Murcia y el agua vs. el agua y Murcia

Fri, 02/07/2004

La Verdad

GARCÍA LÓPEZ/
Esta es la quinta ocasión que escribo en la prensa sobre el agua, a título personal. La última fue en fecha 12 de diciembre de 2000, que efectué un artículo que titulé El agua y la historia, sobre el cual me reitero en toda su extensión.

Los últimos acontecimientos políticos y sociales han dado lugar a una variación de rumbo de unas decisiones, también políticas, que trataban de dar solución (creo que relativa) a los problemas seculares de la Región Mediterránea (baja Cataluña, Castellón, Valencia, Alicante, Murcia, e incluso Almería, etc.)

Hay una frase que voy a repetir, por que considero que lo dice todo respecto a Murcia y el agua: «Hacer historia de la Región de Murcia, es prácticamente hacer historia del agua: en ninguna parte de Europa los recurso hídricos están tan limitados. En ninguna otra parte tampoco la existencia y el desarrollo de las sociedades humanas está tan condicionada por la economía del agua». (Pérez Picazo y Lemeunier, julio de 1985).

En las últimas semanas, lógicamente posteriores al 11-M, se ha convertido el tema del agua, en concreto el PHN y, más en concreto el proyecto de trasvase del Ebro, en un enredo tal que se está confundiendo al país en su conjunto y a las regiones (antes se decía hermanas: de Aragón y Murcia) que no hay quien sepa quien tiene o no la razón.

Día sí y al siguiente también, hay declaraciones, opiniones, informaciones, etc., etc., unas bien intencionadas y otras no tanto que parece que todos (en particular, algunos) están totalmente enfrentados por llevar la razón. Pero, lo que se está dando lugar, a mi entender, sin arrimar mi ascua a ningún partido, es el dicho de que «entre todos lo mataron y él sólo se murió».

Mi criterio es que los mares que bañan España: por el Norte, Sur, Este y Oeste, nadie discute que son de todos. Las carreteras, las autopistas, las autovías, asimismo, son de todos y para todos. Y, al parecer, los ríos no son así. Pero es que, el Ebro, que nace en Cantabria, riega Burgos, La Rioja, Aragón y Cataluña, y. sobra mucha agua para que vaya al Mar Mediterráneo. Y es sólo Aragón y las decisiones de unos pocos que no quieren que ese sobrante lo aproveche nadie y, menos los que más necesidades tienen, como son las cuencas precarias, especialmente la del Segura.

No voy a efectuar una exhaustiva historia remontándome a la época del dominio árabe, tan repetida como veraz por sus aprovechamientos e infraestructuras de regadíos; ni incluso a la del dominio romano, respecto a la cuenca del Segura y sus necesidades. (Como así consta en distintos tratados de muchos conocidos académicos, historiadores e investigadores.)

Voy a referir a unas breves referencias, no opiniones, si no de fuentes documentadas que ilustren, si es posible y sin color partidista, de las expectativas pretéritas sobre los proyectos de trasvases que datan de no más de un siglo -planes de 1909, 1916, 1919 y 1933-. Este último de D. Manuel Lorenzo Pardo, dio lugar a la Ley del Trasvase Tajo-Segura (y que nunca se ha cumplido en su totalidad.)

El cuadro adjunto establecía un Balance hídrico nacional por cuencas hidrográficas, en la fuente de información y obra publicada indicada. De este balance se desprende, sin duda, las cuencas excedentarias y las deficitarias. Observándose que las cuencas del Norte, por lógica de tener más pluviometría y las del sureste por sus carencias, tenían unas diferencias importantísimas que daban a lugar a los estadistas e ingenieros de tal momento a tratar de estudiar la conveniencia de sus aprovechamientos, sin ningún perjuicio para las cuencas excedentarias y con solución para las deficitarias. A eso se le debe llamar por su nombre: solidaridad entre hermanos (españoles todos).

Los que tenemos ya edad avanzada, recordamos muy bien cuando llegaban las fechas de sequías, cómo se ocasionaban -no sólo restricciones y regulaciones- si no carencias absolutas de no llegar agua (donde existía potable municipal, y en los demás pueblos), había que llevarla del río en pipas cántaros, etc. Incluso en la mayor parte de las viviendas habían tenajeros para provisionar agua en el invierno, incluso de la poca lluvia que caía, para tener para el verano, etc.

Esta es la verdad de las necesidades seculares del agua en la cuenca del Segura. Pues bien, el desarrollo sociológico y socioeconómico -limitándonos sólo a España, sin entrar en la Unión Europea- ha dado lugar a que el agua no sólo sea aplicada al consumo humano y agrícola, sino que además se utiliza -abundantemente- en la industria, y, ahora, por el mayor desarrollo del ocio en el turismo.

