron las mismas fuentes.
Hay que recordar que la decisión sobre los caudales ambientales del Delta la tomará el Consejo del Agua de la demarcación, órgano en el que están representados a partes iguales el Estado, las comunidades autónomas y los usuarios. Eso significa que el Gobierno central no puede sacarla adelante solo, pero al mismo tiempo a nadie se le escapa que el PSOE puede forzar a las autonomías de su mismo color político a apoyar lo que el Ministerio decida -sobre todo si previamente lo ha pactado con Cataluña-.
En el plan de cuenca vigente los caudales mínimos son una referencia provisional que no afecta a las concesiones preexistentes. Sin embargo, la Directiva Marco del Agua obliga a fijar un régimen de caudales ecológicos para cada tramo de río que se considerará una restricción previa al resto de usos a excepción del abastecimiento. A falta de que se concreten las cifras, todos los estudios que se han ido realizando coinciden en que los nuevos caudales ambientales serán superiores a los actuales. Si se confirma que Medio Ambiente apuesta por duplicar los 100 m /s del Delta y esa propuesta se aprueba en el Consejo del Agua de la demarcación, las concesiones de toda la cuenca se verán condicionadas.
Como contrapartida, será todavía más difícil justificar un trasvase a otras cuencas, porque el agua no utilizada estará reservada para conservar los ríos. Por eso el vicepresidente tercero del Gobierno valenciano, Juan Cotino, criticó ayer que se eleve el caudal del Delta.
Las afecciones sobre los usos actuales del agua se conocerán cuando se haga público el planteamiento del Ministerio. Como puede obSI finalmente se cumplen los cálculos de Medio Ambiente para el caudal ecológico del Delta, los aragoneses veríamos comprometido el uso del agua del Ebro, sobre todo, en períodos de sequía y/o estiaje. Duplicar el caudal que baja por el azud de Xerta supone vaciar muchos pantanos, dejar en el aire regadíos ya previstos y poner en solfa la reserva estratégica para usos futuros en Aragón que contempla nuestro Estatuto de Autonomía. Y todo esto, sin que grandes obras hidráulicas como el recrecimiento de Yesa o Biscarrués hayan avanzado gran cosa -se acaba de aprobar la declaración de impacto ambiental del primero y la del segundo lleva ya o año de retraso-. En situación económica tan adversa no se vislumbra el día en que esos proyectos se conviertan en realidad.
La cercanía de las elecciones catalanas puede ser la explicación de la postura del Ministerio, un cálculo que, desde luego, resulta negativo para los intereses de Aragón y muy positivo para nuestros vecinos del Este. A mi entender, tales magnitudes solo pueden tener una interpretación positiva: desde luego, cerrarían la puerta a cualquier nuevo proyecto de trasvase con destino a Levante. No habría agua suficiente.
En el gráfico adjunto, los 200 m /s de caudal mínimo para el Delta se habrían podido atender en 20 de los últimos 25 años. No obstante, hay que tener en cuenta que tanto el cambio climático como las regulaciones y los regadíos pendientes harán que la aportación del Ebro se reduzca todavía más.
El borrador del plan de cuenca que ultima la CHE recoge explícitamente la reserva estratégica de 850 hm prevista en el Pacto del Agua y en el Estatuto de Autonomía de Aragón, por lo que a priori esa garantía no sufrirá cambios. Sin embargo, si hay que recortar concesiones es muy probable que la Comunidad sea la más afectada por tener más regadíos y embalses.
En este sentido, el director del Instituto Aragonés del Agua, Rafael Izquierdo, avisó ayer de que la DGA se opondrá "frontalmente" a que la ampliación del caudal ecológico del Delta se haga "a costa de los regadíos presentes o futuros de Aragón". Izquierdo no entró a valorar la posibilidad de que se eleve a 200 m /s "porque habría que ver cómo encajaría con los caudales ecológicos del resto de la cuenca", pero adelantó que se va a dirigir por carta a la CHE y a Medio Ambiente para pedir información sobre lo publicado. Por su parte, el portavoz del PP en las Cortes, Eloy Suárez, anunció que pedirá la comparecencia del presidente aragonés. "Cataluña le está robando el agua a Aragón y Marcelino Iglesias ni se entera, pero lo peor es que aunque se enterara no haría nada -criticó-. Una vez más Iglesias se va a rendir ante Madrid y Cataluña porque lo único que le preocupa es su sillón". El presidente de la Federación de Comunidades de Regantes del Ebro (Ferebro), César Trillo, sostuvo ayer que duplicar el caudal mínimo del Delta "es una barbaridad". "Pasar de 100 a 110 m ya crearía problemas, y superar esa cifra es imposible sin romperlo todo, la cuenca no aguanta más", aseguró el también presidente de Riegos del Alto Aragón. Ferebro ya comunicó en julio al Ministerio de Medio Ambiente que no apoyará el nuevo plan de cuenca, y ayer Trillo se ratificó en esta postura. "Cada vez estoy más convencido de que el Gobierno va a aprobarlo sin el apoyo de los usuarios y con la disciplina de voto de sus comunidades autónomas, pero sacarlo adelante así será como hacerlo por decreto", criticó. 3 /s