La erosión hídrica en carreteras

Tue, 05/10/2004

Diario de León

Se han analizado los resultados del control de erosión, escorrentía y éxito en revegetación de cinco tratamientos de desmontes para comprobar su eficacia. Buena parte de las carreteras y ferrocarriles españoles presentan graves problemas de erosión hídrica. Los suelos desnudos y de fuertes pendientes que se engendran con la construcción de las vías de comunicación pueden llegar a exportar más de 1.000 toneladas de tierra por hectárea y año, la mayor parte de las cuales puede ser removida por una tormenta de gran intensidad. La erosión afecta al paisaje, la calidad de las aguas (las tierras removidas alcanzan los ríos y van cargadas de sedimentos), se sellan los frezaderos, se acelera la colmatación de embalses, repercute en el mantenimiento de las obras y, lo que es mucho más importante, en la seguridad del tráfico. Parte de las víctimas de los accidentes de tráfico tienen relación con los procesos erosivos de las carreteras. Así, se ha podido comprobar que el 5% de los muertos y el 7,5% de los heridos en accidente de tráfico durante 1998 estaban ligados a la erosión hídrica y el agua en las carreteras. Por otra parte, se calcula que el gasto anual en la Red de Carreteras del Estado por problemas erosivos se halla en torno a 120,2 millones de euros, lo que supone alrededor del 20% del Plan de Conservación y Explotación de Carreteras del Ministerio de Fomento. De estas cifras se desprende que estamos ante un grave problema y urge una debida atención por parte de todos los organismos implicados.
Tratamientos de desmontes
Desde 1986, la legislación ambiental española exige aplicar medidas correctoras y de restauración de los impactos creados por la construcción de carreteras y ferrocarriles. Para ello, se aplican diversos tratamientos de taludes (plantaciones de arbustos, hidrosiembras, cubrición de los taludes con mantas de fibras vegetales), aunque sin conocer la gravedad real del problema erosivo, ni la eficacia de la inversión en las técnicas empleadas para controlar la erosión. Por otro lado, en muchas ocasiones los tratamientos han resultado ineficaces o insuficientes por una inadecuada protección del suelo, la falta de mantenimiento o una ejecución defectuosa de los métodos. El profesor Joaquín Navarro, de la Unidad Docente de Hidráulica e Hidrología de la ETS de Ingenierías Agrarias de Palencia ha analizado en su tesis doctoral «Control de la erosión en desmontes de ferrocarril en Palencia», los resultados del control de erosión, escorrentía y éxito en revegetación ejercidos por cinco tratamientos de desmontes que se emplean en España, con objeto de cuantificar, de manera real, su grado de eficacia. Se han medido la cantidad de terreno, escorrentía y el grado de protección vegetal en 10 parcelas de desmontes margosos, con un 84% de pendiente, tratadas mediante hidrosiembras, plantación de pequeñas arbustivas, hidrosiembra protegida por una manta de fibra de coco, hidrosiembra protegida por una manta de fibra de esparto y terreno desnudo sin tratar en condiciones naturales. Tras dos años de investigación, se ha demostrado que la lucha contra la erosión en los desmontes de carreteras y ferrocarriles es beneficiosa y rentable, ya que existen tratamientos que controlan la práctica totalidad del material susceptible de erosionarse, ayudan a la integración de las obras en el paisaje, mejoran la calidad de la escorrentía, disminuyen los costes de mantenimiento de las obras viarias y contribuyen a incrementar los niveles de seguridad del tráfico.