The grant will bring CHD 500 disused buildings Castilla Canal
Tue, 04/12/2012
Aún no existía el ferrocarril a vapor y los ingenieros del siglo XVIII idearon en un sistema de navegación que dotase a la vieja Castilla, el granero de España, de un medio por el que dar salida comercial a los excedentes de cereal hacia el mar, a través del puerto Santander, que rompía también el aislamiento de la Meseta interior. Así nació el Canal de Castilla, nunca se llegó a terminar, pero sí son centenares las edificaciones que acompañan a este proyecto de la época de la Ilustración española que se utilizó, entre otros, para transportar cereal, para la producción hidroeléctrica o la molienda de harina. Ahora esos almacenes, viviendas, oficinas, molinos, harineras ... y así hasta 500 bienes, inventariados, ligados al Canal de Castilla y que ya no se utilizan, sufren una de las peores enfermedades que puede atacar a un edificio: el desuso.
La Confederación Hidrográfica del Duero, asegura su presidente, José Valín, quiere asegurarse de que este patrimonio histórico no hidráulico, y «muy difícil de mantener» para el organismo de cuenca, se conserve y, para ello, lo mejor es que tenga un uso, por ello han comenzado a trabajar ya en un «pliego- tipo que permita sacar a concurso público las posibles concesiones de los elementos más representativos del patrimonio hidráulico del Canal de Castilla».
Se trata de que esos edificios tengan un proyecto, una utilidad, bien por parte de entidades públicas como ayuntamientos o diputaciones o de personas privadas que tengan «un determinado objetivo y un proyecto de utilización de esas instalaciones». El pliego aún no está cerrado, pero el presidente avanza que las concesiones serían de largo plazo, en torno a 45 años, para que así se puedan «realizar determinadas inversiones, instalar negocios u otro tipo de actuaciones de interés», vinculados, por ejemplo, al turismo. En caso de que haya más de una solicitud para un determinado edificio, se dará prioridad a las entidades púbicas y a entidades con «un marcado carácter social», como las fundaciones.
Hasta ahora, explica Valín, se ha llegado a convenios con muchos ayuntamientos, por ejemplo, el que ha permitido instalar el Museo del Agua en Palencia capital o en algunas de las dársenas del canal; pero, en ocasiones, los ayuntamientos o particulares a los que se les ha dado en concesión alguna instalación, vegación y Riego para los Reinos de Castilla y León'. El diseño inicial contemplaba cuatro canales, que unirían Segovia con Reinosa (Cantabria) con la intención de, en un futuro, atravesar la cordillera Cantábrica y poder llegar al mar por el puerto de Santander. El ramal del Norte pretendía unir Reinosa (Santander) con el sitio de Calahorra de Ribas (Palencia); el de Campos, va desde Calahorra de Ribas, por la comarca de Tierra de Campos, hasta Medina de Rioseco (Valladolid) y está construido; el Canal Sur, también está finalizado, toma sus aguas del Canal de Campos en Serrón no las han podido mantener, «y ha sido necesario recuperar esa concesión», de ahí que Valín haga hincapié en que, a partir de ahora, vayan vinculadas a un «proyecto, una utilidad», que garantice su mantenimiento.
El pliego que permitirá poner en manos de entidades públicas o pri(Grijota, Palencia), y desemboca en el Río Pisuerga, en Valladolid, Y, en cuarto lugar, el Canal de Segovia, uniría Segovia con Villanueva de Duero (Valladolid), pero nunca se llegó a construir. Las obras arrancaron un 16 de julio de 1.753 en Calahorra de Ribas, el proyecto no se culminó y hoy esta vía fluvial artificial suma 207 kilómetros en las provincias de Palencia, Burgos y Valladolid, salva un desnivel de 150 metros y tiene forma de Y invertida, une Alar del Rey, donde nace, con Valladolid y Medina de Rioseco, que están situadas al final de los ramales Sur y de Campos. vadas interesadas en instalar un determinado proyecto en una edificación vinculada al Canal de Castilla, pero que no forman parte de la infraestructura hidráulica, estará listo a finales de este año y se estrenará con el complejo palentino conocido como Calahorra, ubicado en Ribas de Campos, una de las «zonas más bellas» del Canal y en el que las aguas que el Pisuerga lleva desde Alar del Rey, se vierten sobre las del río Carrión, fueron las primeras esclusas, la 22, 23 y 24, que se construyeron, bajo la dirección de Antonio de Ulloa y el ingeniero francés, Carlos Lemaur. En esa zona, se pondrán en valor las construcciones del antiguo canal, y también un pequeño salto hidroeléctrico, ahora abandonado, y explotado en su día por una empresa palentina.
