Llega a la CHD con una filosofía medioambiental hasta ahora inexistente y con el reto de abrir las puertas a todos los sectores que dependan del agua. Caballero, nombrada ayer por el Consejo de Ministros, tomará posesión de su cargo el lunes, tras dejar las Cortes, y será la primera mujer que lidere este organismo

HELENA CABALLERO

Presidenta de la Confederación Hidrográfica del Duero

VALLADOLID.-Joven y mujer. ¿Es necesario imprimir nuevos aires en la Presidencia de la CHD?

-En el orden de decisión lo último ha sido que sea mujer y lo fundamental, mi formación medioambiental. También imagino que ha sido determinante la relación que he tenido con la ministra, Cristina Narbona, durante los últimos años, ya que hemos compartido muchas responsabilidades en políticas de medio ambiente.

-¿Qué se considera más técnica o más política?

-Soy técnica y, sobre todo, ambientalista y eso lo llevo imprimido en la sangre. La política ha empezado en las Cortes regionales.

-Castilla y León no tiene competencias en materia de aguas. ¿Buscará usted que la Comunidad asuma esta gestión?

-Castilla y León hace muchas cosas en materia de aguas. De hecho, la Consejería de Medio Ambiente lleva adelante la construcción de depuradoras y la mejora de las riberas. Pero la mejor fórmula es hacerlo en concertación.

-Entra en la Confederación con dos «patatas calientes»: Castrovido y los regantes del Carrión. ¿Es viable el embalse de Castrovido?

-Es un proyecto que se pensó a la vez que nació la CHD, a principios del siglo pasado. Luego es verdad que se ha modificado, pero forma parte de los proyectos que rescató el PP en su política del hormigón. La realidad es que el PP lo dejó contratado a principios de año y ya está cerrado con todos los parabienes legales y los trámites cumplidos. Cualquier decisión en Castrovido ahora costaría dinero, incluso no hacer nada.

-¿Pero qué es lo que no le acaba de gustar al PSOE de este proyecto?

-Es una forma de gestionar el agua ejemplo de una gestión pasada, pero esta obra tiene un pro y es asegurar el abastecimiento a 30.000 personas. Eso es prioritario y vamos a realizar todas las obras para abastecer. Lo que pretendemos es buscar también otras soluciones y un ejemplo es que el programa de medidas compensatorias para los municipios que no se vean favorecidos sea muy completo.

-¿Desecha, entonces, la construcción de nuevas presas y embalses?

-Creemos que infraestructuras deben hacerse las menos posibles, dentro de que el abastecimiento es prioritario. El coste de estas obras no compensa y dejaríamos de hacer otras cosas.

-¿Tienen que pagar ya las tasas los regantes del Carrión?

-Tenemos que trabajar en la misma dirección, es decir, todas las comunidades de regantes, que no todas piensan lo mismo; la CHD, y la Junta también tiene que arrimar el hombro, ya que si quiere apostar por fijar población, tiene que mimar más a los agricultores como hacen en otras comunidades. Si todos trabajamos en la misma dirección, se llegarán a soluciones.

-¿Tiene previsto agilizar el Plan Nacional de Regadíos para modernizar y ampliar las zonas regables?

-Donde queremos incidir es en modernizar regadíos porque lo que queremos es gastar menos y gestionar mejor los recursos, ya que en hacer nuevos influyen más parámetros. También en este asunto tenemos que apretarnos todos.

-Visto lo visto. Imagino que uno de sus retos es ser dialogante.

-Por su puesto. Mi carácter no tiene nada que ver con el anterior presidente. Soy dialogante y me gusta echarle sentido del humor, si puedo. De hecho, en las críticas en las Cortes a veces no se entendían porque parecían poco ácidas. Me gusta más utilizar la ironía que la acidez para decir las cosas de forma más contundente.

-Las organizaciones agrarias han sido muy críticas con la CHD. ¿Cuál es la fórmula para conseguir un equilibrio?

-Abrirles la puerta para que entren a hablar siempre que quieran. Pero creo que a las asociaciones agrarias y, sobre todo, a sus dirigentes, también les falta sensibilidad medioambiental y se deben impregnar de ella porque es una oportunidad de desarrollo. Quizá los agricultores más jóvenes lo tienen más claro.

-¿Qué papel jugará la Sociedad Estatal Aguas del Duero?

-Terminará lo que tiene contratado y no asumirá nuevos proyectos. El grueso de los fondos los lleva esta sociedad y la gestión de la CHD se ha quedado tiritando y, por lo tanto, tenemos que rescatar el protagonismo y hay que recuperar la gestión pública del agua. Tiene que haber un cambio interior que se necesita un tiempo y un dinero. Lo que más me preocupa es qué medios económicos tiene la Confederación.

-¿Cabe la posibilidad de que desde la Cuenca del Duero se trasvase agua a otras comunidades que lo necesiten más, como la zona de Levante?

-No. Eso hay que desterrarlo y no entra en mi sensibilidad. Los trasvases tienen problemas ambientales muy graves, ya que al mezclar aguas se perjudica muchos a los ecosistemas. Además, hay que apoyar a las zonas más despobladas como es Castilla y León y Aragón. No podemos seguir desequilibrando el eje hacia el Mediterráneo y que siga el interior despoblado y envejecido.

-Ha sido una de las procuradoras que más iniciativas ha presentado en las Cortes. ¿Se va la parlamentaria socialista más «currante».

-Tengo que reconocer que en cuanto a salir al pleno sí que me ha tocado mucho. No sé si soy la que más iniciativas parlamentarias he presentado.

-¿Le ha llamado ya José Carlos Jiménez, ex presidente de la CHD, para felicitarla?

-No.

-¿Espera su llamada?

-Pues no. Pero si me llama, estaría encantada.

-Cuando le surja una duda o un problema, ¿a quién llamará, a Villalba, Narbona, Alejo...?

-Depende del tipo de problema, si es medioambiental o político. Lo que tengo claro es que consultaré con el que más sepa de ese asunto.

-¿Cómo prevé que será la cohabitación política con el PP en la Junta de Castilla y León?

-No me preocupa y creo que no debería tener mucho problema. He aprendido en las Cortes regionales que cuando uno trabaja con honestidad hay otros en frente que saben valorarlo. Hay otros que no, pero esos no merecen la pena. Por eso creo que el entendimiento es bueno.