World Bank President: "This is the year to take action on climate change"
Thu, 30/01/2014
Banco Mundial
En el Foro Económico Mundial de Davos, el presidente Jim Yong Kim exhortó a fijar el precio del carbono, exigiendo a las empresas que divulguen los riesgos climáticos que enfrentan. Además, pidió una mayor inversión en bonos verdes para combatir el cambio climático.
“Este es el año para tomar medidas en relación con el cambio climático. No hay excusas”, dijo Kim.
El foro marca el inicio de un año muy ocupado para Gobiernos, empresas y organismos financieros que intentan llegar a un acuerdo sobre el clima en 2015
En los directorios empresariales y las oficinas de los directores ejecutivos, el cambio climático es un peligro real y presente, que amenaza con interrumpir el abastecimiento de agua y las cadenas de suministro de empresas tan diversas como Coca-Cola y ExxonMobil. El aumento del nivel del mar y tormentas más intensas ponen en riesgo su infraestructura, y los costos solo seguirán empeorando.
Los directores ejecutivos conocen esta situación. También saben que existe una oportunidad en cómo ellos responden. Pero si bien hay líderes que sobresalen, muchos otros continúan conteniéndose hasta tener más certeza sobre lo que harán los Gobiernos.
En el Foro Económico Mundial que se celebró esta semana en Davos, el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, pidió que los dirigentes gubernamentales den pasos más allá de las pequeñas medidas habituales. En primer lugar, mediante la fijación del precio del carbono y la exigencia de los reguladores financieros a las empresas y las instituciones financieras de que evalúen su exposición a los riesgos relacionados con el clima y la hagan pública.
Kim también llamó a que se duplique el mercado de bonos verdes que apoyan los proyectos de adaptación al cambio climático y mitigación, como los de energías renovables, eficiencia energética y reducción del carbono, a US$20 000 millones este año y US$50 000 millones para el momento en que se alcance un nuevo acuerdo internacional sobre el clima en París en 2015. Instó a los inversores institucionales a comprometerse a alcanzar metas de bonos verdes en sus carteras.
“Hemos visto un gran liderazgo climático de los países y las empresas, pero las emisiones siguen aumentando y los pobres están sufriendo”, dijo el presidente Kim. “Este es el año para tomar medidas en relación con el cambio climático. No hay excusas”.
Aumento de los costos
Los costos de no tomar medidas sobre el cambio climático tienen un gran impacto en las vidas afectadas y las inversiones perdidas.
A nivel mundial, las pérdidas y los daños relacionados con el clima (i) han aumentado de un promedio de alrededor de US$50 000 millones anuales en la década de 1980 a cerca de US$200 000 millones al año en el último decenio, por lo que es de gran importancia tener un desarrollo con capacidad de adaptación al cambio climático y los desastres. Según estimaciones del Grupo del Banco Mundial, el cambio climático aumentará el costo del desarrollo en los países más pobres en un 25% a 30%. Los efectos podrían arruinar décadas de beneficios del desarrollo y volver a arrastrar a la pobreza a millones de personas en el transcurso de nuestras vidas.
“Debemos ayudar a los países más pobres en esta transición”, agregó el presidente Kim. “Tenemos que reducir los riesgos de las inversiones de bajo nivel de emisiones de carbono, especialmente en los países en desarrollo, pero podemos hacerlo: las instituciones de financiamiento del desarrollo pueden aprovechar su capital para reducir ese riesgo y catalizar nuevas inversiones en capacidad de adaptación”.
Hemos visto un gran liderazgo climático de los países y las empresas, pero las emisiones siguen aumentando y los pobres están sufriendo.
Hay líderes, tanto en el sector privado como público, que reconocen los beneficios de ser los primeros en tomar la iniciativa y están obteniendo una ventaja competitiva. Entre ellos:
Google recientemente accionó el interruptor de uno de los mayores sistemas de energía solar del mundo –9200 paneles que cubren la sede de la compañía– y compró la fábrica de termostatos inteligentes Nest (i) ante el esperado aumento de trabajo en productos que puedan reducir el consumo de energía en el hogar. Google es una de varias empresas que ya usan un precio sombra del carbono (i) para la planificación estratégica.
Philips está poniendo en marcha servicios de iluminación sin conexión a la red y alumbrado público con tecnología led, y tiene la meta de mejorar la eficiencia energética de todos sus productos de iluminación en un 50% para 2015.
Los inversores están viendo los resultados: los fondos cotizados en energía limpia tuvieron rendimientos que alcanzaron un 140% el año pasado.
