La sequía obliga a aplicar fuertes restricciones en los principales sistemas de riego
Tue, 05/04/2005
La sequía que se vive en parte de España y que azota con especial dureza al Valle del Ebro ha obligado a adoptar restricciones en los tres principales sistemas de regadíos aragoneses (Canal de Aragón y Cataluña, Bardenas y Riegos del Alto Aragón) y en Cataluña (Canal de Urgell). En la margen derecha, los agricultores de secano y la ganadería extensiva han sufrido las inclemencias de un invierno y una primavera seca; sin embargo, los regadíos están asegurados pues su superficie es mucho menor y que los embalses están prácticamente llenos en su mayoría.
La mala situación de los embalses y la perspectiva de falta de lluvias hacen que sólo se pueden asegurar dotaciones inferiores a la mitad de lo que sería normal. Los agricultores deben decidir qué cultivo van a plantar y en qué superficie, pues ya no es posible una cosecha completa. Los responsables de los regantes instan a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y al Ministerio de Medio Ambiente a que tomen medidas cuanto antes.
El viernes, la Comisión de Uso de las Aguas de la Comunidad de Riegos del Alto Aragón ratificó la rebaja de las dotaciones a 2.750 metros cúbicos por hectárea, cuando lo normal es unos 8.000. A pesar de que ha habido algunos días de lluvia, desde el primer reparto, no se han producido variaciones significativas del volumen de agua embalsada.
Los agricultores han retrasando todo lo posible la decisión sobre sus cultivos para esta campaña. Sin embargo, ya es el momento de sembrar algunos productos como el maíz. La medida de la retirada voluntaria de tierras fue adoptada hace unas semanas por el Gobierno de Aragón . Cada año, un agricultor está obligado a dejar de cultivar un 10 % y puede optar por incrementar esta superficie en otro 10 % más. Para el presente ejercicio, la DGA ha incrementado el porcentaje total en retirada hasta el 50 %. Los agricultores cobran una subvención por estas tierras y pueden concentrar su trabajo en el resto.
En el Canal de Aragón y Cataluña, las dotaciones se han reducido por dos veces y ahora están en algo más de 2.500 metros cúbicos por hectárea, alrededor de la mitad de lo que es habitual en esta zona. José Luis Pérez, presidente de esta comunidad general de regantes, comparó la situación en la parte alta del sistema (la que corresponde a la provincia de Huesca) con la vivida a finales de los años cuarenta, cuando las aportaciones del Ésera a Barasona en esta época del año eran de 8 metros cúbicos por segundo (hoy son de 9 metros cúbicos por segundo pero en febrero llegaron a ser de 4). "Tenemos Barasona al 50 %, en una situación similar a la que suele haber en agosto", dijo Pérez.
En la parte baja del sistema (Lérida) no hay estos problemas, dado que cuentan con tres embalses de regulación hipernual (Santa Ana, Escales y Caselles).
La salida de Yesa, cerrada
La situación es parecida en el sistema de Bardenas, la Comunidad General de Regantes decidió esta semana cortar por completo la salida de agua desde el embalse de Yesa, después de haber dado un riego de socorro para evitar la muerte de los cereales de invierno que ya habían brotado. La próxima semana se decidirá qué dotación se asigna a cada una de las comunidades de regantes de base para que ellas, a su vez, asignen los caudales por hectárea.
"Apenas tenemos 300 hectómetros cúbicos y necesitamos al menos 700 para la campaña de regadíos", señaló el presidente de la Comunidad General de Regantes de Bardenas, Luis Ciudad.
Los regantes consideran que la escasez para la inminente campaña sólo lograría evitarse con un inminente y largo periodo de lluvias. Aunque las previsiones meteorológicas se han confirmado con precipitaciones este fin de semana, no parece que se vayan a prolongar durante el tiempo suficiente ni con gran intensidad.
Los sistemas de regadío están intentando "sacar agua de las piedras". Bardenas ha solicitado a la Confederación que el caudal ecológico del río Aragón (8 metros cúbicos por segundo) se aporte de forma compartida por Yesa (5 metros cúbicos por segundo) y por Itoiz (3 metros cúbicos por segundo). Ciudad explicó que este segundo embalse está lleno, pero su agua no es aprovechable y que además está en periodo de prueba. De esta forma, se logrará salvarguardar al máximo los caudales de Yesa para la campaña de riego.
