RECURSOS HIDRICOS / EL AGUA DE «LA SECA» ESTE TRASVASE, TAMPOCO EL PRESIDENTE DE CASTILLA-LA MANCHA arguye que si el del Ebro es malo no puede ser bueno el del Tajo-Segura, en una región sedienta como la suya

Sun, 01/08/2004

El Mundo

El canal fluye caudaloso, a pesar de la sequía. El viajero, lector del Quijote, desciende del coche y mira el horizonte quemado.La llanura amarillea como si fuera el espejo ardiente del sol. Un paisaje de western para un hombre solo. Dos armarios protegidos con gafas oscuras flanquean al hombre solo. Parecen guardaespaldas, a pesar de que la soledad del paisaje de Cuenca hace incongruente la presencia allí de especie semejante. Sin embargo, son realmente guardaespaldas. Y el hombre solo es José María Barreda, presidente de Castilla-La Mancha. El canal fluye como si una pincelada de Amsterdam hubiera huido hasta perderse en el secarral manchego.
No es un hombre violento. Pero se le ha acabado la paciencia.«Se nos ha acabado la paciencia», susurra con esa voz suave que aflora en los hombres tranquilos cuando están a punto de renunciar a su naturaleza. El western está lleno de ese tipo de héroes.Y de villanos.
El hombre solo va a desenfundar. Y se va a quedar más solo todavía.Sus rivales pueden ser, esta vez, sus propios hermanos. Sus compañeros de viaje: Zapatero (a quien ya ha advertido); Cristina Narbona; ¿José Bono, quizá?
Y, también, como en el western, el problema es de agua. A José María se le ha acabado la paciencia y considera que la fecha de caducidad del trasvase Tajo-Segura ha llegado. El paisaje le da la razón. Su partido, el PSOE, no (20 de julio de 2004, Cristina Narbona, ministra de Medio Ambiente: «El trasvase es imprescindible y no se cuestiona»).
Al hombre solo no le asusta. Quizá, tan sólo, le entristece.Pero no lo manifiesta. Las malas lenguas dicen que el PSOE castellano-manchego busca siempre una excusa de enfrentamiento con la dirección nacional del partido para afianzar su autonomismo ante unos electores que sienten su tierra abandonada secularmente por los distintos gobiernos nacionales. Y que han visto en el a veces díscolo José Bono -antecesor de Barreda en el cargo- al abanderado de un nacionalismo manchego que no entiende de colores partidistas. Barreda sigue los mismos pasos: «Estoy más preocupado de cambiar la ley del trasvase que el estatuto de autonomía».
Casi 70 hectómetros cúbicos del agua que la tierra necesita se van cada mes hacia Murcia. Una región que planea en este momento la construcción de 34 nuevos campos de golf (cada uno consume anualmente 0,5 hectómetros cúbicos).
«Ellos tiene alternativas. Un mar que desalar. Nosotros no».
Y la región ha cambiado, mucho, desde que el trasvase se pusiera en marcha en 1971. Era aún la época en que Francisco Franco inauguraba pantanos en el Nodo. Cuando el ministro Gonzalo Fernández de la Mora hablaba del «Estado de las obras» como hoy se habla del de las autonomías. Una España de desarrollismo y hormigón que volvió a emerger con la idea del trasvase del Ebro. Abortada el 13-M cuando muchos veían a José María Aznar inaugurando pantanos en los Nodos de ahora. «Si el trasvase del Ebro es malo, ¿por qué el del Tajo al Segura es bueno? Sabes cuál es la única diferencia: el del Ebro no está hecho y el del Tajo sí».
«El trasvase es una obra franquista. En ningún momento se consideraron las necesidades de la cuenca cedente. No somos insolidarios.¿Habría alguna otra comunidad que hubiera soportado 25 años de un acueducto de 300 kilómetros sin beneficiarse de una sola gota de agua? Dice el refrán que agua que no bebas, déjala correr.Pero es que nosotros queremos, necesitamos beber ese agua». El presidente achina los ojos, herido por el sol poniente. «Allí detrás, en esta misma provincia, hay 27 pueblos que ven pasar su agua y sufren restricciones. Para estos pueblos pedimos sólo cinco hectómetros [10 veces lo que consume un campo de golf].Y no nos los quieren dar». En el año hidrológico 2003/2004, el Tajo trasvasó 532 hectómetros. «Nosotros necesitamos 637 más», dice.
Más injusticias históricas. El sol poniente, recalcitrante, no acaba de esconderse. El Consejo de Ministros, aún socialista, aprobó en 1995 por decreto-ley la derivación del acueducto para satisfacer las necesidades de abastecimiento de la cuenca alta del Guadiana. Aún hoy no han empezado las obras. Un problema al que Rodríguez Zapatero se va a tener que enfrentar con este hombre que, como Bono, antepone su fidelidad a la tierra que lo eligió a la disciplina de partido.
El hombre solo nació en 1953 en Ciudad Real. De familia acomodada y educación muy religiosa, llegó beatíficamente al torbellino de la universidad tardofranquista. «Yo era de los que se tomaban muy en serio el espíritu evangélico. En la universidad descubrí otro mundo». Conoció allí al periodista Jesús Cacho, a Natividad Gálvez (directora del Instituto Cervantes), a Angel Vivas...Y el beato adolescente se hizo socialista, «compañero de viaje, como se decía entonces», aunque no se afiliaría hasta finales de los 70.
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25 AÑOS EN POLITICA .
En 1977 entró en la política mayúscula: candidato socialista a la alcaldía de Ciudad Real. Perdió ante el ucedista Lorenzo Selas. En 1983 asumió la cartera de Educación y Cultura con José Bono de presidente (fundó la universidad manchega, que hoy tiene 33.000 alumnos). También fue vicepresidente, consejero de Relaciones Institucionales y senador. Hoy es el secretario general del PSOE manchego y fue elegido en 2000 miembro de la Ejecutiva del PSOE.
Recorremos en el Audi oficial la llanura manchega, siguiendo el rastro triste del agua que se va. «Se puede vivir sin petróleo, pero no se puede vivir sin agua». Asesina definitivamente al monaguillo que un día ya lejano llevó dentro cuando se le pregunta sobre las palabras del arzobispo Julián Barrio, que el día del Apóstol, ante los Reyes y ante ZP, criticó la política progresista de admisión de los matrimonios homosexuales: «Ellos estaban allí en reconocimiento de la importancia que tiene la Iglesia en la sociedad española. Y fueron correspondidos de esa manera. A lo mejor había que plantearse qué hacían allí los Reyes y Zapatero».
Palabras duras. Como las que, sin duda, este Quijote que gobierna molinos, tendrá que usar frente a su «compañero de viaje», Rodríguez Zapatero, para frenar la sangría de agua de esta tierra pobre.«Pobre, no. La materia prima más importante de un país es la materia gris». El sol ya se ha puesto. «La Mancha, etimológicamente, significa La Seca. ¿A que no lo sabías?»