The rain storm class leaves 14,000 students and short roads
Tue, 13/11/2012
El fuerte temporal de lluvia que azotó ayer el norte de la provincia de Alicante y el sur de la de Valencia dejó sin clase a 13.900 alumnos. La decisión fue adoptada por los Ayuntamientos de la comarca de La Marina Alta al conocer el aviso de alerta roja por lluvias en la Comunidad Valenciana. Fuentes de la Consejería de Educación concretaron que se había suspendido la actividad lectiva en 35 centros de enseñanza obligatoria (colegios e institutos) y en 25 centros que son escuelas de adultos, infantiles, de idiomas y de enseñanza de música.
La medida afectó a centros docentes de las localidades de Dénia, Xàbia, El Verger, Els Poblets, Vall d'Ebo, Teulada-Moraira, El Poble Nou de Benitatxell, Benimelli, Beniarberg y Ondara.
Las mayores cantidades de agua se recogieron en localidades de La Marina Alta y L'Alcoià, donde destacan los 190 litros medidos en Adsubia-La Vall de Gallinera, 160 en Muro de Alcoi, 154 en Murla, 119 litros en Beneixama, 110 en Villena, 86 en Confrides, 77 litros en Alcoi, 61 litros en Agres y 45 en Guadalest. En la provincia de Valencia se recogieron, en tan solo 24 horas, 206 en Villalonga, 138 en Estubeny, 122 en Bellús, 109 en Vallada, 95 en Càrcer, 87 en Alzira, 69 en Antella, 33 en Ayora y otros 30 en Millares.
El suceso potencialmente más peligroso de cuantos dejó la jornada de lluvia se vivió en Oliva. La pared de un edificio del municipio se desprendió y cayó sobre la vivienda contigua, de dos alturas, donde se encontraban cinco miembros de una familia, que resultaron heridos. A mediodía de ayer, sin embargo, los tres adultos ya habían sido dados de alta en el hospital, mientras que los dos niños, uno de tres años y el otro de cinco meses, continuaban ingresados en el Hospital de Gandia como medida de precaución.
La fuerza que adquirieron los ríos y barrancos de las comarcas de La Marina Alta y La Safor obligaron a los servicios de emergencia a rescatar a dos personas cuyos vehículos estaban siendo arrastrados por el agua. Uno de ellos fue sorprendido por el caudal en Oliva mientras circulaba en una furgoneta en el paraje de la Font Salada. Los bomberos lograron enganchar la furgoneta a uno de los vehículos de emergencia y extraer la furgoneta del barranco. El conductor no sufrió heridas.
En Moixent fue la Guardia Civil la que rescató a una mujer cuyo automóvil estaba siendo arrastrado por la fuerza del agua del río Cànyoles. Cuando llegaron al lugar, la mujer se hallaba subida al techo de su coche. Los agentes lograron sacarla utilizando cuerdas y con la ayuda de vecinos de la localidad.
La intensa lluvia caída en la zona elevó el caudal del río Cànyoles muy por encima de lo normal, como ocurrió también en el caso de los ríos Girona y Serpis.
A lo largo del día, las inundaciones y la caída de ramas provocaron el corte de varias carreteras. Fue el caso de la CV-598, en la zona del acceso a Canals. De la carretera CV-600, entre las poblaciones de Xàtiva y Simat de La Valldigna. De la CV-543, en Carcaixent. Y de otras dos vías que fueron despejadas entre Ontinyent y Bocairent (la CV-81) y en Benidorm (CV-574).
El viento también causó problemas en el mar, aunque los ferrys entre Dénia y Baleares siguieron funcionando. Los pescadores de la capital de La Marina Alta y de otras poblaciones, como Xàbia, se mantuvieron en su mayor parte en puerto ante el fuerte oleaje. Numerosos cultivos resultaron anegados en las mismas zonas.
La medida afectó a centros docentes de las localidades de Dénia, Xàbia, El Verger, Els Poblets, Vall d'Ebo, Teulada-Moraira, El Poble Nou de Benitatxell, Benimelli, Beniarberg y Ondara.
Las mayores cantidades de agua se recogieron en localidades de La Marina Alta y L'Alcoià, donde destacan los 190 litros medidos en Adsubia-La Vall de Gallinera, 160 en Muro de Alcoi, 154 en Murla, 119 litros en Beneixama, 110 en Villena, 86 en Confrides, 77 litros en Alcoi, 61 litros en Agres y 45 en Guadalest. En la provincia de Valencia se recogieron, en tan solo 24 horas, 206 en Villalonga, 138 en Estubeny, 122 en Bellús, 109 en Vallada, 95 en Càrcer, 87 en Alzira, 69 en Antella, 33 en Ayora y otros 30 en Millares.
El suceso potencialmente más peligroso de cuantos dejó la jornada de lluvia se vivió en Oliva. La pared de un edificio del municipio se desprendió y cayó sobre la vivienda contigua, de dos alturas, donde se encontraban cinco miembros de una familia, que resultaron heridos. A mediodía de ayer, sin embargo, los tres adultos ya habían sido dados de alta en el hospital, mientras que los dos niños, uno de tres años y el otro de cinco meses, continuaban ingresados en el Hospital de Gandia como medida de precaución.
La fuerza que adquirieron los ríos y barrancos de las comarcas de La Marina Alta y La Safor obligaron a los servicios de emergencia a rescatar a dos personas cuyos vehículos estaban siendo arrastrados por el agua. Uno de ellos fue sorprendido por el caudal en Oliva mientras circulaba en una furgoneta en el paraje de la Font Salada. Los bomberos lograron enganchar la furgoneta a uno de los vehículos de emergencia y extraer la furgoneta del barranco. El conductor no sufrió heridas.
En Moixent fue la Guardia Civil la que rescató a una mujer cuyo automóvil estaba siendo arrastrado por la fuerza del agua del río Cànyoles. Cuando llegaron al lugar, la mujer se hallaba subida al techo de su coche. Los agentes lograron sacarla utilizando cuerdas y con la ayuda de vecinos de la localidad.
La intensa lluvia caída en la zona elevó el caudal del río Cànyoles muy por encima de lo normal, como ocurrió también en el caso de los ríos Girona y Serpis.
A lo largo del día, las inundaciones y la caída de ramas provocaron el corte de varias carreteras. Fue el caso de la CV-598, en la zona del acceso a Canals. De la carretera CV-600, entre las poblaciones de Xàtiva y Simat de La Valldigna. De la CV-543, en Carcaixent. Y de otras dos vías que fueron despejadas entre Ontinyent y Bocairent (la CV-81) y en Benidorm (CV-574).
El viento también causó problemas en el mar, aunque los ferrys entre Dénia y Baleares siguieron funcionando. Los pescadores de la capital de La Marina Alta y de otras poblaciones, como Xàbia, se mantuvieron en su mayor parte en puerto ante el fuerte oleaje. Numerosos cultivos resultaron anegados en las mismas zonas.