Los agricultores de la cuenca del Segura proclaman que nadie tiene que darles lecciones

Mon, 25/08/2008

ABC

El Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura señala que la mayoría de sus regadíos se encuentran tecnificados y que aprovechan hasta la última gota de agua. Su presidente, Francisco del Amor, enfatiza no obstante que la sequía estructural de la cuenca, agravada por los últimos años de extrema escasez, está agravando la salinidad del suelo. «Es lo que más no preocupa, ya que nos vemos obligados a utilizar agua de pozos cada vez a mayor profundidad, que contiene hasta 3 y 4 gramos de sal por litro, cuando lo normal es un gramo», señala Del Amor. Según añade el presidente de los regantes, cada año se depositan miles de toneladas de sal con la actividad agrícola. El consumo medio oficial por hectárea y año en el Segura es de 4.200 metros cúbicos. Sólo hay que echar las cuentas. Del Amor cree que la única solución es cubrir la dotación asignada por ley del Trasvase Tajo-Segura.La salinización de los suelos es uno de los problemas más graves que afectan al regadío. De los 35.000 kilómetros cuadrados de suelos transformados que hay en España, un 3 por ciento sufre un grado severo de salinización, mientras que otro 15 por ciento presenta un riesgo creciente. La salinización provoca pérdidas de productividad que puede inhabilitar incluso los suelos para el cultivo, advierte el Ministerio. La figura del agricultor ecologista no hace mella en el presidente de los regantes, quien da por descontado que la superficie regable frena el avance del desierto en la Región de Murcia, Alicante y Almería. El documento contra la desertificación pone la lupa con insistencia en el mundo rural, ya que lo considera como el sector con más influencia en los procesos de desertificación.