En el Canal de Aragón y Cataluña estudian la forma de bombear agua desde el Noguera Ribagorzana, en la parte catalana y sin problemas de reservas, al Ésera. Este bombeo, que podría estar instalado en dos meses, necesita de una importante inversión, por lo que van a presentar el proyecto al Ministerio de Medio Ambiente para que lo incluya en las posibles obras de emergencia de sequía.
La mala situación de los embalses y la perspectiva de falta de lluvias hacen que sólo se pueden asegurar dotaciones inferiores a la mitad de lo que sería normal. Los agricultores deben decidir qué cultivo van a plantar y en qué superficie, pues ya no es posible una cosecha completa. Los responsables de los regantes instan a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y al Ministerio de Medio Ambiente a que tomen medidas cuanto antes.
El viernes, la Comisión de Uso de las Aguas de la Comunidad de Riegos del Alto Aragón ratificó la rebaja de las dotaciones a 2.750 metros cúbicos por hectárea, cuando lo normal es unos 8.000. A pesar de que ha habido algunos días de lluvia, desde el primer reparto, no se han producido variaciones significativas del volumen de agua embalsada.
Los agricultores han retrasando todo lo posible la decisión sobre sus cultivos para esta campaña. Sin embargo, ya es el momento de sembrar algunos productos como el maíz. La medida de la retirada voluntaria de tierras fue adoptada hace unas semanas por el Gobierno de Aragón . Cada año, un agricultor está obligado a dejar de cultivar un 10 % y puede optar por incrementar esta superficie en otro 10 % más. Para el presente ejercicio, la DGA ha incrementado el porcentaje total en retirada hasta el 50 %. Los agricultores cobran una subvención por estas tierras y pueden concentrar su trabajo en el resto.
En el Canal de Aragón y Cataluña, las dotaciones se han reducido por dos veces y ahora están en algo más de 2.500 metros cúbicos por hectárea, alrededor de la mitad de lo que es habitual en esta zona. José Luis Pérez, presidente de esta comunidad general de regantes, comparó la situación en la parte alta del sistema (la que corresponde a la provincia de Huesca) con la vivida a finales de los años cuarenta, cuando las aportaciones del Ésera a Barasona en esta época del año eran de 8 metros cúbicos por segundo (hoy son de 9 metros cúbicos por segundo pero en febrero llegaron a ser de 4). "Tenemos Barasona al 50 %, en una situación similar a la que suele haber en agosto", dijo Pérez.
En la parte baja del sistema (Lérida) no hay estos problemas, dado que cuentan con tres embalses de regulación hipernual (Santa Ana, Escales y Caselles).
La salida de Yesa, cerrada
La situación es parecida en el sistema de Bardenas, la Comunidad General de Regantes decidió esta semana cortar por completo la salida de agua desde el embalse de Yesa, después de haber dado un riego de socorro para evitar la muerte de los cereales de invierno que ya habían brotado. La próxima semana se decidirá qué dotación se asigna a cada una de las comunidades de regantes de base para que ellas, a su vez, asignen los caudales por hectárea.
"Apenas tenemos 300 hectómetros cúbicos y necesitamos al menos 700 para la campaña de regadíos", señaló el presidente de la Comunidad General de Regantes de Bardenas, Luis Ciudad.
Los regantes consideran que la escasez para la inminente campaña sólo lograría evitarse con un inminente y largo periodo de lluvias. Aunque las previsiones meteorológicas se han confirmado con precipitaciones este fin de semana, no parece que se vayan a prolongar durante el tiempo suficiente ni con gran intensidad.
Los sistemas de regadío están intentando "sacar agua de las piedras". Bardenas ha solicitado a la Confederación que el caudal ecológico del río Aragón (8 metros cúbicos por segundo) se aporte de forma compartida por Yesa (5 metros cúbicos por segundo) y por Itoiz (3 metros cúbicos por segundo). Ciudad explicó que este segundo embalse está lleno, pero su agua no es aprovechable y que además está en periodo de prueba. De esta forma, se logrará salvarguardar al máximo los caudales de Yesa para la campaña de riego.
En el Canal de Aragón y Cataluña estudian la forma de bombear agua desde el Noguera Ribagorzana, en la parte catalana y sin problemas de reservas, al Ésera. Este bombeo, que podría estar instalado en dos meses, necesita de una importante inversión, por lo que van a presentar el proyecto al Ministerio de Medio Ambiente para que lo incluya en las posibles obras de emergencia de sequía.