The Water Agreement and the Management of the Ebro basin, examples of cooperation
Tue, 08/01/2013
El Pacto del Agua alcanzado en Aragón entre instituciones, agentes sociales y regantes, y la gestión de la cuenca Hidrográfica del Ebro se han puesto hoy como ejemplos de colaboración en la resolución de problemas relacionados con el agua, en la inauguración de la Conferencia Internacional Anual ONU-Agua.
Unas jornadas organizadas por la Oficina de la Década del Agua que se celebran en Zaragoza hasta el 10 de enero y que hoy han inaugurado el consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Modesto Lobón, y el presidente de la Cuenca Hidrográfica del Ebro (CHE), Xavier de Pedro, y a las que no ha podido acudir el secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos.
Lobón ha explicado a los asistentes las características del Pacto del Agua, la "hoja de ruta" para la regulación de las aguas de la cuenca y en el que se pone de manifiesto la "voluntad de pacto y diálogo", los ejes en torno a los que va a girar esta conferencia y que pueden tener a este acuerdo como un "buen ejemplo a seguir".
Por su parte, Xavier de Pedro ha subrayado que una forma de resolver los conflictos en esta cuenca hidrográfica se va a plasmar con la elaboración del plan de cuenca, un documento que en la fase de exposición pública ha recibido 1.600 alegaciones a las que ahora se está dando respuesta para llegar a acuerdos entre todos los agentes implicados.
Sin embargo, De Pedro ha reconocido que la gestión de la cuenca es un "modelo mejorable" y por ello se quiere dar mayor participación a los usuarios lúdicos, para que "se pueda oír su voz" y tengan voto y a las nueve regiones que la forman y potenciar la labor del Comité de Autoridades Competentes, integrado por las CCAA, el Estado y ayuntamientos.
Al encuentro asisten también miembros de organismos internacionales como Naciones Unidas, Unesco, Banco Mundial y FAO, además de representantes de países como Hungría, Finlandia, Brasil, México, Perú y Etiopía, entre otros.
En declaraciones a Efe, el consejero técnico de la Fundación Internacional para el Desarrollo de la Agricultura (FIDA), Rudolph Cleveringa, ha puesto de manifiesto la necesidad de optimizar la gestión del agua para que sea más eficiente, tanto en el ámbito agrario como en las grandes ciudades.
Según Cleveringa, es una gestión óptima del agua es imprescindible para producir la cantidad de alimentos necesarios para una población en aumento que pasará de los siete millones de habitantes actuales a nueve millones en 2050, según los cálculos de Naciones Unidas.
La ONU calcula que la necesidad de agua crecerá en este periodo de tiempo entre un 10 % y un 20 %, no sólo ante la demanda creciente de una mayor cantidad de alimentos, sino debido también a la exigencia de una dieta más nutritiva.
Cleveringa, quien moderará una sesión sobre los sistemas de riego y las asociaciones de usuarios de agua, ha señalado que las familias campesinas que abastecen al resto del mundo son muy pocas, en relación a la proporción de población mundial, y la gran mayoría se ubican en países del hemisferio sur.
Gran parte de estas explotaciones, asentadas en países que exportan gran cantidad de alimentos, como Argentina o Brasil, se mantienen con el agua de la lluvia y, en menor medida, con sistemas de riego, por lo que están al albur de las condiciones climatológicas.
"Hay suficientemente agua globalmente hablando, pero hay que hacer una gestión de la distribución", para alimentar a la población adicional que habitará la tierra en 2050, ha explicado.
Este experto también ha incidido en la necesidad de cambiar las actitudes de los consumidores, mayormente urbanos, ya que además desechan entre ocho y diez kilos de alimentos por semana y por ello, ha advertido, la cooperación entre países, que muchas veces comparten cuencas hidrográficas, es "fundamental" para garantizar el acceso al agua.
