La CHG propone un pacto para el crecimiento cero de los regadíos <br> No vale decir que los ingenieros construirán más presas porque no va a ser así , sostiene Jaime Palop
Fri, 14/05/2004
El nuevo presidente del organismo de cuenca, Jaime Palop, defiende que el Guadalquivir no puede asumir nuevas superficies regables
rosa llacer
Sevilla. La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), el organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente con competencias en más de 60.000 kilómetros cuadrados desde Almería a Cádiz, impulsará un pacto para el crecimiento cero de los regadíos en los próximos años. Esta iniciativa, completamente novedosa en un contexto de hasta ahora imparable crecimiento de la superficie regable en la cuenca del Guadalquivir, parte directamente del nuevo presidente de la institución, Jaime Palop, quien pretende convertirla en uno de los ejes fundamentales de su mandato. Palop, en una entrevista concedida a este periódico, avanzó su intención de proponer este pacto al considerar que los recursos disponibles no permiten asumir más regadíos. Es el momento de hablar y de decir las cosas con sinceridad. Y la verdad es que en la cuenca del Guadalquivir no nos sobra agua. El agua que hay es la que tenemos ahora más los tres embalses en construcción (La Breña II, Arenoso y Melonares) y ya está. Por todo esto, una de las primeras cosas que quiero hacer es proponer un pacto de crecimiento cero, de no crecimiento de los regadíos , sostiene.
El presidente de la CHG, que es consciente de las reticencias que puede generar una propuesta de este calado en el sector agrario, insiste en la insostenibilidad del modelo hasta ahora vigente en el Guadalquivir, donde la superficie regable suma 231.256 hectáreas sólo en los grandes sistemas. Es posible que esta idea genere tensiones, pero no se puede seguir autorizando el crecimiento masivo que se ha permitido hasta ahora. Pretendo además la complicidad de los agricultores para que cuando se siembren cientos de hectáreas ilegales sientan y denuncien que se les está robando el agua .
La CHG, que cuenta con 69 pantanos con una capacidad total de 8.590 hectómetros cúbicos, destina en torno al 70 por ciento de los recursos desembalsados anualmente a satisfacer las necesidades agrícolas. Su nuevo presidente no pretende cambiar estas cifras, pero sí quiere que se estabilicen y, sobre todo, que no crezcan a costa de demandar nuevas infraestructuras hidráulicas. Ya no vale decir que los ingenieros de la Confederación construirán más presas porque no es así. Entre que se hace un proyecto, se pasan los trámites ambientales y se logra financiación pueden pasar diez años a partir de ahora y esto es un mundo en agricultura .
Dicho de otra manera, no habrá más agua y, sin ella, tampoco nuevos regadíos, pero incluso los ya existentes se gestionarán de distinta manera. Varias son las medidas concretas que la CHG pretende impulsar durante los próximos cuatro años para satisfacer las necesidades de las actuales zonas regables. Muy en la línea de lo defendido hasta el momento por la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, y el director general de Obras Hidráulicas y Calidad del Agua, Juan José López Martos, Jaime Palop, directo colaborador de ambos durante los últimos años, apuesta por mejorar la gestión, modernizar los regadíos, conseguir más ahorro y optimizar el uso de las aguas subterráneas . Además de este paquete de actuaciones de carácter general, el presidente de la CHG se muestra partidario de la creación de un banco del agua, ya previsto en la legislación hídrica actual, en el ámbito de la cuenca del Guadalquivir. Debe de existir porque estamos hablando de una situación de escasez de recursos en la que es fundamental la reasignación de unos usuarios a otros .
Con menos simpatía recibe Palop la instalación de desaladoras, precisamente la solución planteada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para dar respuesta al déficit hídrico de la cuenca Sur. No deben ser necesarias si implantamos otras medidas de gestión .
rosa llacer
Sevilla. La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), el organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente con competencias en más de 60.000 kilómetros cuadrados desde Almería a Cádiz, impulsará un pacto para el crecimiento cero de los regadíos en los próximos años. Esta iniciativa, completamente novedosa en un contexto de hasta ahora imparable crecimiento de la superficie regable en la cuenca del Guadalquivir, parte directamente del nuevo presidente de la institución, Jaime Palop, quien pretende convertirla en uno de los ejes fundamentales de su mandato. Palop, en una entrevista concedida a este periódico, avanzó su intención de proponer este pacto al considerar que los recursos disponibles no permiten asumir más regadíos. Es el momento de hablar y de decir las cosas con sinceridad. Y la verdad es que en la cuenca del Guadalquivir no nos sobra agua. El agua que hay es la que tenemos ahora más los tres embalses en construcción (La Breña II, Arenoso y Melonares) y ya está. Por todo esto, una de las primeras cosas que quiero hacer es proponer un pacto de crecimiento cero, de no crecimiento de los regadíos , sostiene.
El presidente de la CHG, que es consciente de las reticencias que puede generar una propuesta de este calado en el sector agrario, insiste en la insostenibilidad del modelo hasta ahora vigente en el Guadalquivir, donde la superficie regable suma 231.256 hectáreas sólo en los grandes sistemas. Es posible que esta idea genere tensiones, pero no se puede seguir autorizando el crecimiento masivo que se ha permitido hasta ahora. Pretendo además la complicidad de los agricultores para que cuando se siembren cientos de hectáreas ilegales sientan y denuncien que se les está robando el agua .
La CHG, que cuenta con 69 pantanos con una capacidad total de 8.590 hectómetros cúbicos, destina en torno al 70 por ciento de los recursos desembalsados anualmente a satisfacer las necesidades agrícolas. Su nuevo presidente no pretende cambiar estas cifras, pero sí quiere que se estabilicen y, sobre todo, que no crezcan a costa de demandar nuevas infraestructuras hidráulicas. Ya no vale decir que los ingenieros de la Confederación construirán más presas porque no es así. Entre que se hace un proyecto, se pasan los trámites ambientales y se logra financiación pueden pasar diez años a partir de ahora y esto es un mundo en agricultura .
Dicho de otra manera, no habrá más agua y, sin ella, tampoco nuevos regadíos, pero incluso los ya existentes se gestionarán de distinta manera. Varias son las medidas concretas que la CHG pretende impulsar durante los próximos cuatro años para satisfacer las necesidades de las actuales zonas regables. Muy en la línea de lo defendido hasta el momento por la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, y el director general de Obras Hidráulicas y Calidad del Agua, Juan José López Martos, Jaime Palop, directo colaborador de ambos durante los últimos años, apuesta por mejorar la gestión, modernizar los regadíos, conseguir más ahorro y optimizar el uso de las aguas subterráneas . Además de este paquete de actuaciones de carácter general, el presidente de la CHG se muestra partidario de la creación de un banco del agua, ya previsto en la legislación hídrica actual, en el ámbito de la cuenca del Guadalquivir. Debe de existir porque estamos hablando de una situación de escasez de recursos en la que es fundamental la reasignación de unos usuarios a otros .
Con menos simpatía recibe Palop la instalación de desaladoras, precisamente la solución planteada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para dar respuesta al déficit hídrico de la cuenca Sur. No deben ser necesarias si implantamos otras medidas de gestión .