Serán instaladas en núcleos de 250 a 500 habitantes en diecisiete ayuntamientos La batalla del saneamiento de las aguas residuales saldrá fuera de las ciudades y de las capitales municipales en las próximas décadas para centrarse en los núcleos más pequeños. La Diputación anunció ayer la instalación de una red de depuradoras en poblaciones de 250 a 500 habitantes que permitirán incluso reutilizar el agua para usos de riego una vez depurada. Según explicó Rafael Llano de la Concha, ingeniero-jefe de Obras de la institución provincial, este tipo de depuradoras conllevan un tratamiento biológico inicial y van equipadas con un motor que produce ozono para aplicarla al efluente final. «El agua sale así desinfectada y puede reutilizarse para aplicaciones como el riego», indicó. La depuradora tiene un tamaño parecido al de un remolque o la caja de un camión no muy grande. Según los técnicos, la instalación apenas si produce lodos y, además, lleva acoplados unos soportes que hacen posible su traslado si interesa realizarlo en algún momento. Según señaló el presidente de la Diputación, Rafael Louzán, dos depuradoras de este tipo ya funcionaban en el municipio de Meis, pero ahora van a ser instaladas en diecisiete ayuntamientos de la cuenca del Miño. Reunión preparatoria Ayer se celebró en el Pazo Provincial una reunión con alcaldes de estos ayuntamientos para ultimar los preparativos. Muchos de ellos disponen ya en algunos núcleos de redes de saneamiento, pero hasta ahora no tenían depuradora adecuada. Las nuevas plantas que permiten reutilizar el agua o, incluso, verterla al río, según aseguran los técnicos, van a ser instaladas con cargo al programa Deputrans, aprobado por la UE. Este programa, que cuenta asimismo con la participación de concellos ourensanos y portugueses, recibió una subvención del Feder de 6,1 millones de euros. La UE aportará así el 75% de los costes de las depuradoras, mientras que la Diputación y otras administraciones cargarán con el 25% restante. A los ayuntamientos se les exigirá un terreno para el emplazamiento de la planta y una línea eléctrica que alimente la maquinaria de la depuradora. De resultar positivos los resultados, el sistema podría ampliarse en el futuro a otras zonas rurales de la provincia. Aunque algunas comarcas ya tienen el problema resuelto, como gran parte de la vertiente de la ría de Vigo o áreas de O Salnés, merced a planes anteriores como el Pomal o planes de saneamiento de cuencas, en la provincia quedan aún muchos núcleos sin depurar, entre ellos, la práctica totalidad del rural de Pontevedra.