"Spain is a leader in scientific and technical publications on water"
Tue, 16/04/2013
El sector del agua en España crece una media del 5% y factura alrededor de 23.000 millones de euros al año. Elías Fereres (Larache-Marruecos, 1946), presidente de la Real Academia de Ingeniería, es buen conocedor de estos datos, ya que participa en diferentes investigaciones sobre este sector desde su cátedra en la Universidad de Córdoba y como asesor en proyectos europeos.
La Joint Programming Initiative (JPI) empezó con un programa sobre salud y luego se creó también otro sobre agricultura, cambio climático y seguridad alimentaria. En este último participo como parte del comité científico asesor desde España, aunque hay 20 países más. Son proyectos que coordinan actividades de investigación en cada campo, para mejorar la eficiencia en el uso de los recursos y permitir a la Comisión Europea conocer las actividades en estos ámbitos y fijar prioridades en la investigación que financia.
¿Qué importancia tiene ser el país coordinador en el tema del agua?
Es muy importante, tal como he observado en el programa de agricultura que coordina Francia, ya que la coordinación consigue resaltar los temas que son de interés para los países participantes. Es decir, hay que formular prioridades y llegar a un consenso. El caso de España y otros países mediterráneos, sometidos a tensiones por la escasez de agua debido a su clima, a veces no se entiende lo suficiente desde otros países con exceso de este recurso. Que España lo coordine permitirá poner en valor, tanto sus actividades frente a la escasez del agua, como la formulación de programas que le pueden interesar.
¿En qué posición está España en proyectos de tecnología del agua?
Tenemos un puesto muy importante en Europa, mucho más que en otras áreas de la ciencia y la técnica. Somos líderes en publicaciones científico-técnicas en ámbitos como la desalación, el regadío y la utilización de aguas. Lideramos a escala europea algunas de las investigaciones más importantes sobre el agua. Somos el primer país en publicaciones, aunque no estamos tan bien en patentes.
¿Y a qué se debe?
Este es un tema general, aunque tenemos desarrollos importantes y también un sector privado que es bastante activo a escala internacional. Esto es un factor muy importante para transferir la investigación que se hace al sector productivo.
"Se han hecho grandes avances en las últimas décadas para mejorar el uso del agua de forma más sostenible"
¿A qué desafíos nos enfrentamos en investigación del agua en España?
Se han hecho grandes avances en las últimas décadas para mejorar el uso del agua de forma más sostenible. Por ejemplo, en regadío hace 30 años el 90% de los tres millones de hectáreas de riego que tenemos se regaban por inundación. Hoy día, ese porcentaje ha bajado drásticamente a menos del 30%. Esa transformación no la ha realizado ningún país del mundo en el plazo que lo ha hecho España.
Pero también se habrá notado la crisis en este sector ¿no?
En estos momentos, uno de los factores por los cuales nuestro sector agrario está sosteniéndose en esta crisis es porque tiene un regadío muy eficiente, que se ha financiado con fondos públicos y con el esfuerzo de los agricultores.
¿En la Universidad de Córdoba también trabajan en este tipo de desarrollos?
Acabamos de terminar un proyecto del programa Consolider que duró cinco años y en el que participaban otros cuatro grupos españoles especializados en riego. Estudiamos concretamente cómo reducir el consumo de agua de riego en frutales y viñas. Tenemos resultados muy interesantes para transferir al sector agrario, que permitirán sacarle aún más partido a unos recursos cada vez más escasos. Porque la lluvia es la misma, con períodos de sequía, pero la demanda del sector es cada vez mayor.
¿Qué tipo de infraestructuras serán necesarias para paliar la sequía?
En las zonas costeras, en períodos de sequía, al no haber un acceso directo a las fuentes habituales de agua, las desaladoras van a aportar esos recursos necesarios. Pero desalar agua requiere mucha energía, que a su vez es cara y lo será cada vez más. Esto pone un límite al precio al que se puede vender esa agua. Las desaladoras cumplen una función en situaciones extremas.
¿Y qué pueden aportar los nuevos desarrollos en energías renovables?
Hay mucha actividad enfocada a utilizar biotecnologías y nanotecnologías para la depuración del agua. Otra forma es la posibilidad de reciclar aguas que ya se han utilizado, tanto en industria como en el sector urbano. Las técnicas que se emplean para purificar el agua se mejoran continuamente con nuevas investigaciones. En este campo va a haber muchas innovaciones en los próximos años. Una de las energías renovables de menor coste es la energía hidroeléctrica, pero España tiene ya bastante de este recursos y es muy difícil que desarrolle más, salvo algunos pequeños embalses. Ya le saca mucho partido.
También participa como asesor en el World Water Development Program de la UNESCO
Si, este año empieza otro ciclo de estudios, que son cada tres años. En esta ocasión va a estar focalizado en el nexo agua-energía, porque las relaciones que hay entre ambas son muy importantes. El agua es vital para producir energías como la hidroeléctrica, pero todos los usos que de ella se obtienen requieren energía, que cada vez es más cara y menos accesible.
¿Es suficiente la inversión pública que se hace en este campo?
Hasta ahora se habían hecho bastantes esfuerzos para fomentar la inversión en el sector –aunque nunca es suficiente–. A la vista están los buenos resultados y la situación de liderazgo de España. Ahora bien, para mantenerla hay que continuar con esa inversión. El tren se ha puesto en marcha y en algunos casos va en cabeza, pero los demás trenes no se paran y el español tampoco debe hacerlo. Hay que ver cómo sacarle mayor partido a los recursos que hay, pero no pueden darse recortes drásticos sin que sufra y repercuta en la industria del sector.