La Calahorra será el primero de estos bienes del Canal en ser cedido, durante casi medio siglo, porque responde al interés de «varias entidades», entre ellas el Ayuntamiento de Ribas de Campos, de recuperar este paraje, pero, poco a poco, se irán sucediendo las concesiones al resto de los 500 bienes que la CHD tiene inventariados en el Canal de Castilla.
La Confederación Hidrográfica del Duero, asegura su presidente, José Valín, quiere asegurarse de que este patrimonio histórico no hidráulico, y «muy difícil de mantener» para el organismo de cuenca, se conserve y, para ello, lo mejor es que tenga un uso, por ello han comenzado a trabajar ya en un «pliego- tipo que permita sacar a concurso público las posibles concesiones de los elementos más representativos del patrimonio hidráulico del Canal de Castilla».
Se trata de que esos edificios tengan un proyecto, una utilidad, bien por parte de entidades públicas como ayuntamientos o diputaciones o de personas privadas que tengan «un determinado objetivo y un proyecto de utilización de esas instalaciones». El pliego aún no está cerrado, pero el presidente avanza que las concesiones serían de largo plazo, en torno a 45 años, para que así se puedan «realizar determinadas inversiones, instalar negocios u otro tipo de actuaciones de interés», vinculados, por ejemplo, al turismo. En caso de que haya más de una solicitud para un determinado edificio, se dará prioridad a las entidades púbicas y a entidades con «un marcado carácter social», como las fundaciones.
Hasta ahora, explica Valín, se ha llegado a convenios con muchos ayuntamientos, por ejemplo, el que ha permitido instalar el Museo del Agua en Palencia capital o en algunas de las dársenas del canal; pero, en ocasiones, los ayuntamientos o particulares a los que se les ha dado en concesión alguna instalación, vegación y Riego para los Reinos de Castilla y León'. El diseño inicial contemplaba cuatro canales, que unirían Segovia con Reinosa (Cantabria) con la intención de, en un futuro, atravesar la cordillera Cantábrica y poder llegar al mar por el puerto de Santander. El ramal del Norte pretendía unir Reinosa (Santander) con el sitio de Calahorra de Ribas (Palencia); el de Campos, va desde Calahorra de Ribas, por la comarca de Tierra de Campos, hasta Medina de Rioseco (Valladolid) y está construido; el Canal Sur, también está finalizado, toma sus aguas del Canal de Campos en Serrón no las han podido mantener, «y ha sido necesario recuperar esa concesión», de ahí que Valín haga hincapié en que, a partir de ahora, vayan vinculadas a un «proyecto, una utilidad», que garantice su mantenimiento.
El pliego que permitirá poner en manos de entidades públicas o pri(Grijota, Palencia), y desemboca en el Río Pisuerga, en Valladolid, Y, en cuarto lugar, el Canal de Segovia, uniría Segovia con Villanueva de Duero (Valladolid), pero nunca se llegó a construir. Las obras arrancaron un 16 de julio de 1.753 en Calahorra de Ribas, el proyecto no se culminó y hoy esta vía fluvial artificial suma 207 kilómetros en las provincias de Palencia, Burgos y Valladolid, salva un desnivel de 150 metros y tiene forma de Y invertida, une Alar del Rey, donde nace, con Valladolid y Medina de Rioseco, que están situadas al final de los ramales Sur y de Campos. vadas interesadas en instalar un determinado proyecto en una edificación vinculada al Canal de Castilla, pero que no forman parte de la infraestructura hidráulica, estará listo a finales de este año y se estrenará con el complejo palentino conocido como Calahorra, ubicado en Ribas de Campos, una de las «zonas más bellas» del Canal y en el que las aguas que el Pisuerga lleva desde Alar del Rey, se vierten sobre las del río Carrión, fueron las primeras esclusas, la 22, 23 y 24, que se construyeron, bajo la dirección de Antonio de Ulloa y el ingeniero francés, Carlos Lemaur. En esa zona, se pondrán en valor las construcciones del antiguo canal, y también un pequeño salto hidroeléctrico, ahora abandonado, y explotado en su día por una empresa palentina.
La Calahorra será el primero de estos bienes del Canal en ser cedido, durante casi medio siglo, porque responde al interés de «varias entidades», entre ellas el Ayuntamiento de Ribas de Campos, de recuperar este paraje, pero, poco a poco, se irán sucediendo las concesiones al resto de los 500 bienes que la CHD tiene inventariados en el Canal de Castilla.