A European project to create cutting-edge marine ecosystem models

Tue, 17/06/2014

Cordis

Las biomasas de fitoplancton y zooplancton se estima que se reducirán un 6 % y un 11 %, respectivamente, para finales de este siglo por el cambio climático. Esta es una de las conclusiones que se extraen del trabajo realizado por el proyecto financiado con fondos europeos MEECE («Marine Ecosystem Evolution in a Changing Environment») sobre el que se ha publicado recientemente un artículo en la revista Global Change Biology.

El proyecto MEECE finalizó en 2013 pero sus resultados siguen teniendo eco entre la comunidad científica. El equipo de MEECE, dirigido por el Laboratorio Marino de Plymouth, utilizó modelos predictivos para estudiar la influencia sobre los ecosistemas marinos de factores climáticos, como la acidificación y la temperatura, y humanos como la pesca, las especies invasoras y la contaminación.

El proyecto logró mejoras en los modelos de ecosistemas marinos de última generación y proporcionó herramientas que asisten en los procesos decisorios.

Su equipo alcanzó estos logros gracias al desarrollo de una biblioteca de herramientas de modelización y un acoplador de modelos genérico (FABM). Ello supuso un paso importante hacia el logro de herramientas de modelización integradas de extremo a extremo que además tengan en cuenta las interacciones entre factores y ecosistemas originadas por procesos tanto fisiológicos como poblacionales.

Estas herramientas de modelización se utilizaron para investigar la respuesta de los ecosistemas marinos regionales europeos al cambio climático, las perturbaciones antropogénicas directas y sus combinaciones.

Los resultados entrañan complejidad y difieren entre regiones. Por ejemplo, los ecosistemas de cuencas cerradas como las de los mares Adriático, Negro y Báltico responden enormemente al estrés eólico y a la eutrofización. Por el contrario, los ecosistemas de cuencas conectadas al océano abierto (por ejemplo el Atlántico Nororiental y el Golfo de Vizcaya) responden más a cambios en el suministro de nutrientes procedente del océano.

Los descubrimientos de MEECE sobre el descenso del fitoplancton y del zooplancton, extraídos de una investigación dirigida por Azti-Tecnalia y publicada recientemente en Global Change Biology, apuntan a que cada región reaccionará de manera distinta.

En los mares de Europa central y meridional se reducirá la producción primaria debido a una mayor estratificación térmica de las capas de agua del océano que provocará una menor presencia de nutrientes para el fitoplancton. Sin embargo, en los mares Báltico, de Barents y Negro aumentará la producción estos organismos.

Guillem Chust de Azti-Tecnalia, director de la labor científica y autor principal del artículo, declaró: «Las regiones del océano que sufran una mayor reducción de las biomasas de fitoplancton y zooplancton, es decir, una amplificación negativa, podrían padecer una importante disminución de la biomasa de peces, en especial de las especies pelágicas (es decir, aquéllas que viven en la columna de agua, excluyendo el fondo marino)».

«Otro efecto negativo de esta reducción de la producción primaria y secundaria a nivel global se dará en la regulación del clima del planeta ya que, al haber menos fitoplancton y, por tanto, una menor absorción de CO2 de la atmósfera por parte de los océanos -el plancton es el responsable de la mitad de la actividad fotosintética del planeta-, se reduce la capacidad de los océanos de regular el clima», añadió.

El proyecto MEECE contó con veintidós socios europeos. En el Atlas Modelo de MEECE puede consultarse información sobre modelos de ecosistemas. Los modelos matemáticos presentados en este atlas ofrecen descripciones matemáticas del mundo real y permiten a los usuarios tanto explorar los mecanismos vigentes como realizar predicciones sobre posibles evoluciones futuras.