The Spanish miracle water

Wed, 07/11/2012

iagua.es

En la historia reciente de nuestra civilización se suele hablar de tres “revoluciones técnicas”: la primera entre 1.750 y 1.850, la del vapor que culmino con el ferrocarril, y comenzó a sustituir el esfuerzo, hasta entonces humano y animal, por las maquinas, e inicio el desarrollo de la sociedad industrial, la segunda entre finales del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX con la invención de la electricidad, el motor de combustión y los servicios a domicilio en las poblaciones de agua, saneamiento, comunicaciones por teléfono y radio que mejoro sustancialmente la calidad de la vida humana y desarrollo la sociedad urbana en las que hoy queremos vivir por su pluralidad y riqueza de oportunidades y una tercera “revolución” que ya tiene casi medio siglo, en la que ahora estamos: la de la Información, cuyos efectos , quizás aun sea pronto para analizar.

Pero hay unanimidad al afirmar que de todos los “Inventos” que han desatado esas “revoluciones” ninguno ha supuesto mayor mejora de la vida humana y de la actividad económica como la del agua corriente a domicilio en cantidad, calidad y a un precio asequible.

Para comprobarlo, solo hay que situarse idealmente en las hipótesis de prescindir de algunos de esos inventos: el motor de combustión, la electricidad, el teléfono…..el agua a domicilio y constatar que efectivamente aun hoy el agua corriente y ahora al tratamiento completo del ciclo del agua con su saneamiento y depuración, resulta el mas imprescindible e irrenunciable para la vida y la actividad económica, como prueba actualmente la evidencia de que en las poblaciones que aun no han alcanzado los niveles de desarrollo y calidad de vida de nuestro llamado primer mundo: la disponibilidad de agua a domicilio en cantidad y calidad es la mayor de sus aspiraciones y su indisponibilidad el mayor de su hándicaps, e incluso el que en nuestra sociedades del primer mundo cuando ocurre un desastre natural que priva a las poblaciones de sus servicios domiciliarios habituales , el que antes reclaman para ser restaurado, es el del agua.

A este respecto, es muy significativo el recuerdo de aquella niña saharaui que cuando, después de pasar el verano con una familia de acogida española, regresaba a su campamento en el desierto argelino y le preguntaban ante la cámara en una entrevista para TV: "¿Tu que te llevarías de España a tu tierra?” y ella respondió sin dudarlo : “Yo…yo me llevaría un grifo”.

Si, España está llena de grifos a los que ignoramos y el mundo está sediento de millones de grifos que cambiarían la vida de miles de millones de personas, un simple grifo por el que sale, siempre que queramos, agua buena, bonita y barata, algo tan banal para nosotros; para esa niña y para 1000 millones de personas en el mundo, sigue siendo un milagro, pues no tenerlo, les obliga a recorrer cada día varios Km y emplear una buena parte de su tiempo, mas a las mujeres que a los hombres, para poder tener agua con que cocina, lavar su ajuar y asearse y esa carencia de agua es también causa principal de mucha enfermedad y del subdesarrollo económico.

Por eso cada vez que abrimos un grifo y tenemos la suerte de que salga un espléndido chorro de agua y además potable y además de buena calidad y que además nos cuesta menos de 0.015€ por litro, algo así como la milésima parte del agua embotellada, no debemos dejar de seguir asombrándonos con ese milagro del agua que cada día consigue llevarnos el agua a nuestro hogar. Incluso en una sociedad desarrollada como la española, en todas las encuestas realizadas entre los hogares que preguntan cuál es el invento más apreciado, siempre resulta en primera posición no el automóvil o el teléfono móvil, sino la humilde lavadora, que sería inviable sin agua corriente a domicilio.

Y además en España, el agua después de usarla, la conducimos ordenadamente hasta una depuradora y la depuramos, hasta el punto de que una buena parte la podemos volver a utilizar para regar y otros usos y en cualquier caso la devolvemos al rio o al mar en buenas condiciones para que no deteriore mas el medio ambiente, y eso aun es mayor milagro, pues 2.500 millones de personas en el mundo no disponen de saneamiento, lo que es causa mayor de enfermedades y miseria, y así, algunos de los orgullosos países denominados BRICS, ya saben: Brasil, Rusia, India China o Sudáfrica que nos apabullan con sus asombrosas cifras de crecimiento económico, todavía no han conseguido que millones de sus gentes no tengan que hacer sus necesidades en la calle.

