The MAGRAMA invest over 370,000 euros in performances hydrological-forestry in the rivers of the province of Pontevedra
Wed, 06/11/2013
Confederación hidrográfica del Miño-Sil
Serán restaurados y acondicionados más de 40 km de cauces
Los criterios de priorización se han realizado dependiendo de la problemática concreta de las zonas
La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS), Organismo autónomo dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), ejecutará actuaciones de restauración hidrológico-forestal en varios tramos fluviales de la provincia de Pontevedra, en las que invertirán 371.689,23 euros.
Estas actuaciones han sido presentadas por el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, y el presidente de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, Francisco Marín. Al acto, celebrado en la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra, han asistido también el subdelegado del Gobierno, Antonio Coello, y otras autoridades.
Para la elección de los tramos susceptibles de actuación, se ha partido de la extensión de la cuenca hidrográfica, 18.000 kilómetros cuadrados, y se han utilizado criterios técnicos de priorización sobre los tramos fluviales con más afección comprobada y avalada por las inspecciones de la guardería fluvial o a partir de las peticiones formuladas por los propios Ayuntamientos.
Como paso previo, se ha realizado una inspección de las zonas a actuar, partiendo de la comprobación de la existencia de régimen de protección ambiental, de la proximidad de núcleos de población o viviendas aisladas y de la cercanía a infraestructuras viarias con el ánimo de evitar taponamientos que podrían provocar incidencias graves o aislamiento de poblaciones limítrofes.
Para completar estas valoraciones se ha estudiado la tipología y complejidad de las actuaciones a realizar, sin obviar el coste económico de cada intervención, todo ello para poder constatar la urgencia manifiesta de estos trabajos.
“Las actuaciones proyectadas pretenden compatibilizar la garantía de desagüe de los cauces fluviales frente a avenidas ordinarias, en episodios de intensas lluvias, con el mantenimiento de los valores ambientales existentes en los tramos a actuar”, ha indicado Marín, presidente de la CHMS.
Estos trabajos de inspección han concluído con una programación clara de las actuaciones a realizar en los cauces fluviales más problemáticos. Estas consistirán, fundamentalmente, en desbroces selectivos con eliminación de vegetación alóctona y regularización morfológica del cauce y con la retirada de elementos obstructivos, lo que permitirá el aumento de la resiliencia del río frente a perturbaciones naturales y antrópicas y a la mejora de la conectividad transversal y longitudinal de las masas de agua.
Para completar estas actuaciones, se realizará un aumento de la sección de desagüe, de los cauces con más problemas de desbordamientos, y se procederá a la recuperación de riberas mediante técnicas de bioingeniería, utilizando para ello biorrollos de malla de coco y mantas biodegradables, estaquillado con especies vegetales y arbóreas autóctonas; todo ello tratando de evitar o minimizar los impactos que podrían provocar fuertes crecidas e inundaciones.
En definitiva, ha señalado Samuel Juárez, se trata de intentar mejorar las zonas de riesgo pero, sobre todo, “queremos garantizar la seguridad para las poblaciones y actividades económicas que pueden verse afectadas por las alteraciones hidromorfológicas de nuestros ríos".
Los criterios de priorización se han realizado dependiendo de la problemática concreta de las zonas
La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS), Organismo autónomo dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), ejecutará actuaciones de restauración hidrológico-forestal en varios tramos fluviales de la provincia de Pontevedra, en las que invertirán 371.689,23 euros.
Estas actuaciones han sido presentadas por el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, y el presidente de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, Francisco Marín. Al acto, celebrado en la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra, han asistido también el subdelegado del Gobierno, Antonio Coello, y otras autoridades.
Para la elección de los tramos susceptibles de actuación, se ha partido de la extensión de la cuenca hidrográfica, 18.000 kilómetros cuadrados, y se han utilizado criterios técnicos de priorización sobre los tramos fluviales con más afección comprobada y avalada por las inspecciones de la guardería fluvial o a partir de las peticiones formuladas por los propios Ayuntamientos.
Como paso previo, se ha realizado una inspección de las zonas a actuar, partiendo de la comprobación de la existencia de régimen de protección ambiental, de la proximidad de núcleos de población o viviendas aisladas y de la cercanía a infraestructuras viarias con el ánimo de evitar taponamientos que podrían provocar incidencias graves o aislamiento de poblaciones limítrofes.
Para completar estas valoraciones se ha estudiado la tipología y complejidad de las actuaciones a realizar, sin obviar el coste económico de cada intervención, todo ello para poder constatar la urgencia manifiesta de estos trabajos.
“Las actuaciones proyectadas pretenden compatibilizar la garantía de desagüe de los cauces fluviales frente a avenidas ordinarias, en episodios de intensas lluvias, con el mantenimiento de los valores ambientales existentes en los tramos a actuar”, ha indicado Marín, presidente de la CHMS.
Estos trabajos de inspección han concluído con una programación clara de las actuaciones a realizar en los cauces fluviales más problemáticos. Estas consistirán, fundamentalmente, en desbroces selectivos con eliminación de vegetación alóctona y regularización morfológica del cauce y con la retirada de elementos obstructivos, lo que permitirá el aumento de la resiliencia del río frente a perturbaciones naturales y antrópicas y a la mejora de la conectividad transversal y longitudinal de las masas de agua.
Para completar estas actuaciones, se realizará un aumento de la sección de desagüe, de los cauces con más problemas de desbordamientos, y se procederá a la recuperación de riberas mediante técnicas de bioingeniería, utilizando para ello biorrollos de malla de coco y mantas biodegradables, estaquillado con especies vegetales y arbóreas autóctonas; todo ello tratando de evitar o minimizar los impactos que podrían provocar fuertes crecidas e inundaciones.
En definitiva, ha señalado Samuel Juárez, se trata de intentar mejorar las zonas de riesgo pero, sobre todo, “queremos garantizar la seguridad para las poblaciones y actividades económicas que pueden verse afectadas por las alteraciones hidromorfológicas de nuestros ríos".