The irrigation network created in 2009 on Formentera is ready to start working
Mon, 29/10/2012
El denominado proyecto de 'Aprovechamiento Integral de aguas residuales depuradas para el riego de Formentera',cuyas instalaciones fueron entregadas a la Administración a finales del 2009, podríaempezarafuncionar enlas próximas semanas.
El presidente de la Comunidad de Regantes, Joan Ferrer Yern, explicó el pasado viernes que había recibido una llamada de un técnico de la conselleria balear de Agricultura que le comunicó que «los problemas técnicos de la conexión eléctrica de la desaladora para las aguas depuradas» se habían solucionado y, por lo tanto, ya estaban en disposición de contratar con Endesa para que facilite el suministro eléctrico y empezar «a producir agua apta para el riego».
Otra cuestión de vital importancia fue el interés de la conselleria en saber si la Comunidad de Regantes seguía interesada en utilizar el agua.
Los regantes, dispuestos El presidente reunió entonces a la directiva y la respuesta fue afirmativa. Joan Ferrer añadió al respecto: «Acordamos transmitirles nuestro interés en regar y les urgimos a que pongan en marcha la instalación».
Ahora, el colectivo de regantes se enfrenta a varias interrogantes sobre la viabilidad real del proyecto pensando en que sea económicamente sostenible para los más de 70 asociados. Por eso el presidente de este colectivo precisó que la principal condición es establecer un periodo de prueba, hasta 2015, durante el cual los regantes no pagarían el canon fijo anual, estimado en 500 euros por comunero, pero sí asumirían «el coste del consumo».
Indicó que el principal temor que tienen los regantes es que ninguno de ellos se quiere «arriesgar» a pagar el canon fijo «sin saber si el agua servirá o no y qué tipo de cultivos se podrán regar», indicó Ferrer.
La postura adoptada por los regantes es esperar a que la conselleria de Agricultura les diga si acepta el plazo de prueba que ya plantearon el pasado mes de febrero. En ese momento se volverá a convocar a todos los regantes para iniciar la actividad.
De forma paralela, y con el fin de adquirir conocimientos sobre el funcionamiento de la red de riego y sobre los cultivo que se pueden realizar con el agua proveniente de la balsa, los regantes también esperan recibir algún tipo de cursillo formativo.
Diez años con el riego La Comunidad de Regantes de Formentera se creó oficialmente a final de febrero de 2003 como paso previo para poder ejecutar el ambiciosos proyecto que debería constituir un ejemplo de reutilización de las aguas depuradas y así cerrar el ciclo del agua.
La primera piedra de esta obra, financiada por el Ministerio de Agricultura, la Unión Europea y el entonces Ayuntamiento de Formentera, que compró los terrenos para la contrucción de la balsa, fue puesta por el actual presidente del Consell Insular, Jaume Ferrer, en diciembre de 2007. El presupuesto de ejecución fue de 8,2 millones de euros que sirvieron para construir la balsa de riego con una capacidad de 87.000 metros cúbicos, instalar una desalinizadora intermedia y tender 27 kilómetros de tuberías que llegan a las más de 70 hectáreas de terreno cultivable. Las obras concluyeron a finales de 2009 pero desde entonces las instalaciones permanecen paradas, por la demora en conseguir la suficiente potencia eléctrica para hacer funcionar el sistema, entre otros motivos.
Las obras finalizaron hace tres años Las obras de este proyecto realizado por Tragsa concluyeron a finales de 2009. Desde entonces no han sido sometidas a ninguna revisión ni mantenimiento y han permanecido inactivas. Ahora, la conselleria balear de Agricultura se propone ponerlas en marcha para empezar a llenar la balsa con agua apta para el cultivo. Una instalación de 8,2 millones de euros El Ministerio de Agricultura y la Unión Europea han aportado los 8,2 millones de euros que ha costado esta obra, que cuenta con una balse de 87.000 metros cúbicos, una estación desalinizadora y una red de canalizaciones de 27 kilómetros que llegan cubrir 70 hectáreas de terreno.
El presidente de la Comunidad de Regantes, Joan Ferrer Yern, explicó el pasado viernes que había recibido una llamada de un técnico de la conselleria balear de Agricultura que le comunicó que «los problemas técnicos de la conexión eléctrica de la desaladora para las aguas depuradas» se habían solucionado y, por lo tanto, ya estaban en disposición de contratar con Endesa para que facilite el suministro eléctrico y empezar «a producir agua apta para el riego».
Otra cuestión de vital importancia fue el interés de la conselleria en saber si la Comunidad de Regantes seguía interesada en utilizar el agua.
Los regantes, dispuestos El presidente reunió entonces a la directiva y la respuesta fue afirmativa. Joan Ferrer añadió al respecto: «Acordamos transmitirles nuestro interés en regar y les urgimos a que pongan en marcha la instalación».
Ahora, el colectivo de regantes se enfrenta a varias interrogantes sobre la viabilidad real del proyecto pensando en que sea económicamente sostenible para los más de 70 asociados. Por eso el presidente de este colectivo precisó que la principal condición es establecer un periodo de prueba, hasta 2015, durante el cual los regantes no pagarían el canon fijo anual, estimado en 500 euros por comunero, pero sí asumirían «el coste del consumo».
Indicó que el principal temor que tienen los regantes es que ninguno de ellos se quiere «arriesgar» a pagar el canon fijo «sin saber si el agua servirá o no y qué tipo de cultivos se podrán regar», indicó Ferrer.
La postura adoptada por los regantes es esperar a que la conselleria de Agricultura les diga si acepta el plazo de prueba que ya plantearon el pasado mes de febrero. En ese momento se volverá a convocar a todos los regantes para iniciar la actividad.
De forma paralela, y con el fin de adquirir conocimientos sobre el funcionamiento de la red de riego y sobre los cultivo que se pueden realizar con el agua proveniente de la balsa, los regantes también esperan recibir algún tipo de cursillo formativo.
Diez años con el riego La Comunidad de Regantes de Formentera se creó oficialmente a final de febrero de 2003 como paso previo para poder ejecutar el ambiciosos proyecto que debería constituir un ejemplo de reutilización de las aguas depuradas y así cerrar el ciclo del agua.
La primera piedra de esta obra, financiada por el Ministerio de Agricultura, la Unión Europea y el entonces Ayuntamiento de Formentera, que compró los terrenos para la contrucción de la balsa, fue puesta por el actual presidente del Consell Insular, Jaume Ferrer, en diciembre de 2007. El presupuesto de ejecución fue de 8,2 millones de euros que sirvieron para construir la balsa de riego con una capacidad de 87.000 metros cúbicos, instalar una desalinizadora intermedia y tender 27 kilómetros de tuberías que llegan a las más de 70 hectáreas de terreno cultivable. Las obras concluyeron a finales de 2009 pero desde entonces las instalaciones permanecen paradas, por la demora en conseguir la suficiente potencia eléctrica para hacer funcionar el sistema, entre otros motivos.
Las obras finalizaron hace tres años Las obras de este proyecto realizado por Tragsa concluyeron a finales de 2009. Desde entonces no han sido sometidas a ninguna revisión ni mantenimiento y han permanecido inactivas. Ahora, la conselleria balear de Agricultura se propone ponerlas en marcha para empezar a llenar la balsa con agua apta para el cultivo. Una instalación de 8,2 millones de euros El Ministerio de Agricultura y la Unión Europea han aportado los 8,2 millones de euros que ha costado esta obra, que cuenta con una balse de 87.000 metros cúbicos, una estación desalinizadora y una red de canalizaciones de 27 kilómetros que llegan cubrir 70 hectáreas de terreno.