España desde el aire es en muy buena parte, un país de color amarillo y marrón, no es mayoritariamente verde como si lo son casi todos nuestros socios de la Unión Europea y muchos países del mundo, es un país escaso en lluvias y mal repartidas, y por eso, creemos que se puede hablar con orgullo de el Milagro Español del Agua, el milagro que supone que en esta nuestra tierra amarilla y marrón, haya suministros de agua en calidad, cantidad y a un precio razonable, mejor que en la mayoría de los países del mundo que si son de color verde.

El milagro español del agua se comprende mejor, si se piensa en lo que por ejemplo, podría ocurrir si los habitantes de las ciudades del centro y norte de Europa que viven en países de color verde, les pidieran a sus ayuntamientos que ellos también quieren tener 3000 horas de sol al año como en España, y sus ayuntamientos, lógicamente, responderían que ese suministro resulta imposible, mientras que no lo es, el que los habitantes en esa zonas áridas y escasas en términos pluviométricos de tantas ciudades españolas, tengan 300 litros de agua buena bonita y barata por habitante y día como lo tiene los que habitan en las ciudades de los países de color verde.

Milagro que se agranda, si además pensamos, que en esta España amarilla y marrón, recibimos cada año 60 millones de turistas, a los que también les servimos agua buena bonita y barata.

Nunca lo hemos tenido fácil, pero hemos hecho de la necesidad virtud, si no se hubiera construido ninguna presa ni otras grandes obras hidráulicas, solo aprovecharíamos el 8% del agua que nos llueve y llueve poco y mal, muy irregularmente distribuida en el tiempo y en la geografía, pero hemos construido más de 1500 presas y muchas otras grandes obras hidráulicas, somos el tercer país del mundo con mas presas, e ironías a parte, gracias a esas 1500 presas y otras obras hidráulicas y gracias muy especialmente a la solidaridad , podemos aprovechar el 40% de nuestra lluvia y no ese pobre 8%.

La Solidaridad Hidráulica resulta indispensable, el buen reparto del agua en España es muy probablemente el factor que más puede contribuir a su cohesión y sensu contrario la falta de solidaridad hidráulica no contribuye a ella en absoluto. En España, utilizándola eficaz y racionalmente y repartiéndola bien, hay agua para todos, recientemente nos lo recordaba el Comisario Europeo de Medio Ambiente, abogando por que continuáramos ejerciendo esa solidaridad que en su vertiente hidráulica, resulta esencial para la cohesión española.

En los países de Europa verde han tenido muchas más suerte con el agua, pues sin tener que construir presas ni apenas obras hidráulicas, pueden aprovechar directamente el 40% del agua que les llueve, se conoce bien cuando se vive en esos países, en ciudades donde no había que hacer presas ni grandes obras hidráulicas y donde se limitan a coger el agua de la capa freática y llevarla con facilidad a tu casita y cobrarte el triple que en España y por ello nos asombramos y apreciamos mucho mas el buen hacer español en materia hidráulica. Y ahora además para completar ese milagro, hemos tenido que recurrir a una nueva tecnología más sofisticada como es la desalación, gracias a la cual servimos agua a mas de 8 millones de personas, y haciendo una vez mas de la necesidad virtud, hemos alcanzado posiciones de liderazgo en esta técnica, aun incipiente y con muchas potencial de mejora.

A los españoles nos gusta el agua y la usamos bien, los españoles que viven muchos años fuera de España suelen tener la experiencia de ver como los empleados de las compañías de distribución de agua, en esas ciudades centroeuropeas donde cuesta el triple, les visitan en sus casas alarmados por sus altos consumos que no atribuyen a causa normal si no a fugas o averías, y no, es su consumo normal, porque nos gusta utilizar el agua, también algo más que las medias europeas y mundiales.

Pero el bien hacer español en el agua trae causa histórica, acueductos romanos, canales árabes o los tribunales levantinos en los que se resuelven los conflictos sin necesidad de abogado ni procurador, son buena muestra de cómo en España el milagro del agua viene de lejos, probablemente por ello, ahora nuestras empresas también la gestionan en más de 200 ciudades del mundo y la distribuyen cada día a millones de gentes de otras tierras repicando allí el milagro español del agua y generando puestos de trabajo y riqueza para España con la exportación de su buen hacer.

Las empresas españolas del agua emplean mas de 5.000 trabajadores, y en cada día, en cada momento, surten de agua a más de 40 millones de personas en España, y a varios millones de personas más fuera de España, y a un coste que en España, supone como media el 0,67% del presupuesto familiar anual, mientras que por ejemplo el destinado a teléfono supone más del 3%, porque en nuestra tierra desde siempre se ha gestionado bien el Agua.

Por eso entendemos que resulta totalmente justificado hablar del Milagro Español del Agua.