Los caudales del Júcar caen diez veces por debajo de los de 2004 y disparan la alarma
La situación de los embalses, similar a la media de la última década, ofrece una imagen engañosa
J. Sierra, Valencia
El espectacular descenso de los caudales de entrada al sistema Júcar, formado por el principal río valenciano y sus afluentes más importantes (Cabriel, Magro, Cáñoles, Sellent, etc.) está detrás de las primeras medidas de ahorro en los regadíos propuestas por la Confederación Hidrográfica del Júcar y avaladas, aunque con matices, por los regantes valencianos.
En el sistema Júcar, las entradas en los embalses de Alarcón, Contreras y Tous se situaron en el periodo comprendido entre el 13 de abril de 2005 y el 17 del actual mes de mayo en torno a los 15,5 hectómetros cúbicos de agua mientras que las salidas fueron de 80,6, lo que arroja un balance negativo de 65, 1 hm3 en este periodo.
Justo en el mismo intervalo de tiempo del pasado año, las entradas a los embalses ascendieron a 150,2 hectómetros cúbicos y las salidas a 28,6 hm3, lo que permitió unos ahorros netos de 121,6 hectómetros cúbicos.
Estas cifras, que forman parte del informe entregado a los regantes por la Confederación Hidrográfica del Júcar han disparado todas las alarmas al ofrecer, mejor que cualquier otro análisis, una radiografía del momento actual.
En este sentido, fuentes de los regantes dijeron que el volumen de agua embalsada en los embalses del Júcar ofrece una imagen engañosa ya que los 538 hm3 almacenados el pasado 17 de mayo no están muy lejos de los 654 hm3 de la media de los últimos 20 años o de los 625 hm3 de los últimos diez en estas mismas fechas. Todavía más, desde 1992 hasta hoy los embalses han estado en la antesala del verano hasta seis veces por debajo del nivel actual.
Esta situación, perfectamente entendible en los gráficos que acompañan esta página, es la que ha llevado a la CHJ a proponer a los regantes diversas medidas de ahorro que han sido aceptadas por los regantes aunque no sin pelea y con muchos recelos.
Fuentes de los regantes tradicionales del Júcar desvelaron que a la hora de recortar caudales, la CHJ estableció un 30% lineal para todos los regadíos del Júcar, lo que provocó la protesta casi inmediata de estos regantes, que adujeron la «prioridad» que les da la normativa del Plan Hidrológico del Júcar y su renuncia pactada al embalse de Alarcón.
Finalmente, la CHJ aceptó reducir un 15% el caudal de los regantes con derechos históricos y un 30% los del Canal Júcar-Turia y la Mancha Oriental.
Más control
Ahora, la pelota está en el tejado de la CHJ a quien los regantes tradicionales han pedido que ejerza «su responsabilidad» vigilando que el plan se cumple estrictamente y que los ahorros pactados se corresponden con un consumo real.
«Suponemos que en la Mancha no utilizarán las aguas superficiales del Júcar para sustitución de bombeos, pero esperamos también que no empiezan a sacar agua de los pozos que se estaban recuperando porque entonces no habrá ningún ahorro», dijeron las fuentes.
En un caso similar se encuentran los regadíos del Canal Júcar-Turia, que en muchas parcelas disponen de pozos alternativos al agua superficial de la conducción.
Curva de reserva
Además de garantizar un mínimo de reservas para el inicio del próximo año por si la ausencia de precipitaciones se consolida, la CHJ ha intentado evitar con sus medidas de ahorro - el presidente Juan Manuel Moragues anunció un ganancia de hasta 60 hectómetros cúbicos- evitar que el nivel del embalse de Alarcón no baje de la denominada «curva de reserva» por debajo de la cual solo se puede usar el agua de Alarcón para los regantes de la Ribera y el resto, si es imprescindible, debe ser expropiado para atender otros usos, incluido el del abastecimiento urbano a Valencia o Albacete.
J. Sierra, Valencia
El espectacular descenso de los caudales de entrada al sistema Júcar, formado por el principal río valenciano y sus afluentes más importantes (Cabriel, Magro, Cáñoles, Sellent, etc.) está detrás de las primeras medidas de ahorro en los regadíos propuestas por la Confederación Hidrográfica del Júcar y avaladas, aunque con matices, por los regantes valencianos.
En el sistema Júcar, las entradas en los embalses de Alarcón, Contreras y Tous se situaron en el periodo comprendido entre el 13 de abril de 2005 y el 17 del actual mes de mayo en torno a los 15,5 hectómetros cúbicos de agua mientras que las salidas fueron de 80,6, lo que arroja un balance negativo de 65, 1 hm3 en este periodo.
Justo en el mismo intervalo de tiempo del pasado año, las entradas a los embalses ascendieron a 150,2 hectómetros cúbicos y las salidas a 28,6 hm3, lo que permitió unos ahorros netos de 121,6 hectómetros cúbicos.
Estas cifras, que forman parte del informe entregado a los regantes por la Confederación Hidrográfica del Júcar han disparado todas las alarmas al ofrecer, mejor que cualquier otro análisis, una radiografía del momento actual.
En este sentido, fuentes de los regantes dijeron que el volumen de agua embalsada en los embalses del Júcar ofrece una imagen engañosa ya que los 538 hm3 almacenados el pasado 17 de mayo no están muy lejos de los 654 hm3 de la media de los últimos 20 años o de los 625 hm3 de los últimos diez en estas mismas fechas. Todavía más, desde 1992 hasta hoy los embalses han estado en la antesala del verano hasta seis veces por debajo del nivel actual.
Esta situación, perfectamente entendible en los gráficos que acompañan esta página, es la que ha llevado a la CHJ a proponer a los regantes diversas medidas de ahorro que han sido aceptadas por los regantes aunque no sin pelea y con muchos recelos.
Fuentes de los regantes tradicionales del Júcar desvelaron que a la hora de recortar caudales, la CHJ estableció un 30% lineal para todos los regadíos del Júcar, lo que provocó la protesta casi inmediata de estos regantes, que adujeron la «prioridad» que les da la normativa del Plan Hidrológico del Júcar y su renuncia pactada al embalse de Alarcón.
Finalmente, la CHJ aceptó reducir un 15% el caudal de los regantes con derechos históricos y un 30% los del Canal Júcar-Turia y la Mancha Oriental.
Más control
Ahora, la pelota está en el tejado de la CHJ a quien los regantes tradicionales han pedido que ejerza «su responsabilidad» vigilando que el plan se cumple estrictamente y que los ahorros pactados se corresponden con un consumo real.
«Suponemos que en la Mancha no utilizarán las aguas superficiales del Júcar para sustitución de bombeos, pero esperamos también que no empiezan a sacar agua de los pozos que se estaban recuperando porque entonces no habrá ningún ahorro», dijeron las fuentes.
En un caso similar se encuentran los regadíos del Canal Júcar-Turia, que en muchas parcelas disponen de pozos alternativos al agua superficial de la conducción.
Curva de reserva
Además de garantizar un mínimo de reservas para el inicio del próximo año por si la ausencia de precipitaciones se consolida, la CHJ ha intentado evitar con sus medidas de ahorro - el presidente Juan Manuel Moragues anunció un ganancia de hasta 60 hectómetros cúbicos- evitar que el nivel del embalse de Alarcón no baje de la denominada «curva de reserva» por debajo de la cual solo se puede usar el agua de Alarcón para los regantes de la Ribera y el resto, si es imprescindible, debe ser expropiado para atender otros usos, incluido el del abastecimiento urbano a Valencia o Albacete.