CHD will charge in the Orbigo channel rate of irrigation according to the consumption

Mon, 22/10/2012

El Norte de Castilla

La CHD cobrará en el canal del Órbigo la tarifa de riego según el consumo
Actualmente se paga por hectárea y el objetivo es favorecer a aquellos que ahorren más agua
Actualmente, todos los regantes de un mismo canal pagan la misma cantidad por cada hectárea de terreno que riegan, es un sistema de tarifa plana que puede tener los días contados en la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), ya que el organismo de cuenca está estudiando un sistema que se pondrá en marcha, de manera experimental, en el canal del río Órbigo, en la provincia de León, para hacer esa cobranza de la tasa de riego «en función del agua consumida», según aseguró el director técnico de la CHD, Pedro Matía. Pero el sistema no es sencillo de organizar, ya que «la tasa tiene la obligación de recuperar todo el dinero gastado y, por ejemplo, lo que se cobre de menos a uno, hay que cobrarlo de más a otro», de ahí que la puesta en marcha de la nueva cobranza requiera una reflexión profunda. De lo que se trata es «de favorecer a los que ahorran agua», ya que tal y como está estructurado actualmente el pago de tarifas de riego, la base sobre la que gira es solo la hectárea y con el cambio se combinará la superficie sembrada con el agua consumida. Ese cobro por consumo ya está recogido en la Ley de Aguas, pero no se ha desarrollado en el reglamento, que lo único que dice es que «hay que recuperar los costes que cree ese agua». En el canal del Órbigo no se pondrán contadores individuales a la entrada de cada finca, sino que se instalarán estos medidores en cada comunidad de regantes, para que sean estas las que «trasladen la necesidad de ahorro a sus comuneros». Según explicó recientemente el presidente de la CHD, José Valín, el objetivo es que este sistema de pago por consumo esté en funcionamiento dentro de dos años y después se irá extendiendo de forma «paulatina» al resto de zonas regables. Según la Ley de Aguas, el precio se divide en tres. En primer lugar, el canon de regulación, que deben satisfacer los beneficiados por las obras de regulación, es decir los embalses, financiadas total o parcialmente con cargo al Estado, para compensar los costes de inversión y gastos de mantenimiento. En segundo lugar, la tarifa de utilización del agua, que satisfacen los beneficiados por otras obras hidráulicas específicas, sobre todo los canales, financiadas total o parcialmente a cargo del Estado. Y, por último, el canon por explotación concesional de aprovechamientos hidroeléctricos; esta último no afecta a los regantes. Se calcula que el 80% del agua se destina a regadío, el reparto se organiza en las Junta de Explotación -suele haber una al principio de la campaña de riego y otra al finalizar-, en la que se destina el agua que corresponde a cada sistema y dentro de él, a cada canal, después, es la propia comunidad de regantes la que reparte entre los agricultores, en función de los cultivos que hayan sembrado. Normalmente, explica Matía, las comunidades de regantes llaman a las CHD los viernes para establecer el agua que necesitan la siguiente semana. La implantación de los regadíos ya modernizados permite un ahorro de agua de entre el 30% y el 40%, gracias a que se aporta al terreno el agua justa que necesita. Frente a estas nuevas instalaciones, los viejos canales pueden llegar a perder, por fugas, entre el 25% y el 30% de lo que circula por ellos, es agua que los regantes pagan y que no utilizan, de ahí que el interés de las comunidades sea no perder nada, si bien, explica Matía, ese agua no está perdida del todo, ya que parte se filtra y llega de nuevo al río a través del subsuelo. VALLADOLID. El 80%, para riego