El conseller de Territorio y Vivienda de la Generalit Valenciana, Rafael Blasco, indicó hoy que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "pone en peligro el desarrollo sostenible de todo el país al empecinarse en llenar el litoral mediterráneo de desaladoras".
Blasco señaló en que el Plan de Desaladoras del Gobierno socialista supondrá un aumento de las emisiones anuales de CO2 de 4 millones de toneladas, como consecuencia de la gran cantidad de energía eléctrica que exige la desalinización, "un volumen que hará imposible el cumplimiento del Protocolo de Kioto".
Este incremento de las emisiones contaminantes, según el conseller, es el equivalente a lo que en la actualidad emite el conjunto del sector cerámico, "lo que pone de manifiesto que el Plan de Desaladoras es absolutamente inviable desde el punto de vista ambiental".
Rafael Blasco especificó, en este sentido, que la desalinización tendrá un coste energético mínimo de 4 kilovatios por metro cúbico de agua tratada, "1,5 kilovatios más que el que preveía el ya derogado Plan Hidrológico Nacional".
"Eso sin contar el sobrecoste de llevar el agua desalada desde las plantas, ubicadas en el litoral, hasta los puntos de consumo, situados, en la mayoría de los casos lejos de la costa y a diferente altitud, porque aunque la ministra de Medio Ambiente no lo haya dicho, la desalinización también exige bombeo", añadió el conseller.
Por otro lado, el máximo responsable de la política medioambiental valenciana calificó de "irreal" el Plan Nacional de Asignación de Derechos de Emisión, elaborado por el Gobierno del PSOE porque "no tiene en cuenta el volumen de CO2 que emitirán las futuras desaladoras".
La postura del Consell, según Blasco, "es firme respecto a Kioto, por lo que seguiremos defendiendo que sectores como la cerámica y el vidrio tengan un mejor tratamiento y se les reconozcan los esfuerzos ya realizados para reducir sus niveles de emisión".
Fuentes de la Generalitat recordaron que el Consell ha aprobado proponer a la ciudad de Castellón como emplazamiento óptimo de la futura sede del Administrador Central del mercado europeo de derechos de emisión de gases de efecto invernadero.
El Consell también ha planteado que las comunidades autónomas, con una fuerte concentración territorial de un mismo sector –más de un 70 por ciento en una comunidad autónoma- dispongan de una reserva proporcional de permisos de emisión para su gestión en su ámbito territorial, indicaron fuentes de la Generalitat.
RECONVERSION TECNOLOGICA.
Rafael Blasco dice no comprender "por qué Cristina Narbona se sorprende de nuestro interés por cumplir con el Protocolo; debería estar orgullosa de la postura adoptada por la Comunidad Valenciana y pedir al resto de autonomías que sigan nuestro ejemplo y realicen su reconversión tecnológica".
El conseller de Territorio insistió en la "falta de coherencia" del ministerio al apostar por la construcción de desaladoras, con el "considerable aumento de emisiones de CO2 que esto supondrá", y al mismo tiempo "poner trabas a los sectores estratégicos valencianos que ya han reducido sus niveles de emisión".
El titular de Territorio y Vivienda aseguró que el Gobierno Valenciano "nunca ha renegado de la desalinización como solución puntual a consumos mínimos en la costa, pero es intolerable plantearla como una alternativa global a la transferencia de caudales prevista en el Plan Hidrológico".
A su juicio, "una cosa es construir una planta en Alicante y otra muy distinta es llenar la costa mediterránea de desaladoras y convertir nuestro litoral en un vertedero de salmuera y CO2".
Blasco afirmó que la desaladora inaugurada en la provincia de Alicante a finales de 2003 tiene una capacidad para desalar 2 hectómetros cúbicos de agua al año. "Sin embargo el Ministerio de Medio Ambiente plantea construir, sólo en la Comunidad Valenciana, 7 plantas con una capacidad de 50 hectómetros cúbicos al año, modelo que emite entre 250.000 y 300.000 toneladas de gases de efecto invernadero", señalaron las mismas fuentes.
Según un estudio del Ministerio de Medio Ambiente, la desalación como medida complementaria al PHN y no como solución global produciría un incremento de las emisiones de 0,5 toneladas de CO2, indicaron las citadas fuentes.