The Board took the cleaning of the river overflowed in Vera
Tue, 02/10/2012
El Ayuntamiento de Vera ha exigido en cada una de las juntas de gobierno que ha celebrado desde el inicio del mandato a la Junta de Andalucía la limpieza urgente del Río Antas, cuyo desbordamiento el pasado viernes ha provocado gravísimos daños en la localidad.
Una persona muerta y otra desaparecida, alrededor de 4.000 viviendas -de las que el 80% «están perdidas», según el Consistorio- más de 1.000 vehículos arrastrados y destrozados, unos 200 locales comerciales afectados, al igual que los cuatro hoteles de la zona, algunos de los cuales ya se plantean el cierre, es sólo parte del trágico balance de la gota fría en el municipio.
La exigencia del Ayuntamiento a la Agencia Andaluza del Agua, en previsión de que sucediera una catástrofe que al final ha llegado, no ha sido respondida en buena parte de las ocasiones por la Administración autonómica. En la única contestación recibida, el 30 de diciembre de 2011, la Consejería de Medio Ambiente aseguraba que tenía previsto acometer «trabajos con la finalidad de mejorar las condiciones de evacuación de este espacio público». No obstante, se advertía de que se estaba estudiando la forma de «compatibilizar» estos trabajos «con los valores ambientales presentes en este paraje natural -los humedales de Pueblo Laguna, en la desembocadura del Río Antas-, que atesora importantes valores ambientales, que han sido reconocidos por las autoridades europeas mediante la declaración de Lugar de Interés Comunitario (LIC)».
«Por tanto, una vez finalizados los correspondientes trámites ambientales que garanticen la mencionada compatibilidad con la actuación prevista, se procederá a la ejecución de los trabajos», señalaba la respuesta. Hasta el día de hoy, nada se sabía de estos estudios, aunque ya no serán necesarios, pues el Lugar de Interés Comunitario ya no existe.
«Allí había algunos patos, al parecer era hábitat de la tortuga boba y tenía vegetación autóctona, como cañaverales», explica Juan de la Cruz Belmonte (PP), teniente de alcalde de Vera, quien, sin embargo, considera que la limpieza de la zona era «prioritaria» y que, por tanto, podría haberse realizado mucho antes.
Ahora, tras las graves inundaciones, el espacio protegido ha pasado a mejor vida, pues ha quedado arrollado por las aguas torrenciales, al igual que gran parte de las urbanizaciones de Pueblo Laguna y Puerto Rey, que por otro lado se encuentran también en una zona inundable y considerada de grave riesgo por estudios de la propia Junta.
Las peticiones de limpieza del cauce, sin embargo, no se han hecho sólo en este mandato, sino que también se repitieron en los anteriores, cuando el PA gobernaba en el municipio, sobre todo después de que el 7 de septiembre de 1989 se produjera un episodio similar, aunque mucho menos grave que el del pasado viernes. Entonces la respuesta siempre fue el silencio, a pesar de las advertencias de los gestores municipales.
«Esto se veía venir», dice Francisco Vázquez, ex concejal de Urbanismo del PA y quien también insistió siempre en la necesidad de limpiar el cauce, que se había cubierto en los últimos años por completo de vegetación y suciedad, hasta el punto de alcanzar los puentes que cruzan el río. «Nunca sabremos si la limpieza habría evitado la tragedia, pero seguro que hubiera sido mucho menor», dice Juan de la Cruz.
Esta preocupación llevó incluso al Ayuntamiento, hace cuatro años, ha realizar un estudio, elaborado por la empresa mixta Codeur, para encauzar y limpiar el cauce, en el que se invirtieron 300.000 euros y que fue aprobado por la Junta de Andalucía, si bien finalmente no se ha llegado a ejecutar, según Vázquez por una cuestión económica, pues tenía un costo de 23 millones de euros.
El Ayuntamiento lleva más de un año pidiendo que se limpiara el cauce del Antas, pero Medio Ambiente alegó que quería realizar un estudio sobre sus «valores ambientales»
Una persona muerta y otra desaparecida, alrededor de 4.000 viviendas -de las que el 80% «están perdidas», según el Consistorio- más de 1.000 vehículos arrastrados y destrozados, unos 200 locales comerciales afectados, al igual que los cuatro hoteles de la zona, algunos de los cuales ya se plantean el cierre, es sólo parte del trágico balance de la gota fría en el municipio.
La exigencia del Ayuntamiento a la Agencia Andaluza del Agua, en previsión de que sucediera una catástrofe que al final ha llegado, no ha sido respondida en buena parte de las ocasiones por la Administración autonómica. En la única contestación recibida, el 30 de diciembre de 2011, la Consejería de Medio Ambiente aseguraba que tenía previsto acometer «trabajos con la finalidad de mejorar las condiciones de evacuación de este espacio público». No obstante, se advertía de que se estaba estudiando la forma de «compatibilizar» estos trabajos «con los valores ambientales presentes en este paraje natural -los humedales de Pueblo Laguna, en la desembocadura del Río Antas-, que atesora importantes valores ambientales, que han sido reconocidos por las autoridades europeas mediante la declaración de Lugar de Interés Comunitario (LIC)».
«Por tanto, una vez finalizados los correspondientes trámites ambientales que garanticen la mencionada compatibilidad con la actuación prevista, se procederá a la ejecución de los trabajos», señalaba la respuesta. Hasta el día de hoy, nada se sabía de estos estudios, aunque ya no serán necesarios, pues el Lugar de Interés Comunitario ya no existe.
«Allí había algunos patos, al parecer era hábitat de la tortuga boba y tenía vegetación autóctona, como cañaverales», explica Juan de la Cruz Belmonte (PP), teniente de alcalde de Vera, quien, sin embargo, considera que la limpieza de la zona era «prioritaria» y que, por tanto, podría haberse realizado mucho antes.
Ahora, tras las graves inundaciones, el espacio protegido ha pasado a mejor vida, pues ha quedado arrollado por las aguas torrenciales, al igual que gran parte de las urbanizaciones de Pueblo Laguna y Puerto Rey, que por otro lado se encuentran también en una zona inundable y considerada de grave riesgo por estudios de la propia Junta.
Las peticiones de limpieza del cauce, sin embargo, no se han hecho sólo en este mandato, sino que también se repitieron en los anteriores, cuando el PA gobernaba en el municipio, sobre todo después de que el 7 de septiembre de 1989 se produjera un episodio similar, aunque mucho menos grave que el del pasado viernes. Entonces la respuesta siempre fue el silencio, a pesar de las advertencias de los gestores municipales.
«Esto se veía venir», dice Francisco Vázquez, ex concejal de Urbanismo del PA y quien también insistió siempre en la necesidad de limpiar el cauce, que se había cubierto en los últimos años por completo de vegetación y suciedad, hasta el punto de alcanzar los puentes que cruzan el río. «Nunca sabremos si la limpieza habría evitado la tragedia, pero seguro que hubiera sido mucho menor», dice Juan de la Cruz.
Esta preocupación llevó incluso al Ayuntamiento, hace cuatro años, ha realizar un estudio, elaborado por la empresa mixta Codeur, para encauzar y limpiar el cauce, en el que se invirtieron 300.000 euros y que fue aprobado por la Junta de Andalucía, si bien finalmente no se ha llegado a ejecutar, según Vázquez por una cuestión económica, pues tenía un costo de 23 millones de euros.
El Ayuntamiento lleva más de un año pidiendo que se limpiara el cauce del Antas, pero Medio Ambiente alegó que quería realizar un estudio sobre sus «valores ambientales»