City of Lorca and CHS study how to prevent flood damage
Mon, 11/02/2013
Confederación Hidrográfica del Segura
La Confederación ya ha iniciado el proceso de deslinde de la rambla de Biznaga, una de las más afectadas por la riada del pasado mes de septiembre
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, Miguel Ángel Ródenas, ha tratado esta mañana con el alcalde de Lorca, Francisco Jódar, la situación de los cauces del río Guadalentín y las ramblas del municipio tras las inundaciones del pasado otoño. Ródenas le ha mostrado los estudios que está realizando el organismo de cuenca tras la inspección de la zona, que incluyó vuelos fotográficos y análisis también a pie de cauce, mientras que Jódar le ha planteado las preocupaciones de los colectivos vecinales y la necesidad de que se facilite que las aguas no queden estancadas y que las infraestructuras de comunicación no supongan un obstáculo para su paso.
El presidente de la CHS ha anunciado al alcalde que el organismo de cuenca ya ha iniciado varios procesos de deslinde en aquellos puntos en los que se han encontrado posibles obstáculos a la circulación de las aguas. En especial se trabaja actualmente en la rambla de Biznaga, una de las más afectadas por la riada del pasado mes de septiembre.
El sistema de embalses y presas construido en el Plan de Defensa Contra Avenidas demostró sus capacidad durante la riada de San Wenceslao, cuando logró hacer frente a una tormenta que llegó a alcanzar los 179 litros por metro cuadrado, con una intensidad máxima de 17 litros en sólo cinco minutos. La precipitaciones se concentraron fundamentalmente en el entorno de los ríos Guadalentín y Mula y desencadenaron unos caudales punta de avenida de 4.500 m3/seg en Valdeinfierno (Lorca) y unos 2.500 m3/seg en la rambla de Nogalte (Puerto Lumbreras).
Ese colosal tsunami de agua dulce habría arrasado las vegas del río Guadalentín y del Segura, con unas puntas previsibles de caudal superiores a 2.000 m3/seg a su paso por la ciudad de Lorca. El Sistema General de Defensa de la cuenca del Segura consiguió fragmentar y laminar la dimensión de la avenida, logrando que los caudales circulantes en la Ciudad del Sol quedaran por debajo de la capacidad máxima de su encauzamiento.
Sin embargo, los informes realizados tras las lluvias demuestran que se pueden hacer mejoras para que todo el sistema sea más efectivo contra las inundaciones, unas mejoras que incluyen tanto nuevas presas y como ampliaciones de las existentes.
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, Miguel Ángel Ródenas, ha tratado esta mañana con el alcalde de Lorca, Francisco Jódar, la situación de los cauces del río Guadalentín y las ramblas del municipio tras las inundaciones del pasado otoño. Ródenas le ha mostrado los estudios que está realizando el organismo de cuenca tras la inspección de la zona, que incluyó vuelos fotográficos y análisis también a pie de cauce, mientras que Jódar le ha planteado las preocupaciones de los colectivos vecinales y la necesidad de que se facilite que las aguas no queden estancadas y que las infraestructuras de comunicación no supongan un obstáculo para su paso.
El presidente de la CHS ha anunciado al alcalde que el organismo de cuenca ya ha iniciado varios procesos de deslinde en aquellos puntos en los que se han encontrado posibles obstáculos a la circulación de las aguas. En especial se trabaja actualmente en la rambla de Biznaga, una de las más afectadas por la riada del pasado mes de septiembre.
El sistema de embalses y presas construido en el Plan de Defensa Contra Avenidas demostró sus capacidad durante la riada de San Wenceslao, cuando logró hacer frente a una tormenta que llegó a alcanzar los 179 litros por metro cuadrado, con una intensidad máxima de 17 litros en sólo cinco minutos. La precipitaciones se concentraron fundamentalmente en el entorno de los ríos Guadalentín y Mula y desencadenaron unos caudales punta de avenida de 4.500 m3/seg en Valdeinfierno (Lorca) y unos 2.500 m3/seg en la rambla de Nogalte (Puerto Lumbreras).
Ese colosal tsunami de agua dulce habría arrasado las vegas del río Guadalentín y del Segura, con unas puntas previsibles de caudal superiores a 2.000 m3/seg a su paso por la ciudad de Lorca. El Sistema General de Defensa de la cuenca del Segura consiguió fragmentar y laminar la dimensión de la avenida, logrando que los caudales circulantes en la Ciudad del Sol quedaran por debajo de la capacidad máxima de su encauzamiento.
Sin embargo, los informes realizados tras las lluvias demuestran que se pueden hacer mejoras para que todo el sistema sea más efectivo contra las inundaciones, unas mejoras que incluyen tanto nuevas presas y como ampliaciones de las existentes.