Muchos de estos líderes estarán representados en el Foro Económico Mundial, donde asistirán dirigentes de todo el mundo a un día completo y 23 sesiones de debate sobre el cambio climático, el fortalecimiento de la capacidad de adaptación y el desarrollo sostenible a través de asociaciones público-privadas.
Un número cada vez mayor de países también está tomando con seriedad el cambio climático y viendo oportunidades económicas en la toma de medidas:
Marruecos ha creado un organismo dedicado a la energía solar y está trabajando en el desarrollo de una “superred” que integra energía solar, eólica, hidroeléctrica y biomasa. También está sacando provecho de la riqueza solar de la región mediante centrales de concentración de este tipo de energía con el apoyo del Grupo del Banco Mundial.
México, que tiene un objetivo de energía renovable del 35% y un impuesto sobre el carbono, está empezando a permitir que los consumidores de electricidad al por menor conecten sus instalaciones renovables a la red nacional para obtener ahorros en las facturas. Las políticas del país han llevado a que compradores corporativos como Walmart, Coca-Cola y el Grupo Bimbo inviertan en la autogeneración de energía renovable.
Filipinas ya está sufriendo las consecuencias de los fenómenos meteorológicos extremos, mientras trabaja en la reconstrucción tras el paso del tifón Haiyan. Para cumplir con sus grandes objetivos de energía renovable, el Gobierno está ofreciendo incentivos tales como exenciones fiscales temporales, amortización acelerada y medición neta para permitir que los consumidores que generen energía puedan revenderla a la red.
Hay también un movimiento alentador sobre los instrumentos de fijación del precio del carbono. China lanzó cinco pruebas piloto para el comercio de derechos de emisión en ciudades y provincias el año pasado y tiene un firme objetivo de establecer un sistema nacional. A través de la Asociación para la Preparación del Mercado, (i) otros países están elaborando y aplicando políticas y la nueva generación de instrumentos de fijación del precio del carbono que puede promover el crecimiento, la competitividad y un bajo nivel de emisiones.
Cinco esferas de acción
El Grupo del Banco Mundial se está centrando en cinco esferas clave que pueden ayudar a obtener precios justos, lograr que el financiamiento fluya y avanzar en las áreas de mayor importancia.
La creación de ciudades con bajas emisiones de carbono y capacidad de adaptación al cambio climático, en particular a través de asistencia para la planificación de bajas emisiones de carbono, evaluaciones de eficiencia energética y obtención de financiamiento, es el objetivo de las áreas metropolitanas de rápido crecimiento que están vinculadas al 70% de las emisiones globales. Los avances en la agricultura inteligente en relación con el clima (i) mejoran el rendimiento para alimentar a una población mundial cada vez mayor, reducen las emisiones y aumentan el almacenamiento de carbono. La aceleración de la eficiencia energética y las inversiones en energía renovable ayuda a alejar al mundo de los combustibles fósiles con alto nivel de emisiones de carbono. El Grupo del Banco también respalda la tarea de poner fin a los subsidios a los combustibles fósiles y elaborar la fijación de precios del carbono para conseguir precios justos para las emisiones.
Otra medida importante que puede marcar la diferencia de forma rápida: mediante la disminución de contaminantes climáticos de corta vida -como el hollín del fuego y los vehículos de diésel, y el metano de los vertederos y las industrias extractivas-, los países pueden obtener el doble beneficio de reducir el impacto sobre la nieve y los glaciares y disminuir los costos para la salud humana y los cultivos.
El camino a París
Aún queda mucho por hacer.
En noviembre pasado, en la conferencia internacional sobre el clima en Varsovia, los Gobiernos acordaron (i) sellar un nuevo acuerdo internacional en 2015 que será aplicable a todos los países y comenzará a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Sabemos que las promesas de disminución de las emisiones actuales no son suficientes para evitar un aumento de 2°C en la temperatura y que el planeta sea aún 4°C más cálido en 2100, o posiblemente antes.
A lo largo de este y el próximo año, el Banco Mundial trabajará estrechamente con los Gobiernos para proporcionar la información, las pruebas y los análisis que se necesitan para que cada uno establezca sólidos objetivos nacionales de reducción de emisiones. Además, para que los países desarrollados proporcionen también la tecnología, el financiamiento y el apoyo para el fortalecimiento de la capacidad que las naciones en desarrollo necesitan para comenzar una trayectoria de crecimiento limpio.
La próxima gran cumbre se celebrará en septiembre, cuando el secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, reunirá a los líderes gubernamentales, empresariales y comunitarios de todo el mundo. Este encuentro se considera crucial para promover la adopción de medidas y crear el impulso político que permita alcanzar un acuerdo mundial exitoso en 2015.