Por su parte, la directora de la División de Ciencias del Agua de la Unesco, Blanca Jiménez, ha puesto de manifiesto la capacidad de España en la reutilización del agua, un modelo en el que son "campeones" y que "se podría extrapolar a muchos otros países".
Unas jornadas organizadas por la Oficina de la Década del Agua que se celebran en Zaragoza hasta el 10 de enero y que hoy han inaugurado el consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Modesto Lobón, y el presidente de la Cuenca Hidrográfica del Ebro (CHE), Xavier de Pedro, y a las que no ha podido acudir el secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos.
Lobón ha explicado a los asistentes las características del Pacto del Agua, la "hoja de ruta" para la regulación de las aguas de la cuenca y en el que se pone de manifiesto la "voluntad de pacto y diálogo", los ejes en torno a los que va a girar esta conferencia y que pueden tener a este acuerdo como un "buen ejemplo a seguir".
Por su parte, Xavier de Pedro ha subrayado que una forma de resolver los conflictos en esta cuenca hidrográfica se va a plasmar con la elaboración del plan de cuenca, un documento que en la fase de exposición pública ha recibido 1.600 alegaciones a las que ahora se está dando respuesta para llegar a acuerdos entre todos los agentes implicados.
Sin embargo, De Pedro ha reconocido que la gestión de la cuenca es un "modelo mejorable" y por ello se quiere dar mayor participación a los usuarios lúdicos, para que "se pueda oír su voz" y tengan voto y a las nueve regiones que la forman y potenciar la labor del Comité de Autoridades Competentes, integrado por las CCAA, el Estado y ayuntamientos.
Al encuentro asisten también miembros de organismos internacionales como Naciones Unidas, Unesco, Banco Mundial y FAO, además de representantes de países como Hungría, Finlandia, Brasil, México, Perú y Etiopía, entre otros.
En declaraciones a Efe, el consejero técnico de la Fundación Internacional para el Desarrollo de la Agricultura (FIDA), Rudolph Cleveringa, ha puesto de manifiesto la necesidad de optimizar la gestión del agua para que sea más eficiente, tanto en el ámbito agrario como en las grandes ciudades.
Según Cleveringa, es una gestión óptima del agua es imprescindible para producir la cantidad de alimentos necesarios para una población en aumento que pasará de los siete millones de habitantes actuales a nueve millones en 2050, según los cálculos de Naciones Unidas.
La ONU calcula que la necesidad de agua crecerá en este periodo de tiempo entre un 10 % y un 20 %, no sólo ante la demanda creciente de una mayor cantidad de alimentos, sino debido también a la exigencia de una dieta más nutritiva.
Cleveringa, quien moderará una sesión sobre los sistemas de riego y las asociaciones de usuarios de agua, ha señalado que las familias campesinas que abastecen al resto del mundo son muy pocas, en relación a la proporción de población mundial, y la gran mayoría se ubican en países del hemisferio sur.
Gran parte de estas explotaciones, asentadas en países que exportan gran cantidad de alimentos, como Argentina o Brasil, se mantienen con el agua de la lluvia y, en menor medida, con sistemas de riego, por lo que están al albur de las condiciones climatológicas.
"Hay suficientemente agua globalmente hablando, pero hay que hacer una gestión de la distribución", para alimentar a la población adicional que habitará la tierra en 2050, ha explicado.
Este experto también ha incidido en la necesidad de cambiar las actitudes de los consumidores, mayormente urbanos, ya que además desechan entre ocho y diez kilos de alimentos por semana y por ello, ha advertido, la cooperación entre países, que muchas veces comparten cuencas hidrográficas, es "fundamental" para garantizar el acceso al agua.
Por su parte, la directora de la División de Ciencias del Agua de la Unesco, Blanca Jiménez, ha puesto de manifiesto la capacidad de España en la reutilización del agua, un modelo en el que son "campeones" y que "se podría extrapolar a muchos otros países".