Investigadores del CSIC reclaman un mayor esfuerzo en investigación para proteger la biodiversidad marina
Thu, 06/07/2006
El artículo está firmado por el investigador del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (centro mixto del CSIC y la Universidad de las Islas Baleares), en Mallorca, Carlos Duarte, la investigadora asociada al mismo centro Iris Hendriks, y el director del Centro de Ecología Marina y de los Estuarios, en Holanda, Carlo Heip.
El editorial incide sobre la degradación de los ecosistemas marinos y la sobreexplotación de los recursos pesqueros por parte del ser humano. La desaparición de hábitats costeros únicos, como praderas submarinas, bosques de manglar o arrecifes de coral, es de cuatro a diez veces más rápida que en las selvas tropicales. Asimismo, los vertidos de origen humano y las emisiones de CO2 causan graves problemas para la fauna marina, como la hipoxia o la acidificación. Por otro lado, la sobrepesca ha reducido la abundancia de peces a un 10% de la que existía a principios del siglo XX.
Duarte recuerda que "mientras que en tierra el área protegida se acerca al 10% de la superficie total, fijada como objetivo por la Convención de la Biodiversidad, en el océano la superficie protegida equivale sólo al 0,3% de su extensión".
Los investigadores del CSIC abogan en el artículo por una mejora del conocimiento sobre el funcionamiento global del ecosistema marino, así como un mayor esfuerzo y cooperación internacional para multiplicar los recursos dedicados a la investigación de la biodiversidad marina como paso esencial para su conservación.
ESCASA PRODUCCIÓN CIENTÍFICA
El editorial de Science resalta la escasa representatividad de la investigación de ecosistemas marinos en comparación con los terrestres. Según los autores, sólo el 9,8% de los artículos científicos publicados desde 1987 a 2004 trataron algún aspecto de la biodiversidad marina, una escasez que se reproduce en el campo de los proyectos de investigación internacionales.
"El escaso conocimiento científico actual sobre este área se deriva de que el esfuerzo humano y los recursos que se dedican a la investigación marina son muy inferiores a los destinados a la investigación sobre biodiversidad terrestre", se lamenta Duarte.
No obstante, continúa el artículo, "la riqueza del mar a nivel genómico supone una fuente de recursos para la biotecnología y el desarrollo de nuevos medicamentos apenas explotada". Sin embargo, en 30 años de desarrollo, destacan los investigadores, la acuicultura ha domesticado el mismo número de especies animales que las especies vegetales que ha usado la agricultura, practicada desde hace 10.000 años. "El aprovechamiento de las oportunidades que ofrece el mar requiere aumentar el conocimiento actual sobre la explotación sostenible de los recursos marinos", concluyen los autores.
El editorial incide sobre la degradación de los ecosistemas marinos y la sobreexplotación de los recursos pesqueros por parte del ser humano. La desaparición de hábitats costeros únicos, como praderas submarinas, bosques de manglar o arrecifes de coral, es de cuatro a diez veces más rápida que en las selvas tropicales. Asimismo, los vertidos de origen humano y las emisiones de CO2 causan graves problemas para la fauna marina, como la hipoxia o la acidificación. Por otro lado, la sobrepesca ha reducido la abundancia de peces a un 10% de la que existía a principios del siglo XX.
Duarte recuerda que "mientras que en tierra el área protegida se acerca al 10% de la superficie total, fijada como objetivo por la Convención de la Biodiversidad, en el océano la superficie protegida equivale sólo al 0,3% de su extensión".
Los investigadores del CSIC abogan en el artículo por una mejora del conocimiento sobre el funcionamiento global del ecosistema marino, así como un mayor esfuerzo y cooperación internacional para multiplicar los recursos dedicados a la investigación de la biodiversidad marina como paso esencial para su conservación.
ESCASA PRODUCCIÓN CIENTÍFICA
El editorial de Science resalta la escasa representatividad de la investigación de ecosistemas marinos en comparación con los terrestres. Según los autores, sólo el 9,8% de los artículos científicos publicados desde 1987 a 2004 trataron algún aspecto de la biodiversidad marina, una escasez que se reproduce en el campo de los proyectos de investigación internacionales.
"El escaso conocimiento científico actual sobre este área se deriva de que el esfuerzo humano y los recursos que se dedican a la investigación marina son muy inferiores a los destinados a la investigación sobre biodiversidad terrestre", se lamenta Duarte.
No obstante, continúa el artículo, "la riqueza del mar a nivel genómico supone una fuente de recursos para la biotecnología y el desarrollo de nuevos medicamentos apenas explotada". Sin embargo, en 30 años de desarrollo, destacan los investigadores, la acuicultura ha domesticado el mismo número de especies animales que las especies vegetales que ha usado la agricultura, practicada desde hace 10.000 años. "El aprovechamiento de las oportunidades que ofrece el mar requiere aumentar el conocimiento actual sobre la explotación sostenible de los recursos marinos", concluyen los autores.