“Dentro de 20 años, nos preguntarán a todos: ¿Qué has hecho para combatir el cambio climático?”, dijo el presidente Kim. “Los líderes presentes en Davos, tanto del sector privado como de los Gobiernos, tienen la posibilidad de actuar de manera significativa. Ahora es el momento de actuar para las futuras generaciones antes de que sea demasiado tarde”.
Los directores ejecutivos conocen esta situación. También saben que existe una oportunidad en cómo ellos responden. Pero si bien hay líderes que sobresalen, muchos otros continúan conteniéndose hasta tener más certeza sobre lo que harán los Gobiernos.
En el Foro Económico Mundial que se celebró esta semana en Davos, el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, pidió que los dirigentes gubernamentales den pasos más allá de las pequeñas medidas habituales. En primer lugar, mediante la fijación del precio del carbono y la exigencia de los reguladores financieros a las empresas y las instituciones financieras de que evalúen su exposición a los riesgos relacionados con el clima y la hagan pública.
Kim también llamó a que se duplique el mercado de bonos verdes que apoyan los proyectos de adaptación al cambio climático y mitigación, como los de energías renovables, eficiencia energética y reducción del carbono, a US$20 000 millones este año y US$50 000 millones para el momento en que se alcance un nuevo acuerdo internacional sobre el clima en París en 2015. Instó a los inversores institucionales a comprometerse a alcanzar metas de bonos verdes en sus carteras.
“Hemos visto un gran liderazgo climático de los países y las empresas, pero las emisiones siguen aumentando y los pobres están sufriendo”, dijo el presidente Kim. “Este es el año para tomar medidas en relación con el cambio climático. No hay excusas”.
Aumento de los costos
Los costos de no tomar medidas sobre el cambio climático tienen un gran impacto en las vidas afectadas y las inversiones perdidas.
A nivel mundial, las pérdidas y los daños relacionados con el clima (i) han aumentado de un promedio de alrededor de US$50 000 millones anuales en la década de 1980 a cerca de US$200 000 millones al año en el último decenio, por lo que es de gran importancia tener un desarrollo con capacidad de adaptación al cambio climático y los desastres. Según estimaciones del Grupo del Banco Mundial, el cambio climático aumentará el costo del desarrollo en los países más pobres en un 25% a 30%. Los efectos podrían arruinar décadas de beneficios del desarrollo y volver a arrastrar a la pobreza a millones de personas en el transcurso de nuestras vidas.
“Debemos ayudar a los países más pobres en esta transición”, agregó el presidente Kim. “Tenemos que reducir los riesgos de las inversiones de bajo nivel de emisiones de carbono, especialmente en los países en desarrollo, pero podemos hacerlo: las instituciones de financiamiento del desarrollo pueden aprovechar su capital para reducir ese riesgo y catalizar nuevas inversiones en capacidad de adaptación”.
Hemos visto un gran liderazgo climático de los países y las empresas, pero las emisiones siguen aumentando y los pobres están sufriendo.
Hay líderes, tanto en el sector privado como público, que reconocen los beneficios de ser los primeros en tomar la iniciativa y están obteniendo una ventaja competitiva. Entre ellos:
Google recientemente accionó el interruptor de uno de los mayores sistemas de energía solar del mundo –9200 paneles que cubren la sede de la compañía– y compró la fábrica de termostatos inteligentes Nest (i) ante el esperado aumento de trabajo en productos que puedan reducir el consumo de energía en el hogar. Google es una de varias empresas que ya usan un precio sombra del carbono (i) para la planificación estratégica.
Philips está poniendo en marcha servicios de iluminación sin conexión a la red y alumbrado público con tecnología led, y tiene la meta de mejorar la eficiencia energética de todos sus productos de iluminación en un 50% para 2015.
Los inversores están viendo los resultados: los fondos cotizados en energía limpia tuvieron rendimientos que alcanzaron un 140% el año pasado.
Muchos de estos líderes estarán representados en el Foro Económico Mundial, donde asistirán dirigentes de todo el mundo a un día completo y 23 sesiones de debate sobre el cambio climático, el fortalecimiento de la capacidad de adaptación y el desarrollo sostenible a través de asociaciones público-privadas.
Un número cada vez mayor de países también está tomando con seriedad el cambio climático y viendo oportunidades económicas en la toma de medidas:
Marruecos ha creado un organismo dedicado a la energía solar y está trabajando en el desarrollo de una “superred” que integra energía solar, eólica, hidroeléctrica y biomasa. También está sacando provecho de la riqueza solar de la región mediante centrales de concentración de este tipo de energía con el apoyo del Grupo del Banco Mundial.
