Five municipalities warn that the desalting mortgaged their accounts

Wed, 05/12/2012

Mediterráneo

La puesta en marcha de las dos desaladoras en construcción en la provincia (Benicàssim-Orpesa y Moncofa) hipotecará a los municipios implicados (a estos se suman Cabanes y Xilxes). Y es que el pago de estas infraestructuras por parte de los ayuntamientos descuadrará sus cuentas.

Acuamed (Aguas de las Cuencas Mediterráneas), dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, está construyendo las instalaciones, aunque en los convenios de explotación (datados en 2008), el entonces director del ente público, Adrián Baltanás, y el exalcalde de Benicàssim, Francesc Colomer, se recoge que las localidades beneficiarias de las plantas se repartirían, durante los 25 años de vigencia del pacto, la amortización de las instalaciones.

Entre las poblaciones deberán retornar unos 120 millones de euros a Acuamed y, además, en el caso de activarse las desaladoras, asumir los costes de personal, mantenimiento y conservación que conlleva la actividad.

Benicàssim ya ha mostrado su intención de paralizar su puesta en marcha, ya que, si así se hiciera en el año 2013, tendría que abonar cerca de un millón de euros, cantidad que debería pagar durante los próximos 25 años, algo con lo que no están de acuerdo e incluso la alcaldesa, Susana Marqués, tildó de "insostenible", en plena crisis. Orpesa tampoco comparte la cantidad que desembolsará. Informa E. B.

Por su parte, la primera edila de Cabanes, Estrella Borrás, aseguró que la desaladora que se proyectó hace siete años "es en estos momentos inasumible por parte del Ayuntamiento, ya que en las actuales circunstancias económicas el consistorio no puede hacer frente a unos 800.000 euros que supondrían los costes de amortización y explotación de las plantas y las cuotas por el agua".

Asimismo, añadió que es una cifra "desorbitada" para un consistorio con un presupuesto de unos 3,6 millones y que las necesidades hídricas están cubiertas.

Desde Moncofa solicitan una reunión con Acuamed para debatir sobre las condiciones de pago, aunque no han reservado ninguna partida en el presupuesto.

Desde Xilxes, otra localidad que se beneficiaría de la desaladora moncofense, ven "exagerada" la cantidad a abonar (sobre unos 800.000 euros). El alcalde, Vicente Martínez, dice que tratan "de renegociar el convenio porque no queremos pagar por un agua que no vamos a utilizar".

La paralización de los planes ha cambiado el rumbo de estas infraestructuras, ahora indeseadas por los municipios, que no pueden asumir los costes que implicarán.

Benicàssim, Orpesa, Cabanes, Xilxes y Moncofa han de pagar un millón anual durante 25 años si se activan Califican de "insostenible" e "inasumible" tener que abonar dinero por un agua que no ya no es necesaria