Ni habrá restricciones de agua ni se desperdiciará la sobrante de los pantanos en los años lluviosos. Ayer, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, presentó junto al vicepresidente primero y presidente del Canal de Isabel II, Ignacio González, el plan de recarga artificial de los acuíferos que se desarrollará durante los próximos cuatro años. Un proyecto que pretende hacer reversibles -de entrada y salida de agua- todos aquellos pozos que hasta ahora sólo servían para conseguir aguas subterráneas, contribuyendo así al mejor abastecimiento y conservación.
A partir de su puesta en marcha esta medida evitará que los madrileños tengan que escuchar machaconamente campañas que nos conciencien de ahorro de agua, a no ser que arrecien unos años de severa sequía, y que permitirá a la región contar con su propio abastecimiento del preciado líquido elemento.
Falta de infraestructuras
Sólo los habitantes de la Comunidad de Madrid consumen cada año 600 hectómetros cúbicos de agua, una cifra que, señaló Aguirre, no se ha visto incrementada con el aumento de población en la región. «El abastecimiento de agua potable ha sido un signo distintivo de progreso», indicó la presidenta para posteriormente añadir que «el problema de Madrid no es la falta de agua, sino la falta de infraestructuras para embalsarla».
Además, la responsable regional arremetió contra el ejecutivo de Zapatero del que dijo que «impide que nuestra comunidad disponga del agua que le correspondería por naturaleza» en referencia al trasvase de agua del Ebro. El sistema que se pondrá en marcha a partir de ahora prevé rellenar con el agua que sería desembalsada y devuelta a los ríos los acuíferos que hasta ahora tardaban entre tres y cuatro años en recobrar un nivel óptimo.
Así, será difícil que vuelva a repetirse una situación como la que vivió la región en el año 2004 en el que los excedentes de agua en los pantanos fueron desperdiciados justo un año antes de que llegase un periodo de intensa y persistente sequía. La recarga se centrará en aprovechar, en años de grandes aportaciones de agua, parte del líquido retenido en los embalses para posteriormente emplearlo tanto para consumo humano. La primera fase de este proyecto comenzará en 2007 con la elaboración de pruebas en pozos situados en las instalaciones de extracción de aguas subterráneas de Fuencarral, Canal Alto y Bajo y Zona Oeste.
Una vez comprobado el buen funcionamiento del sistema de recarga, se entra en una segunda fase, en ella, esta tecnología se instalará en otros veinte pozos del Canal, que se acondicionarán para la inyección de un caudal adicional de 20 a 30 hectómetros cúbicos al año. Por último, en una tercera fase que se pondrá en marcha a lo largo de un año más, ya en 2010, se procederá a la construcción de nuevos pozos reversibles en la región para alcanzar un objetivo de 40 a 50 hectómetros cúbicos anuales de recarga.