México, que tiene un objetivo de energía renovable del 35% y un impuesto sobre el carbono, está empezando a permitir que los consumidores de electricidad al por menor conecten sus instalaciones renovables a la red nacional para obtener ahorros en las facturas. Las políticas del país han llevado a que compradores corporativos como Walmart, Coca-Cola y el Grupo Bimbo inviertan en la autogeneración de energía renovable.
Filipinas ya está sufriendo las consecuencias de los fenómenos meteorológicos extremos, mientras trabaja en la reconstrucción tras el paso del tifón Haiyan. Para cumplir con sus grandes objetivos de energía renovable, el Gobierno está ofreciendo incentivos tales como exenciones fiscales temporales, amortización acelerada y medición neta para permitir que los consumidores que generen energía puedan revenderla a la red.
Hay también un movimiento alentador sobre los instrumentos de fijación del precio del carbono. China lanzó cinco pruebas piloto para el comercio de derechos de emisión en ciudades y provincias el año pasado y tiene un firme objetivo de establecer un sistema nacional. A través de la Asociación para la Preparación del Mercado, (i) otros países están elaborando y aplicando políticas y la nueva generación de instrumentos de fijación del precio del carbono que puede promover el crecimiento, la competitividad y un bajo nivel de emisiones.
Cinco esferas de acción
El Grupo del Banco Mundial se está centrando en cinco esferas clave que pueden ayudar a obtener precios justos, lograr que el financiamiento fluya y avanzar en las áreas de mayor importancia.
La creación de ciudades con bajas emisiones de carbono y capacidad de adaptación al cambio climático, en particular a través de asistencia para la planificación de bajas emisiones de carbono, evaluaciones de eficiencia energética y obtención de financiamiento, es el objetivo de las áreas metropolitanas de rápido crecimiento que están vinculadas al 70% de las emisiones globales. Los avances en la agricultura inteligente en relación con el clima (i) mejoran el rendimiento para alimentar a una población mundial cada vez mayor, reducen las emisiones y aumentan el almacenamiento de carbono. La aceleración de la eficiencia energética y las inversiones en energía renovable ayuda a alejar al mundo de los combustibles fósiles con alto nivel de emisiones de carbono. El Grupo del Banco también respalda la tarea de poner fin a los subsidios a los combustibles fósiles y elaborar la fijación de precios del carbono para conseguir precios justos para las emisiones.
Otra medida importante que puede marcar la diferencia de forma rápida: mediante la disminución de contaminantes climáticos de corta vida -como el hollín del fuego y los vehículos de diésel, y el metano de los vertederos y las industrias extractivas-, los países pueden obtener el doble beneficio de reducir el impacto sobre la nieve y los glaciares y disminuir los costos para la salud humana y los cultivos.
El camino a París
Aún queda mucho por hacer.
En noviembre pasado, en la conferencia internacional sobre el clima en Varsovia, los Gobiernos acordaron (i) sellar un nuevo acuerdo internacional en 2015 que será aplicable a todos los países y comenzará a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Sabemos que las promesas de disminución de las emisiones actuales no son suficientes para evitar un aumento de 2°C en la temperatura y que el planeta sea aún 4°C más cálido en 2100, o posiblemente antes.
A lo largo de este y el próximo año, el Banco Mundial trabajará estrechamente con los Gobiernos para proporcionar la información, las pruebas y los análisis que se necesitan para que cada uno establezca sólidos objetivos nacionales de reducción de emisiones. Además, para que los países desarrollados proporcionen también la tecnología, el financiamiento y el apoyo para el fortalecimiento de la capacidad que las naciones en desarrollo necesitan para comenzar una trayectoria de crecimiento limpio.
La próxima gran cumbre se celebrará en septiembre, cuando el secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, reunirá a los líderes gubernamentales, empresariales y comunitarios de todo el mundo. Este encuentro se considera crucial para promover la adopción de medidas y crear el impulso político que permita alcanzar un acuerdo mundial exitoso en 2015.
“Dentro de 20 años, nos preguntarán a todos: ¿Qué has hecho para combatir el cambio climático?”, dijo el presidente Kim. “Los líderes presentes en Davos, tanto del sector privado como de los Gobiernos, tienen la posibilidad de actuar de manera significativa. Ahora es el momento de actuar para las futuras generaciones antes de que sea demasiado tarde”.