Las reservas de la cuenca del Ebro presentan una tendencia al alza y alcanza el 48 por ciento de su capacidad, casi un 6% más que el pasado año hidrológico, aunque persiste la sequía y los caudales de los ríos siguen en niveles bajos, sobre todo, en la cabecera y en el Noguera Ribagorzana.
Así lo señala el informe sobre la situación general de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), presentado hoy en una reunión de la junta de Gobierno de este organismo por su presidente, José Luis Alonso.
Alonso reconoció a los medios de comunicación que la cuenca continúa padeciendo la sequía y que sigue siendo especialmente desfavorable en la zona del Noguera Ribagorzana, que se considera en emergencia, según los indicadores establecidos en el Protocolo de Actuación en Sequía, por sus bajas reservas embalsadas.
En este sentido, Alonso avanzó que se última una obra de emergencia para abastecer los caudales de Piñana en invierno con el agua sobrante del Esera.
El otro punto de atención es el propio eje del Ebro, con bajos caudales en los ríos de la cabecera, lo que repercute en la evolución de reservas del embalse del Ebro (Cantabria) y en el descenso del volumen de agua del de Mequinenza, ya que el tramo bajo se encuentra en prealerta.
Así, Mequinenza se encuentra actualmente al 46 por ciento de su capacidad total que se sitúa en los 717 hectómetros cúbicos, 100 menos que el pasado año.
Tanto en la cabecera del Ebro como en la de las cuencas del Segre y las Nogueras, las precipitaciones acumuladas en los dos últimos meses se sitúan sobre un 25% por debajo de la media de pluviometría para estas zonas, según datos del Instituto Nacional de Meteorología.
En cabecera la evolución dependerá de las reservas nivales que se recojan en la zona Cantábrica en los próximos meses y que permitan aumentar las entradas de caudales en el embalse del Ebro.
Este mismo contexto se plantea para los de Ullívarri (río Zadorra, actualmente al 42%) y Urrúnaga (Santa Engracia, al 38%) y en general para los ríos no regulados de las cuencas del Bayas, Zadorra e Inglares, todos ellos en situación de emergencia por bajos caudales circulantes.
Como tendencia positiva se destaca la recuperación de las reservas de los sistemas de Riegos del Alto Aragón, en las cuenca del Gállego-Cinca y de los regadíos de Bardenas (ríos Aragón y Arbas), ambos en situación de normalidad.
El embalse de Yesa, en Bardenas, almacena 306 hm3, frente a los 122 del pasado 2005 y los de las cuencas del Gállego-Cinca alcanzan los 690,5 hm3, 221 hm3 más que el año pasado.
El presidente de la CHE también informó sobre la situación de las principales obras en marcha, entre las que destaca, respecto a la última Junta del pasado abril, el impulso dado a las licitaciones del recrecimiento de la presa de Santolea (río Guadalope, Teruel), de la presa de Soto-Terroba y del desbloqueo de Enciso (ambos en La Rioja), y la firma del convenio para la financiación del Canal Segarra-Garrigues con la Generalitat de Catalunya.
En la misma sesión, Alonso también dio cuenta de la licitación en el Canal de Navarra de los tramos 6 y 7A y 19A y el tramo 19B, con un presupuesto que supera los 92.100.000 euros.