Objective: To reduce leakage of water in urban distribution networks
Thu, 10/10/2013
Ningún recurso es más fundamental para la vida y el bienestar de la sociedad que el agua. Y sin embargo, cada año se pierde en total entre el 25 y el 30 % del agua potable por culpa de fugas en los sistemas urbanos de distribución hídrica.
El proyecto financiado con fondos europeos LEAKCURE («Intervention for curing pipeline leakage in urban water mains») propone una solución innovadora para la detección automática, el sellado y el curado de las tuberías comunes de dichas redes, sin necesidad de levantar aceras y calzadas.
Según el coordinador del proyecto, Peter Paz de Curapipe System Ltd. (Israel): «La mayoría de las fugas de agua de la red son difíciles de detectar con los medios convencionales. Los métodos habituales, consistentes en arreglar sólo las averías que se encuentren, son ineficaces. Por otra parte, eliminar varias fugas a la vez cambiando cañerías completas resulta caro y genera molestias».
Ya se está observando estrés hídrico -que refleja el balance entre la oferta y la demanda de agua- en zonas donde hasta ahora no solía haber, por ejemplo en el Reino Unido, según informó Paz. Este estrés hídrico está agravándose además en zonas donde ya existía, como en algunas zonas de Europa meridional. Ello se debe en parte al cambio climático y en parte a otros factores como el avance de la urbanización y la industrialización.
Según declaró: «Antes no siempre se daba prioridad a las fugas de tuberías. Ahora se empieza a prestar más atención a la cantidad de fugas por el incremento del estrés hídrico y por la falta de suministros de agua nuevos de acceso fácil».
La solución propuesta por LEAKCURE, llamada «Trenchless, Automated Leakage Repair» (TALR), pasa por implantar unas piezas especiales llamadas lingotes que se introducen para formar un «tren de lingotes».
A grandes rasgos, un lingote es similar a un tapón que se puede hacer que se desplace por un conducto controlando la presión y el caudal. Al introducir dos lingotes en la cañería, dejando un vacío entre ambos, se puede parar el paso de agua por delante y por detrás. En el «tren de lingotes» propuesto por LEAKCURE, ese vacío se rellena con una sustancia viscosa especial de curado que se desplaza por el conducto entre los dos lingotes.
Según explicó Paz: «Este "tren" se mueve de un modo continuo, no se detiene. Así va sellando las fugas al instante a medida que la sustancia de curado entra en contacto con la fuga, cualquiera que sea su orientación dentro de la tubería. Esta sustancia se endurece y la fuga queda curada de modo permanente a medida que el tren avanza por la tubería».
Paz señaló que las actuales prácticas de reparación están enfocadas sobre todo hacia el control de daños, es decir, evitar que la fuga se agrave, más que reducirla de verdad. «Nuestra propuesta pretende reducir en un grado significativo los niveles actuales de fugas, que son inadmisibles, pues en Europa suponen casi un tercio del agua suministrada».
El equipo del proyecto LEAKCURE está probando su nuevo sistema en el Reino Unido, para lo cual han entablado asociaciones con entidades locales y organizado ensayos de campo. Al término de estos ensayos, y una vez se introduzcan las adaptaciones necesarias para ajustarse a los contextos locales, el equipo ampliará sus actividades fuera del Reino Unido.
Paz informó que Curapipe comercializará el servicio TALR entre compañías de aguas en colaboración con socios locales que ya se dedican a la reparación y el mantenimiento de cañerías de agua.
Y declaró: «Hasta ahora, nuestros resultados indican que podemos reparar los tipos de fugas que causan la mayor parte de las pérdidas hídricas. Se trata de fugas que van de cuarenta a tres mil litros por hora. Por extensión, si tratamos 40 kilómetros de tuberías con fugas, en teoría podríamos ahorrar cada día 1,7 millones de litros de agua potable».
Según la Autoridad Reguladora de Servicios Hídricos del Reino Unido (OFWAT), la reducción de las fugas de agua tendrá beneficios considerables, entre ellos que se incrementará la cantidad de agua utilizable en el entorno por otros usuarios, como los agricultores, o bien para sostener los hábitats naturales. Asimismo, las empresas y los ayuntamientos deberán gastar menos en obtener nuevos suministros de agua, ahorrarán en costes de tratamiento y bombeo y, al elevar la eficiencia de estas actividades, podrán reducir su gasto energético y sus emisiones de gases de efecto invernadero.
