Las obras del embalse de Ibiur siguen adelante y 'a buen ritmo'. La ministra de Medio Ambiente del Gobierno central, Cristina Narbona, visitó ayer las obras de esta construcción faraónica, que vendrá a paliar los problemas de abastecimiento de agua de cerca de 60.000 habitantes de Tolosaldea. Según informaron los responsables del proyecto, los problemas que arrastraba la infraestructura están resueltos, aunque en el camino se hayan acumulado unos meses más de retraso sobre el plan previsto. 'A finales de 2008' fue la expresión utilizada por la titular de la cartera de Medio Ambiente a la hora de pronosticar un final para las obras, lo que supone una demora añadida al límite establecido por la Confederación Hidrográfica del Norte, que auguró hace unos meses que las excavadoras terminarían su trabajo en verano de 2008. Sea como fuere, los trabajos de llenado demorarán la puesta en marcha definitiva hasta 2009. La ministra Narbona realizó la visita acompañado por el delegado del Gobierno español en el País Vasco y el subdelegado de Gipuzkoa, Paulino Luesma y Francisco Jordán, respectivamente; el presidente de la Confederación Hidrográfica del Norte, Jorge Marquínez; la consejera de Medio Ambiente del Gobierno Vasco, Esther Larrañaga; el presidente del Consorcio de Aguas de Gipuzkoa, Victoriano Gallastegi; el diputado socialista Manuel Huertas, y los alcaldes de Orendain, Ikaztegieta y Andoain, entre otros. 37 campos Todos escucharon atentamente las indicaciones del director de la obra de Ibiur, Imanol Pildain. El experto informó de que ya se ha finalizado la variante de acceso a Baliarrain y que la contrucción del muro de contención de la presa avanza 'a buen ritmo' gracias a un sistema pionero, llamado blondín o cable-grúa. Cuando las obras lleguen a su fin, Ibiur tendrá una longitud de 232 metros y una altura sobre el cauce de 63 metros, una capacidad de 7,53 hectómetros cúbicos, y una superficie de 37 campos de fútbol. 'La ejecución se vio claramente interrumpida y ralentizada por un problema de ubicación del material necesario. El problema se solucionó con la localización de una cantera -en Pamplona- para conseguir los áridos necesarios', explicó Cristina Narbona, quien mostró su 'satisfacción' porque la consecución del embalse, que tendrá un coste de 31,7 millones, entrará pronto en su fase final.
Se espera que Tolosaldea pueda beneficiarse de las aguas de la presa dentro de dos años