Un informe mundial avala la gestión de los recursos hídricos en el País Vasco
Wed, 13/12/2006
El segundo informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hidráulicos, "El Agua, una responsabilidad compartida", destaca y valora la gestión de los recursos hídricos en el País Vasco, donde se asegura que se están implementando activamente políticas de gestión integral.
El análisis de las cuencas hidrográficas de la Comunidad Vasca es uno de los dieciséis estudios de casos de distintas partes del mundo que incluye el informe con el fin de examinar los retos relacionados con los recursos hídricos y proporcionar conocimientos obtenidos sobre el terreno acerca de las distintas facetas de la crisis del agua y sus respuestas de gestión.
El informe de la ONU ya fue presentado mundialmente en el Foro del Agua de México, pero hoy se ha dado a conocer su traducción al castellano, realizada gracias a la aportación de Expo Zaragoza 2008.
Este informe, de 570 páginas en su versión en castellano, incluye una sección con el análisis de dieciséis casos locales con el fin de sacar conclusiones para la elaboración de estrategias globales.
Se ha estudiado, además de las cuencas del País Vasco, la cuenca del Danubio (Europa central), las de Etiopía, las francesas, las de Japón, las de Kenia, el lago Peipsi/Chudskoe-Pskovskoe (Rusia-Estonia- Lituania), el lago Titicaca (Bolivia-Perú-Chile), las cuencas de Mali, de México, las de Mongolia, el Río de la Plata, las cuencas sudafricanas, las de Sri Lanka, las de Tailandia y las ugandesas.
En el caso del País Vasco, las conclusiones del estudio detallan que, con el fin de fomentar la sostenibilidad de los recursos hídricos y satisfacer las demandas de agua, se ponen en marcha, de forma activa, las políticas de gestión integral.
Así, las demandas de la sociedad vasca, reza el informe de la ONU, se satisfacen plenamente y el coste íntegro del suministro de los recursos se recupera mediante el esquema de gestión del agua.
Su principal desafío, se agrega, es definir e implementar con éxito una serie de programas eficientes y específicos para cada caso con el objeto de proteger y mejorar el estado de los "valiosos recursos hídricos" y de los ecosistemas asociados, así como contener su destrucción.
Mientras que la recuperación y la regeneración de ríos y riberas son, hasta cierto punto, factibles y estén en curso en la Comunidad Autónoma, el estudio de la ONU advierte de que el éxito dependerá del nivel de los daños ocurridos anteriormente.
Y aunque los proyectos no sean capaces de devolver completamente los recursos hídricos a sus condiciones anteriores, modificadas por el desarrollo urbano e industrial, pueden ayudar a mejorar su estado.
Los proyectos, combinados con un aumento de la sensibilización pública y con nuevas leyes y directivas han sido "claves" en la tendencia hacia la regeneración.
Según los datos recabados por los estudiosos, en el País Vasco hay abundantes precipitaciones, con un volumen medio anual de 1.000 mm, y ha sufrido varias graves inundaciones, pero también sequías.
Los asentamientos urbanos son los mayores usuarios de recursos hídricos, y el 72 por ciento de la demanda global de agua es utilizada para el consumo urbano, el 14 por ciento para la industria y el restante 14 pro ciento para la agricultura.
El análisis de las cuencas hidrográficas de la Comunidad Vasca es uno de los dieciséis estudios de casos de distintas partes del mundo que incluye el informe con el fin de examinar los retos relacionados con los recursos hídricos y proporcionar conocimientos obtenidos sobre el terreno acerca de las distintas facetas de la crisis del agua y sus respuestas de gestión.
El informe de la ONU ya fue presentado mundialmente en el Foro del Agua de México, pero hoy se ha dado a conocer su traducción al castellano, realizada gracias a la aportación de Expo Zaragoza 2008.
Este informe, de 570 páginas en su versión en castellano, incluye una sección con el análisis de dieciséis casos locales con el fin de sacar conclusiones para la elaboración de estrategias globales.
Se ha estudiado, además de las cuencas del País Vasco, la cuenca del Danubio (Europa central), las de Etiopía, las francesas, las de Japón, las de Kenia, el lago Peipsi/Chudskoe-Pskovskoe (Rusia-Estonia- Lituania), el lago Titicaca (Bolivia-Perú-Chile), las cuencas de Mali, de México, las de Mongolia, el Río de la Plata, las cuencas sudafricanas, las de Sri Lanka, las de Tailandia y las ugandesas.
En el caso del País Vasco, las conclusiones del estudio detallan que, con el fin de fomentar la sostenibilidad de los recursos hídricos y satisfacer las demandas de agua, se ponen en marcha, de forma activa, las políticas de gestión integral.
Así, las demandas de la sociedad vasca, reza el informe de la ONU, se satisfacen plenamente y el coste íntegro del suministro de los recursos se recupera mediante el esquema de gestión del agua.
Su principal desafío, se agrega, es definir e implementar con éxito una serie de programas eficientes y específicos para cada caso con el objeto de proteger y mejorar el estado de los "valiosos recursos hídricos" y de los ecosistemas asociados, así como contener su destrucción.
Mientras que la recuperación y la regeneración de ríos y riberas son, hasta cierto punto, factibles y estén en curso en la Comunidad Autónoma, el estudio de la ONU advierte de que el éxito dependerá del nivel de los daños ocurridos anteriormente.
Y aunque los proyectos no sean capaces de devolver completamente los recursos hídricos a sus condiciones anteriores, modificadas por el desarrollo urbano e industrial, pueden ayudar a mejorar su estado.
Los proyectos, combinados con un aumento de la sensibilización pública y con nuevas leyes y directivas han sido "claves" en la tendencia hacia la regeneración.
Según los datos recabados por los estudiosos, en el País Vasco hay abundantes precipitaciones, con un volumen medio anual de 1.000 mm, y ha sufrido varias graves inundaciones, pero también sequías.
Los asentamientos urbanos son los mayores usuarios de recursos hídricos, y el 72 por ciento de la demanda global de agua es utilizada para el consumo urbano, el 14 por ciento para la industria y el restante 14 pro ciento para la agricultura.