Como muestra mundial sobre trasvases, se pueden destacar: en EE.UU., California con 7.500 Hm3, Arizona, 1.500 Hm3; Sudáfrica 1.800 Hm3; Israel, de Norte a Sur; Méjico de Norte a Sur; Portugal, del Guadiana , en el Algarve; India, del Ganges, 63.000 Hm3; Rusia, varios trasvases -inmensos- que suman 400.000 Hm3

El Plan de D. Félix de los Ríos, director de la Confederación del Ebro (1933). Y, finalmente, voy a transcribir textualmente este Plan: «Para completar los 730 millones de metros cúbicos (730 Hm3), que con los 100 regulados del Segura, necesitaba esta cuenca para ampliar y mejorar sus regadíos, proponía en su informe del Plan Nacional de Obras Hidráulicas, la utilización de algunos caudales del Ebro que se perdían en el mar. Para ello sugería la construcción de una presa en alzas móviles en Cherta, para crear un salto de 22 metros, y como el caudal que llevaba el río en aquel lugar pasaba, según los datos que disponía, de los 300 metros cúbicos por segundo, la energía producida la consideraba sobrada para la elevación de 40 metros cúbicos a una altura de 115 metros, lo que, unido a la altitud del río Cherta y a la altura de la presa la elevación alcanzaría la cota 142 sobre el nivel del mar.

Además, en Cherta se derivaban los canales para riego del delta del Ebro con un caudal entre ambos de 36 metros cúbicos por segundo, y hacía caer este caudal desde el nivel de embalse de la presa de 22 metros de altura al de estos canales, dando así lugar a otros nuevos saltos que permitirían elevar un caudal de 10 metros cúbicos por segundo a la cota de 142, se conducirían a lo largo del litoral por un canal hasta el Júcar, regando en su curso la superficie prevista de las provincias de Castellón y Valencia, y haciendo a la vez un colector, recogía las aguas sobrantes del Mijares, que repondría gran parte del caudal gastado, y dejaría en el Turia, al cruzarlo, el caudal que necesitan los ríos de la vega de Valencia, y, por último, vertiría al Júcar el caudal de 10 metros cúbicos por segundo.

Completaba esta obra con la construcción de un canal de 10 metros cúbicos por segundo desde el pantano de Benageber, en el Turia, que llegaba al Júcar y derivaba de éste hacia la cota 200 otro canal que conduciría los 10 metros cúbicos que habían llegado al Turia, más otros 10 metros cúbicos del Júcar, en total 20 metros cúbicos para ser conducidos a regar diversas zonas del litoral de Alicante:

Aumentaría el regadío en la margen izquierda del Segura y después de servir parte de la vega de Murcia terminaría con siete metros cúbicos por segundo en el canal de los Campos de Cartagena. Como suponía que parte del caudal conducido se aplicaría a riegos de la vega baja del Segura, haría una derivación de caudal en el Pantano del Cenajo que resultarían así permutados por los de la Vega del Segura y por un canal los conduciría para regar los campos del Guadalentín y el Almanzora."

Conclusiones. Como se ve, no es nada nuevo lo que se está poniendo en la actualidad en tela de juicio. Después de tantos años transcurridos, nuevamente se intenta dar solución definitiva a las necesidades de las Regiones Levantinas del Mediterráneos, y nuevamente se ponen problemas para paralizarlos. Soluciones que, complementadas con el Trasvase Tajo-Segura y, sin descartar las instalaciones de desaladoras -con todas sus limitaciones de distancias máximas, y las problemáticas de medio ambiente, reenvío de salmueras en emisarios al mar, etc. etc.-, podrían conseguirse las tan deseadas soluciones que la España seca demandan desde siglos. Sólo se pide algo de lo que sobra: los excedentes.

Mi opinión personal es que todos los políticos -de todo color e ideología-, fuerzas económicas, sociales, etc., de la Región de Murcia en particular, y del Levante español influido por estas necesidades, en general, deben pensar en la solidaridad nacional en beneficio de todos. Si en este momento que vivimos somos tan personalmente insolidarios y miopes de miras, lo lamentaremos durante muchos más años, o siglos por nuestra tierra y por nuestros hijos, nietos, etc. Puede ser que alguna vez, a algunos, les pidan cuentas por ello.

Juan A. García López es doctor en Economía y secretario de la Asociación Murciana de Empresa Familiar. Cuenca Disponibilidad Disponibilidad % sobre Balance hídrico

hidrográfica total subterránea total Déficit Superávit

Norte 7.449 24 5.815

Duero 8.359 450 5,35 490 6.407

Tajo 7.972 355 4,20 134 6.247

Ebro 11.271 196 0,94 800 6.745

Pirineo Oriental 1.657 420 25,35 125 416

Guadiana 1.555 350 22,51 185 408

Sur 756 400 52,91 353 138

Júcar 3.104 886 28,54 134 322

Segura 791 216 27,31 334

Canarias 496 454 91,53 44

Baleares 290 280 96,55 34

Fuente: Demanda y economía del agua en España. C. A. Mediterráneo (1988). Cuadro II, pág. 150. Elaborado a partir de datos del M.O.P.U.