La mala calidad del agua del Turia obliga a parar 12 veces una potabilizadora de Valencia

Wed, 03/01/2007

Las Provincias

El problema de que llegue mucho caudal de agua con nitratos, comentó ayer el concejal del Ciclo Integral del Agua, Ramón Isidro Sanchis, es que el tratamiento se debe ralentizar hasta que los niveles lleguen a la normalidad y los filtros puedan seguir trabajando.
El complejo sistema de limpieza se inicia con una reja que captura los residuos flotantes y finaliza con unos filtros de arena y una dosis de cloro antes de que el agua entre en la red de distribución. No obstante, el proceso normal se altera cuando aparecen vertidos industriales o procedentes de la agricultura.
Sanchis matizó que el abastecimiento de agua potable a la ciudad no estuvo amenazado en ninguna de las doce incidencias registradas, aunque la mayor llegó a parar el sistema hasta doce horas.
“El incremento de aporte del río Turia que establece la Confederación supone también un mayor riesgo en cuanto a un posible problema de abastecimiento.” Con esto se quiso referir a que el caudal que llega de este río es más sucio que el agua del Júcar, potabilizada en Picassent y donde llega a través del canal Júcar-Turia.
Lo que sí han cuantificado los técnicos del Ayuntamiento es el mayor coste necesario para potabilizar el agua del Turia. El añadido está entre los 2 y los 2,5 céntimos de euro por cada metro cúbico de caudal. Como adelantó ayer LAS PROVINCIAS, el consumo en Valencia fue el pasado año de 46,65 hectómetros cúbicos, con un ahorro significativo por tercer año consecutivo.

Reclamación del coste

Esta cantidad de más que se gasta el Consistorio, debido a la decisión de la Confederación del Júcar, será reclama a la entidad de aguas, según aseguró el concejal, quien añadió que desde 2003 no ha dejado de aumentar el precio del agua que paga el Ayuntamiento de Valencia, que ha pasado de 2 céntimos a 5,42 por metro cúbico en 2006.
Esto se debe a que el Gobierno “ha tenido que pagar a los usuarios agrícolas para que cedan sus derechos sobre el agua, con el propósito de abastecer así a las poblaciones. Esos pagos suplementarios se han facturado también a Valencia”.
Por el contrario, el recibo ha subido “el IPC porque no queremos repercutir en los usuarios domésticos la mala gestión del agua que ha demostrado la Confederación y el ministerio”, añadió.
De cara a prevenir el perjuicio de nuevos vertidos que lleguen hasta la planta de tratamiento de Manises, el gobierno municipal presentó una enmienda a los Presupuestos del Estado, de cara a aprobar una tubería entre Ribarroja y la propia planta, que salve el tramo más complicado por la abundante presencia de campos e industrias.
La inversión rondaría los 120 millones de euros, aunque las esperanzas de que se tenga en cuenta son escasas. “Daría seguridad al suministro de Valencia, aunque no tenemos respuesta ninguna”.

Concesiones de Valencia

Acerca del suministro de la ciudad, las concesiones vigentes hablan de tres metros cúbicos por segundo desde la cuenca del Júcar y un metro cúbico por segundo del Turia, dos caudales que “sin embargo la Confederación está incumpliendo. En estos momentos están suministrando dos metros cúbicos del Turia y otro tanto del Júcar”.
Esto ha originado en los últimos meses un fuerte debate entre las dos instituciones. Además, la ciudad tiene una reserva gracias a las concesiones de 3 metros cúbicos por segundo del Júcar, tanto para Valencia como para las poblaciones del entorno metropolitano.
Sanchis añadió que es responsabilidad de la Delegación del Gobierno, a través del Seprona, el control de los vertidos en el Turia, por lo que demando más patrullas y tomas de muestras río arriba, antes de que el caudal llegue a la planta potabilizadora de Manises. “Se lo hemos pedido al delegado, Antoni Bernabé, para que este año no tengamos nuevos parones en el tratamiento”.