El presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro, Xavier de Pedro, ha presidido esta mañana en Zaragoza el Pleno de la Comisión de Desembalse de la Cuenca del Ebro donde ha realizado ante los representantes de los usuarios un análisis de la situación de la Cuenca, que se encuentra, de media y según los últimos indicadores de sequía, en situación de normalidad tanto en los sistemas regulados por embalses como en los sistemas no regulados.
Durante la sesión plenaria se ha hecho referencia a tres episodios destacables, desde el punto de vista hidrológico, en la Cuenca del Ebro durante el último semestre.
Hay que destacar el efecto de laminación realizado por los embalses que permitieron reducir los volúmenes circulantes en el Eje del Ebro.
En esta sesión plenaria también se ha puesto en conocimiento de todos los asistentes el acuerdo alcanzado por los propios usuarios en el seno de la comisión de desembalses del sistema Najerilla, Iregua y afluentes al Ebro.
Se propuso impulsar la mejora de las infraestructuras, revisar las concesiones y mantener la petición de caudales al embalse de El Val para riego. Esta última situación es provisional y está pendiente de resolverse por la presidencia, una vez puesta en práctica la propuesta y debatidos los resultados de la misma con los usuarios.
Además, la Comisaría de Aguas de la Confederación ha informado sobre los informes de la Red de Control de Plaguicidas 2012 y el seguimiento de la calidad de las masas de las aguas (CEMAS 2011), donde se indica que no se ha detectado ninguna novedad reseñable. También ha tratado otros temas como el inicio de las obras de descontaminación del embalse de Flix, sin que se hayan detectado incidencias en la calidad de las aguas; el control exhaustivo del río Gállego aguas abajo de Sabiñánigo y los trabajos de vigilancia en Miranda de Ebro, en el acuífero y en la orilla del río, por la detección de episodios de contaminación y en el río Iregua para investigar la causa de olores y sabores en el abastecimiento de Logroño.
Además, aunque no se ha podido evaluar aún el grado de eliminación de las plantas acuáticas, se ha destacado el efecto beneficioso de las últimas crecidas que han removido el lecho fluvial y arrancado gran parte de los macrófitos que habían proliferado en los últimos años.