Un estudio sostiene que el alperujo evita la contaminación de las aguas

Tue, 27/07/2004

ABC

El enriquecimiento orgánico de suelos de olivar con los residuos procedentes de almazaras (alperujo y orujo) contribuye a que las aguas almacenadas en pantanos gocen de buena salud. Esta relación se explica gracias a los resultados de la tesis doctoral «Movilidad, persistencia y mecanismos de evolución de la simazina en suelos de Extremadura». La investigación ha sido desarrollada por Ángel Albarrán, del área de Edafología y Química Agrícola, de la Universidad de Extremadura con la finalidad de determinar qué sucede con las dosis de este herbicida una vez han sido aplicadas sobre suelos de olivar.

SIN APENAS REPERCUSIÓN

El estudio, recogido por el portal de Internet Agroinformación, indica que la capacidad de la absorción (fijación) de la simazina está ligada a la proporción y tipo de arcilla presente en los suelos.

El problema del herbicida viene de lejos, y su incidencia es elevada, sobre todo para las grandes bolsas de agua (pantanos), donde se detectan grandes concentraciones de este producto.

Otras de las claves que aporta la investigación pasa por describir «la rápida desaparición de los residuos, con una movilidad en profundidad que apenas supera los 10 centímetros». El trabajo doctoral confirma la hipótesis de que la mayor fuente de contaminación de aguas potables almacenadas en pantanos proviene de la escorrentía que arrastran, con las primeras lluvias, parte del herbicida.

En este sentido, la tesis propone este método de abono alternativo, que solventa un doble problema: la eliminación de los residuos altamente contaminantes, a la vez que mejora el contenido orgánico de los suelos. Además, según sus conclusiones, la adición de alperujo y orujo produce un incremento de la absorción de simazina, contrarrestando su movilidad y posterior destino en los pantanos.

Aunque el campo de investigación se ha realizado en aquella región, lo cierto es que las soluciones son extrapolables a una provincia como Córdoba, donde el almacenamiento y gestión de alperujo provoca más de un quebradero de cabeza a la Administración.

La investigación, calificada con sobresaliente cum laude por unanimidad, ha sido elaborada gracias a un proyecto del Ministerio de Ciencia y Tecnología, coordinado por Fundecyt y financiada con fondos europeos.