La Joint Programming Initiative (JPI) empezó con un programa sobre salud y luego se creó también otro sobre agricultura, cambio climático y seguridad alimentaria. En este último participo como parte del comité científico asesor desde España, aunque hay 20 países más. Son proyectos que coordinan actividades de investigación en cada campo, para mejorar la eficiencia en el uso de los recursos y permitir a la Comisión Europea conocer las actividades en estos ámbitos y fijar prioridades en la investigación que financia.
¿Qué importancia tiene ser el país coordinador en el tema del agua?
Es muy importante, tal como he observado en el programa de agricultura que coordina Francia, ya que la coordinación consigue resaltar los temas que son de interés para los países participantes. Es decir, hay que formular prioridades y llegar a un consenso. El caso de España y otros países mediterráneos, sometidos a tensiones por la escasez de agua debido a su clima, a veces no se entiende lo suficiente desde otros países con exceso de este recurso. Que España lo coordine permitirá poner en valor, tanto sus actividades frente a la escasez del agua, como la formulación de programas que le pueden interesar.
¿En qué posición está España en proyectos de tecnología del agua?
Tenemos un puesto muy importante en Europa, mucho más que en otras áreas de la ciencia y la técnica. Somos líderes en publicaciones científico-técnicas en ámbitos como la desalación, el regadío y la utilización de aguas. Lideramos a escala europea algunas de las investigaciones más importantes sobre el agua. Somos el primer país en publicaciones, aunque no estamos tan bien en patentes.
¿Y a qué se debe?
Este es un tema general, aunque tenemos desarrollos importantes y también un sector privado que es bastante activo a escala internacional. Esto es un factor muy importante para transferir la investigación que se hace al sector productivo.
"Se han hecho grandes avances en las últimas décadas para mejorar el uso del agua de forma más sostenible"
¿A qué desafíos nos enfrentamos en investigación del agua en España?
Se han hecho grandes avances en las últimas décadas para mejorar el uso del agua de forma más sostenible. Por ejemplo, en regadío hace 30 años el 90% de los tres millones de hectáreas de riego que tenemos se regaban por inundación. Hoy día, ese porcentaje ha bajado drásticamente a menos del 30%. Esa transformación no la ha realizado ningún país del mundo en el plazo que lo ha hecho España.
Pero también se habrá notado la crisis en este sector ¿no?
En estos momentos, uno de los factores por los cuales nuestro sector agrario está sosteniéndose en esta crisis es porque tiene un regadío muy eficiente, que se ha financiado con fondos públicos y con el esfuerzo de los agricultores.
¿En la Universidad de Córdoba también trabajan en este tipo de desarrollos?
Acabamos de terminar un proyecto del programa Consolider que duró cinco años y en el que participaban otros cuatro grupos españoles especializados en riego. Estudiamos concretamente cómo reducir el consumo de agua de riego en frutales y viñas. Tenemos resultados muy interesantes para transferir al sector agrario, que permitirán sacarle aún más partido a unos recursos cada vez más escasos. Porque la lluvia es la misma, con períodos de sequía, pero la demanda del sector es cada vez mayor.
¿Qué tipo de infraestructuras serán necesarias para paliar la sequía?
En las zonas costeras, en períodos de sequía, al no haber un acceso directo a las fuentes habituales de agua, las desaladoras van a aportar esos recursos necesarios. Pero desalar agua requiere mucha energía, que a su vez es cara y lo será cada vez más. Esto pone un límite al precio al que se puede vender esa agua. Las desaladoras cumplen una función en situaciones extremas.
¿Y qué pueden aportar los nuevos desarrollos en energías renovables?
Hay mucha actividad enfocada a utilizar biotecnologías y nanotecnologías para la depuración del agua. Otra forma es la posibilidad de reciclar aguas que ya se han utilizado, tanto en industria como en el sector urbano. Las técnicas que se emplean para purificar el agua se mejoran continuamente con nuevas investigaciones. En este campo va a haber muchas innovaciones en los próximos años. Una de las energías renovables de menor coste es la energía hidroeléctrica, pero España tiene ya bastante de este recursos y es muy difícil que desarrolle más, salvo algunos pequeños embalses. Ya le saca mucho partido.
También participa como asesor en el World Water Development Program de la UNESCO
Si, este año empieza otro ciclo de estudios, que son cada tres años. En esta ocasión va a estar focalizado en el nexo agua-energía, porque las relaciones que hay entre ambas son muy importantes. El agua es vital para producir energías como la hidroeléctrica, pero todos los usos que de ella se obtienen requieren energía, que cada vez es más cara y menos accesible.
¿Es suficiente la inversión pública que se hace en este campo?
Hasta ahora se habían hecho bastantes esfuerzos para fomentar la inversión en el sector –aunque nunca es suficiente–. A la vista están los buenos resultados y la situación de liderazgo de España. Ahora bien, para mantenerla hay que continuar con esa inversión. El tren se ha puesto en marcha y en algunos casos va en cabeza, pero los demás trenes no se paran y el español tampoco debe hacerlo. Hay que ver cómo sacarle mayor partido a los recursos que hay, pero no pueden darse recortes drásticos sin que sufra y repercuta en la industria del sector.