El consorcio responsable de LEAKCURE, que finalizará en 2014, recibió financiación por valor de más de 700 000 euros a través del Programa de Ecoinnovación
El proyecto financiado con fondos europeos LEAKCURE («Intervention for curing pipeline leakage in urban water mains») propone una solución innovadora para la detección automática, el sellado y el curado de las tuberías comunes de dichas redes, sin necesidad de levantar aceras y calzadas.
Según el coordinador del proyecto, Peter Paz de Curapipe System Ltd. (Israel): «La mayoría de las fugas de agua de la red son difíciles de detectar con los medios convencionales. Los métodos habituales, consistentes en arreglar sólo las averías que se encuentren, son ineficaces. Por otra parte, eliminar varias fugas a la vez cambiando cañerías completas resulta caro y genera molestias».
Ya se está observando estrés hídrico -que refleja el balance entre la oferta y la demanda de agua- en zonas donde hasta ahora no solía haber, por ejemplo en el Reino Unido, según informó Paz. Este estrés hídrico está agravándose además en zonas donde ya existía, como en algunas zonas de Europa meridional. Ello se debe en parte al cambio climático y en parte a otros factores como el avance de la urbanización y la industrialización.
Según declaró: «Antes no siempre se daba prioridad a las fugas de tuberías. Ahora se empieza a prestar más atención a la cantidad de fugas por el incremento del estrés hídrico y por la falta de suministros de agua nuevos de acceso fácil».
La solución propuesta por LEAKCURE, llamada «Trenchless, Automated Leakage Repair» (TALR), pasa por implantar unas piezas especiales llamadas lingotes que se introducen para formar un «tren de lingotes».
A grandes rasgos, un lingote es similar a un tapón que se puede hacer que se desplace por un conducto controlando la presión y el caudal. Al introducir dos lingotes en la cañería, dejando un vacío entre ambos, se puede parar el paso de agua por delante y por detrás. En el «tren de lingotes» propuesto por LEAKCURE, ese vacío se rellena con una sustancia viscosa especial de curado que se desplaza por el conducto entre los dos lingotes.
Según explicó Paz: «Este "tren" se mueve de un modo continuo, no se detiene. Así va sellando las fugas al instante a medida que la sustancia de curado entra en contacto con la fuga, cualquiera que sea su orientación dentro de la tubería. Esta sustancia se endurece y la fuga queda curada de modo permanente a medida que el tren avanza por la tubería».
Paz señaló que las actuales prácticas de reparación están enfocadas sobre todo hacia el control de daños, es decir, evitar que la fuga se agrave, más que reducirla de verdad. «Nuestra propuesta pretende reducir en un grado significativo los niveles actuales de fugas, que son inadmisibles, pues en Europa suponen casi un tercio del agua suministrada».
El equipo del proyecto LEAKCURE está probando su nuevo sistema en el Reino Unido, para lo cual han entablado asociaciones con entidades locales y organizado ensayos de campo. Al término de estos ensayos, y una vez se introduzcan las adaptaciones necesarias para ajustarse a los contextos locales, el equipo ampliará sus actividades fuera del Reino Unido.
Paz informó que Curapipe comercializará el servicio TALR entre compañías de aguas en colaboración con socios locales que ya se dedican a la reparación y el mantenimiento de cañerías de agua.
Y declaró: «Hasta ahora, nuestros resultados indican que podemos reparar los tipos de fugas que causan la mayor parte de las pérdidas hídricas. Se trata de fugas que van de cuarenta a tres mil litros por hora. Por extensión, si tratamos 40 kilómetros de tuberías con fugas, en teoría podríamos ahorrar cada día 1,7 millones de litros de agua potable».
Según la Autoridad Reguladora de Servicios Hídricos del Reino Unido (OFWAT), la reducción de las fugas de agua tendrá beneficios considerables, entre ellos que se incrementará la cantidad de agua utilizable en el entorno por otros usuarios, como los agricultores, o bien para sostener los hábitats naturales. Asimismo, las empresas y los ayuntamientos deberán gastar menos en obtener nuevos suministros de agua, ahorrarán en costes de tratamiento y bombeo y, al elevar la eficiencia de estas actividades, podrán reducir su gasto energético y sus emisiones de gases de efecto invernadero.
El consorcio responsable de LEAKCURE, que finalizará en 2014, recibió financiación por valor de más de 700 000 euros a través del Programa de Ecoinnovación